Capítulo 32

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No me quería ir.

Definitivamente amaba a los Bellingham.

Hoy ya era domingo y tras pasar uno de los mejores findes que recordaba ya tocaba volver a Madrid, a la rutina, y tenía cero ganas. 

Ayer había conocido gran parte de la ciudad inglesa pero quedaban muchas cosas pendientes por ver, así que quedamos en que lo demás me lo enseñarían la próxima vez que volviera. Ahora Jude y yo nos encontramos en su habitación, acabando de preparar la maleta. Él estaba casi acabando cuando saca de su armario una bolsa de papel y me la entrega. Yo le miro con el ceño fruncido mientras acepto la bolsa.

- Ábrela. -Me insiste por lo que abro la bolsa. 

- ¿No será esta una broma no? - Le digo justo antes de mirar el contenido de esta.

- No tonta, hazme caso. 

Ahora sí, miro lo que hay dentro y puedo decir que me esperaba de todo menos esto. En su interior había una foto suya y mía tras un partido en el Bernabéu en la cuál aparece él con la equipación del Madrid y yo con su camiseta ambos dándonos un beso con el estadio vacío e iluminado de fondo. Era preciosa.

- Esa foto nos la hizo Mina el día del Clásico. Le pedí que no te la pasara porque quería hacerte esta sorpresa. Ahora te toca elegir en qué lugar de mi habitación quedaría mejor.

- ¿Qué habré hecho en otra vida para merecerte Jude Bellingham? - A continuación le doy un beso. Al separarnos decido que un buen lugar sería en la mesilla de noche del lado de la cama en el que había dormido yo, para que así se acuerde de mí.

- Me parece el mejor lugar de todos. - Me dice satisfecho con mi elección - Ah bueno, y en Madrid tengo otros dos marcos con la misma foto para que tengas uno en tu piso y yo otro en Madrid.

- Osea, - le digo asombrada por lo que me acababa de decir - ¿has traído este marco desde Madrid solo para hacerme esta sorpresa? 

- Guilty. - Me responde a la vez que asiente con la cabeza - Quería que formaras parte de la colección de fotos de mi cuarto.

Y esto era la clara descripción de que los pequeños detalles son los mejores de todos.

. . . . . . . . . .

Llegamos a Madrid pasadas las seis de la tarde. Jude me acompañó a mi piso y tras estar un rato los dos junto a mis compis de piso, se fue hacia su casa. Odiaba despedirme de él, quería estar pegada a él como una lapa. Ya lo dije antes pero creo que tengo Bellinghamdependencia. 

Con Alejandro y Sofía hablamos lo que restaba de noche sobre como me había ido en Birmingham y acerca de como, poco a poco, lo mío con Jude se iba consolidando cada vez más. A esto paso lo siguiente sería presentárselo a mis padres.

Hicimos la cena y tras revernos por vigésima vez Crepúsculo, decidimos que ya era hora de irse a dormir porque mañana a las siete y media tocaba estar en pie otra vez.

. . . . . . . . . .

¿La mejor manera de empezar un lunes? Tener anatomía a primera hora. Hugo, Carla y yo estábamos que nos moríamos, en qué momento fue buena idea levantarse de la cama. 

- ¿Os estáis enterando de algo? - nos pregunta Hugo mientras mira a un punto fijo de la pizarra.

- Pero que pregunta es esa por favor, evidentemente que no. - Hugo resopla mientras maldice. 

De Madrid al cielo (1ª Temporada) ‖ Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora