Capítulo 2

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María

Mi primera noche en Madrid había sido mejor de lo que me esperaba. Aunque sentí un poco de morriña, pensé que iba a ser más traumática. 

Hoy, domingo, había decidido dedicar el día a explorar Madrid lo máximo posible, además de que mañana llegaría uno de mis compañeros de piso y quería tener el día para que nos podamos conocer un poco más.

Desayuné tranquilamente en el salón mientras miraba las redes sociales y, de vez en cuando, el Bernabéu. Tras eso me vestí cómodamente y salí de casa cuando el reloj marcaba las 11:00.

Hice un tour por los lugares más emblemáticos de la ciudad a la vez que no dejaba de fotografiar cada rincón de Madrid. 

Aproveché para comer también fuera ya que mi nevera estaba más vacía que la vitrina del Atleti. Bueno, quizás no debería haber dicho eso aunque sea cierto.

Por la tarde seguí con mi ruta improvisada y a mi favor tengo que decir que en ningún momento me perdí. Me siento muy orgullosa de ello. 

Tras haber acabado mis expediciones por los madriles, decidí que ya era hora de ir volviendo a casa. A medida que me acercaba empecé a escuchar cada vez más ruido y alboroto, claro, hoy jugaba el Madrid de local después de muchos meses fuera, por lo que supongo que el estadio estaría a tope. Ojalá estar ahí animando a mis chicos.

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Jude

Si el Bernabéu ya impresiona desde fuera, imagínate desde dentro.

Estábamos calentando minutos antes de que tuviera comienzo el partido contra el Getafe. Hoy sería también titular y no podía tener más ganas de darlo todo en el campo.

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Llegamos al descanso 1-0 a favor nuestra con gol de Vini y asistencia mía. Teníamos que mantenernos así o marcar alguno más para asegurar la victoria.

El estadio estaba abarrotado y no dejaban de cantar y vitorear. Cada día soy más consciente de lo bonito que es ser del Madrid.

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¡He marcado!

Fue en el minuto 76 gracias a una asistencia de Carvajal. Lo mejor para culminar mi primera noche especial en el Bernabéu. Con ese gol el Getafe empezó a caerse, dándonos la victoria y los consecuentes 3 puntos, poniéndonos así los primeros de la tabla.

Al acabar el partido fui uno de los entrevistados y pude demostrar un poco mi español, aunque no era perfecto, pero tiempo al tiempo, que Roma no se construyó en dos días.

- Muy buen español eh Belli, normal, tienes al mejor maestro de todos.

- Tienes razón Lucas, me tiene a mí. Gracias por el reconocimiento.

- Siempre tan humilde Brahim.

Le doy una colleja a cada uno.

- Las gracias a Duolingo - me río mientras entramos los tres al vestuario.

El ambiente entre nosotros es maravilloso. Hay un vestuario muy sano, donde todos somos amigos de todos, nos ayudamos mutuamente y aprendemos el uno del otro. Se siente como una familia y eso hace que nos vaya tan bien en el campo.

Los aficionados van abandonando el estadio por lo que cuando nosotros acabamos se puede ver al Bernabéu prácticamente vacío, aunque fuera de este ya es otro tema.

Vamos saliendo cada uno en nuestros coches. Esta vez, por seguridad y protocolo no podemos pararnos con los fans por más que queramos.

Yo soy de los últimos en salir y, como si fuese cosa del destino la vuelvo a ver a ella en la acera, la chica de rizos y ojos café de ayer, mirando otra vez al Bernabéu y al cielo estrellado que se cernía ahora sobre Madrid. Está sonriendo otra vez, como si estuviera en su lugar seguro, en su casa.

Me entran ganas de bajarme del coche y conocerla, poder hablar con ella y mirar juntos el cielo de Madrid. Como si ella me leyese la mente, cruza la calle dirección al estadio, el cuál ahora ya no contaba con prácticamente nadie a su alrededor. En ningún momento se le borra la sonrisa e incluso me la contagia a mí.

Ya delante del estadio sigue mirándolo mientras le hace alguna que otra foto y después deja de lado el móvil para pasar a observar el cielo.

Un impulso hace que pare el coche en el primer sitio vacío que veo, dejando el coche aparcado en línea amarilla, pero ya me preocuparé más tarde por eso. Menos mal también que hoy no me había traído mi madre sino no creo que pudiera haber hecho esto.

Salgo rápido del coche porque tengo miedo a que ya no esté allí, pero mis miedos se disipan al verla justo donde estaba antes.

Me acerco lentamente hasta quedarme detrás de ella.

- El Bernabéu y una noche estrellada, no creo que haya algo más bonito.

De Madrid al cielo (1ª Temporada) ‖ Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora