De Madrid al cielo (1ª Temporada) ‖ Jude Bellingham

Capítulo 14

María

- Quiero un día una videollamada con Jude ehh, no te pienses que te vas a librar. - esa era mi mejor amiga, Laura. Ella ya sabía todo lo que había pasado con Jude, y cuando digo todo es todo. A pesar de la distancia todo sigue como siempre y es que, si la amistad es verdadera, no importan los kilómetros que nos separen. 

- Pues a ver cuando vienes tú un finde a Madrid y así te lo presento en persona. - estaba en mi habitación, tumbada en la cama y ya llevaba dos horas con ella en videollamada. Con Laura el tiempo se me pasaba volando.

- No me cambies de tema, además de que es mucho más fácil hacer lo primero.

- Que sííííí que un día ya lo haremos. 

Seguimos hablando tranquilamente durante otra hora más y Jude fue otra vez casi el único tema de conversación. Que conste que era por cosa de Laura no mía.

Y con respecto a Sofía y a Alejandro, el otro día, cuando llegó Sofía a casa, los tres tuvimos una buena sesión de cotilleo y salseo. La andaluza nos contó todo acerca de su noche con el 18 del Real Madrid y yo les conté lo que había pasado entre el británico y yo. Sofía insistía en que deberíamos hacer una cena de parejitas pero no me cansé de recalcarle que Jude y yo no éramos pareja y ella, a pesar de decir que Aurélien y ella no tenían nada serio, que sería muy guay hacerlo. Al final conseguí evadir el tema y nos centramos en Alejandro, que el pobre estaba más solo que la una y no dejaba de restregarlo. Lo siento culé, yo no tengo la culpa, aunque Sof y yo aceptamos el rol de hacer de cupidos y buscarle a algún afortunado o afortunada, mejor dicho desgraciado o desgraciada. En el fondo lo quiero, de verdad.

Tras acabar de hablar con Laura estuve estudiando y haciendo apuntes hasta que entra Ale corriendo y sin petar en mi habitación. O sea, podía estar literalmente desnuda que el chaval habría entrado, vergüenza cero en esta casa.

- ¿A que no sabes que acaba de pasar?

- ¿El Barça se queda sin jugar en Europa?

- Gilipollas, más quisieras. ¿No entraste en Instagram?

- Pues no, como ves estoy estudiando. ¿Puedes decirme qué ha pasado?

En ese momento Ale entra en dicha aplicación y va al perfil de Jude. Entra en sus historias y me enseña una foto en la que aparezco yo de espaldas a la cámara por lo que no se me ve la cara. ¿Cuándo coño me hizo esa foto? ¿Y por qué coño subió esa foto a su cuenta?

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- No será una broma ¿no?

- ¿Cómo va a ser una broma tía si estoy en su perfil? Mira su verificado, su descripción y todo. Que no es coña María, acepta que Jude Bellingham te ha subido a sus historias. ¿Te ha etiquetado?

En ese momento cojo mi móvil y entro en la aplicación pero no veo ninguna mención. Querría ser cauteloso, aunque subiendo esa foto no sé yo... Que no puedo negar que interiormente estoy encantadísima de que Jude me suba a sus historias, no es algo que hace siempre el subir contenido relacionado con su vida personal pero se ve que en este caso hizo una excepción y adoro que la haya hecho conmigo.

- Estoy expectante por ver qué vas a hacer ahora. - me mira Alejandro mientras una sonrisa bobalicona se asoma en su cara.

- Él me presume a mí en su cuenta y yo lo voy a presumir a él en la mía.

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Dicho y hecho. No me arrepiento de haberla subido, es más, estoy contenta. Si tengo a alguien así en mi vida es para presumirlo, ¿no creéis? 

Le respondí a su historia y casi al momento él lo hace con la mía. 

- Me resulta conocida la chica de la foto.

- Deberías conocerla, es una chica increíble.

- Pues si es tan increíble me la vas a tener que presentar.

- Cuando quieras

- Ah, y el chico que subiste tú también se me hace conocido

- Juega en el Real Madrid, ¿no lo conoces?

- Aún no caigo la verdad

- Es un jugadorazo y encima también es un chico increíble.

- Pues me lo vas a tener que presentar también.

- Quedamos un día para presentarnos a ambos.

- Perfecto, ¿cuándo te viene bien?

- Para quedar contigo me viene bien siempre.

- Que casualidad que a mí me pasa lo mismo.

Seguimos hablando un rato mientras Alejandro estaba cotilleando lo que nos decíamos. Más maruja y no nace.

- El tonteo se ve de aquí a China eh. Seguid recordándome que sigo más solo que la una.

- Uno, cállate y dos, chico no es mi culpa, no es fácil aguantarte.

- Paso ya. Ah y por cierto, ¿sabes a que hora llega Sofía?

- Dijo que antes de las nueve nada, no sé qué de un proyecto pero a saber.

- Esta se ha ido a ver a un francés que yo me sé y nos ha mentido.

- Hombre yo creo que nos lo diría, ¿no crees?

- Desde que os codeáis con futbolistas de élite, yo ya no me fío de vosotras.

- Venga que sí, déjame seguir estudiando. Tú si quieres puedes hacer la cena y ser un buen amigo y compañero de piso. - le digo mientras pongo cara de pena.

- Habló la amiga del año que no deja de insultarme. Pobre Bellingham, lo que le espera. - en ese momento cojo una zapatilla y se la lanzo, dándole en el pecho - Eh, eh, cuidadito, te me relajas.

- Cierra cuando salgas.

- Cuando le diga a Jude que tratas así a la gente... - en ese momento me levanto de mi escritorio y voy y le cierro la puerta en las narices. Alejandro resopla desde el otro. - Vaaaaale, voy a hacer la cena, pero porque no tengo nada mejor que hacer y tengo hambre. Si te portas así de mal no te hago nada.

- Te quiero Ale, eres el mejor. - grito desde el otro lado de la puerta.

- Así sí. Ah y yo también te quiero gallega, aunque me sé de un británico que te quiere mucho más. - en ese momento salgo de la habitación pero el cabrón ya no está en el pasillo sino que se metió en la cocina. Y después habla de lo difícil que es aguantarme a mí.

Vuelvo a mi escritorio riéndome mientras niego con la cabeza. Que feliz me hace esta gente, bendito Madrid. 

Y dicho esto vuelvo a mis apuntes mientras espero a que la cena esté lista.