Un mismo destino: Madrid.
Dos personas: Jude y María.
Ambos dispuestos a cumplir sus sueños: Jude jugar en el Real Madrid y María estudiar Medicina.
Comienza un nuevo capítulo en sus vidas pero ¿será Madrid lo que ambos esperaban?
...
Hoy era el último partido de Jude antes de volver a Madrid y ya solo quería que fuera mañana para poder verlo, por fin, en persona y abrazarlo como si no hubiera un mañana. Hoy jugaban contra Escocia aunque era evidente que ya tenían otra victoria asegurada. Hoy no podría verlo ya que tenía prácticas pero iba a estar pendiente del resultado, eso no cabía duda.
Ahora estaba comiendo en mi facultad junto con Hugo y Carla. No sé que sería de mí en esta facultad sin ellos, los quiero un montón. Esta semana habíamos decidido quedar para salir de fiesta junto con mis compis de mi piso, a nosotros se unía también Mateo. Se lo había presentado a Hugo y Carla y habíamos congeniado enseguida a pesar de la diferencia de edad, bueno, tres años tampoco son tantos, o sino que se lo digan a Beyoncé y Jay Z.
Poco antes de entrar a las prácticas le mandé ánimo a Jude y quedamos en hablar cuando llegase a casa ya que él estaría ya de camino al hotel. Ahora toca darle un rato a la anatomía.
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Jude
Quiero que sea mañana.
Nunca había tenido tantas ganas de querer ver a alguien. Incluso cuando estaba tan lejos de casa no sentía unas inmensas ganas de tenerles cerca, espero no ser un mal hijo.
María me había hechizado, algo me había hecho porque esto no es normal pero bueno, quién soy yo para quejarme.
El partido de hoy iba a comenzar en poco menos de media hora y estábamos calentando en el césped. Solo quería jugar, darlo todo y que el día acabe. Espero ganar pero no podemos confiarnos, hay que lucharlo. Veremos que tal.
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Habíamos ganado por un 2-0. Esta vez no había marcado pero sí había asistido en los dos goles así que me siento muy contento y orgulloso. Empezamos un poco flojillos pero después fuimos cogiendo el ritmo y nos fuimos haciendo con el partido y con ello con la posesión. Quizás el que María no me estuviera viendo influyó en que no marcase ningún gol, quién sabe, dicen que el destino es muy caprichoso.
Una hora después salimos del estadio rumbo al hotel y pude confirmar que ya María había salido de la universidad y que estaba al tanto del resultado. Me felicitó y me dijo que esperaba que no nos tuviéramos que enfrentar a España, porque entonces cualquier gol o asistencia que diera no iba a ser celebrado sino abucheado. Pues ahora solo tengo ganas de que nos toque su selección.
Al llegar al hotel todos subimos a hacer la maleta y descansar algo antes de bajar a cenar, yo aproveché e hice mis dos maletas, a falta de una, y después nos reunimos en la habitación de Phil y Jack para hablar un rato, ya que hasta dentro de un mes no nos volveríamos a ver.
Estábamos haciendo un poco el gilipollas y a veces me pregunto como es que aún no nos han echado de ningún hotel. Les estaba enseñando español y bueno, creo que fue un error tremendo, hasta a mí me estaban sangrando los oídos de oírlos y mira que no lo hablo tan fluido como me gustaría.
- Vale, vale, lo tengo. Aspiro a ser como Jude Bellingham. Esto era que yo soy tu amigo, ¿verdad?
Nunca viene mal vacilarlos un rato.
- Muy bien Mason, vas por buen camino.
- A la, joderos chavales. Yo es que soy polifacético, para que después os riais de mí.
Aunque no lo demuestre, yo sí que me estoy riendo, descojonándome mejor dicho.
- Ahora te toca a ti Jack.
Con él sí que me voy a reír.
- Osea, que decir en español "mi equipo y yo le hemos ganado al Real Madrid" es no soy lo suficientemente bueno para el Real Madrid. Lo bordé, cuando vea a alguno que yo me sé se lo voy a decir.
- Deberías hacerlo, se van a quedar flipando.
Les seguí enseñando cosas en español y me descojono de solo imaginármelos diciendo eso a los cuatro vientos creyendo que dicen otra cosa. No es que sea malo es que las bromas hay que devolverlas.
Cuando fue hora de cenar, bajamos los cinco al comedor y nos reunimos con el resto del equipo. Después de la comida nos fuimos otra vez a la sala de estar donde se encontraba la mesa de ping pong y demás cosas. Que mejor que despedirse de ellos que ganándoles.
Cuando la medianoche llegó, Declan y yo nos dirigimos a nuestra habitación mientras nos despedíamos de los demás. Mi avión era de los últimos en salir, por lo que hasta el mediodía estaría aún en Alemania y no llegaría a Madrid hasta cerca de las tres por lo que lo que tenía planeado podría ser llevado a cabo.
Quería darle una sorpresa a María. Como salía a las tres de la facultad, mi intención era llegar y dirigirme lo más rápido posible hasta su facultad y llevármela a comer. Ella no sabía nada, incluso le había dicho que hasta la última hora de la tarde no llegaría a Madrid. Declan me ayudó a pensar en la idea e incluso me recomendó un restaurante al que había ido él cuando estuvo en la capital española y el cual yo no conocía.
Declan y los demás chicos con rumbo a Inglaterra salían a las diez de la mañana, por lo que me esperaba una mañana muy entretenida en el hotel, nótese la ironía.
Ya en la habitación, acabamos de recoger algunas cosillas que nos quedaban y decidimos ponernos una película, una tradición que hacíamos el último día con la selección y siempre que nos tocaba juntos en la habitación.
Poco antes de que empezase la película le desee las buenas noches a María ya que conociéndola fijo que ya estará a punto de irse a dormir. Hablar con ella antes de acostarse y justo al levantarse es una tradición, una que no quiero perder nunca.
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judebellingham
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judebellingham C'mon lads, let's keep doing it 💪🏴
