— ¿Y?. — pregunté desesperada por saber la verdad, mientras me mordía las uñas.
Pero la mirada de Ximena hacia a mí, me daba a entender que las sospechas eran ciertas.
— Leah... ¿Qué vas hacer con un bebé?. — su voz sonaba igual de temblorosa que la mía.
¡Chinga tu madre!.
Le arrebaté la prueba de las manos para mirarla yo.
— No. No, no, no, no... Ay, Dios... No. — suspiré — Esto no puede ser real.
— ¿Qué piensas hacer, Leah?. — volvió a preguntar.
— No sé. — dije negando — Xime... Mis papás me van a matar.
— No digas eso. Eso no va a pasar.
— ¡Es que mira nada más!. Ellos esforzándose para darme todo y, ¿Yo?.
— Tranquila, amiga. — se acercó a mí y empezó a sobar mi espalda — Necesitas primero procesar todo lo que está pasando.
— No puedo, Xime. — me solté a llorar — Ya la regué duro.
Ximena ya no dijo más. Se quedó ahí consolándome y escuchándome llorar por unos buenos minutos.
— Yo sé que está de más preguntarte, pero... El papá, ¿Es el chico que...?.
Asentí. — De quién más puede ser.
— Entiendo... Y, ¿Piensas decirle?.
— ¡Por supuesto que sí!. Aunque me da miedo su reacción, no sé cómo lo tomará... No lo conozco. — lo último me hizo sentirme peor.
Me había acostado con alguien que conocí esa misma noche.
Y para colmo, me había clavado con él.
...
— Por favor, César. Es importante que me ayudes a localizarlo. — iba detrás de él, casi me faltaba poco para arrodillarme.
— Leah. Creo que ese día te quedó claro que quién era mi amigo, era Óscar. Y que él se lleve bien con su patrón, no nos hace amigos a todos.
— César...
— Tú misma te diste cuenta cuál era su chamba. Sabes bien que ese tipo de personas siempre están en bajo perfil, y si yo le llego con la pendejada que mi amiga quiere verte. ¿Te imaginas que me puede pasar a mí?.
— ¡Es que lo que le tengo que decir, no es una pendejada!.
— A ver. — suspiró — Según tú, ¿Qué es lo importante?.
— No lo puedes saber... No ahora.
— Ay. — rodó los ojos con fastidio.
— Por favor, César. En verdad necesito hablar con él. — junté mis manos a manera de petición — Por favooor.
— ¡Aggh!. — aventó a la barra el trapo con el que estaba limpiando — Bien. Haré lo posible por contactar a Óscar, pero eso no garantiza nada.
— Entiendo, entiendo. Gracias. — le di un pequeño abrazo.
— De verdad espero que no sea solo un capricho, Leah.
— Te prometo que no es así. — qué más quisiera yo que fuera por otra cosa.
— Confío en ti.
Asentí. — De nuevo gracias. Esperaré tu mensaje. — me despedí — Te veo luego.
— Me saludas a Xime.
— De tu parte. — sonreí marchándome.
Bien, yo ya estoy haciendo mi parte.
Si el destino o la vida no quiere que él lo sepa. Así será.
Otra fic, para actualizarla cada 3 años ✌🏻
Espero les guste 😉🫰🏻