A Cada Uno De Ellos (Magllo)

Sentimientos

¿Te había dicho antes que Fallo estaba confuso? Eso no era nada a comparación de ahora.
Después de casi una semana, todas las personalidades de Magma se le habían "declarado", y él ya no sabía qué pensar.

Si bien nunca había pensado en ningún Magma como un interés romántico, acababa de pasar algo peculiar: Él estaba enamorado de los cuatro.
El único que no se había involucrado era Padre, y tenía bastante sentido, pues era difícil que alguien como él se interesara por otro hombre.

Magma había despertado agitado, pues estaba agotado sin razón aparente. Entonces lo recordó: Bael había estado en casa de Fallo la noche anterior.

De pronto, una enorme irá carcomió su interior, y no podía esperar para otra venganza, una más loca y divertida.
Así, sin importarle que apenas fueran las once de la mañana, se presentó en casa de Fallo.

Sus piernas y su cabeza dolían más que nunca, y sus pensamientos estaban borrosos, pues Magma no lo había violado una, sino DOS veces en una sola semana, y estuvo a punto de una tercera.

En eso, mientras se sujetaba con cuidado a su cómoda, sonó el timbre, y se vio forzado a bajar rápidamente la escalera, sabiendo perfectamente quién llamaba.

-Adelante, M-magma- dijo con preocupación-.

-Tranquilo, Fallito, esta vez vengo en son de paz. O no, quién sabe-.

-B-bueno, ¿A qué viniste?-.

-A verte, por supuesto-.

-¿Sólo a verme?-.

-Tal vez...-.

De pronto, una sonrisa se dibujó en la cara de ambos.

Todo el mundo sabe lo que planeaban hacer, sin embargo, fueron interrumpidos por otro sonido del timbre.

-Tranquilo, yo voy- dijo Sacri en un susurro-.

-¡¿S-SACRI?!- gritó silenciosamente Fallo-.

Cuando Sacri abrió la puerta, Capitán Gato estaba ahí parado, escuchando disimuladamente todo lo que acababan de decir. Parecía que éste había tocado el timbre sin querer durante su tarea de espionaje.

-¡Sacri! ¿Qué haces aquí?- preguntó Cap, disimulando bastante bien su error-.

-Yo... ¡Sólo vine por materiales! Si... Materiales...-.

-¿Entonces sí está Fallo?- preguntó el gato, emocionado-.

-Claro, ¿Por qué no estaría?- respondió Fallo, uniéndose inesperadamente a la conversación-.

-¡Fallo! Venía para... Ver si me podías prestar tu... ¡Espada! Sí, tu espada.

-Cap, ¿No es más fuerte tu espada que la mía?-.

-¡Claro, pero la nece...! Sabes, parecen ocupados, así que regreso al rato...-.

Y, sin decir más, Capitán gato se fue.

-Bueno, ¿En qué estábamos, Fallito?-.

Cap iba corriendo a contarles a los demás lo que había visto en casa de Fallo, y cuando llegó, todos lo esperaban, expectantes.

-¿Cómo te fue?- preguntó Star- ¿Qué hicieron?-.

-Chicos, ¡Es oficial! ¡La relación es oficial!- contó, exhausto Capitán gato-.

-¿Enserio? ¿Quién era?- preguntó Emi, impaciente-.

-Magma al inicio, después Sacri-.

Todos estaban emocionadísimos por la noticia, y comenzaron una ávida conversación acerca del tema.

-Siempre supe que Magma sentía algo hacia Fallo, pero no pensé que fueran tantas cosas- dijo Pollo, algo sorprendido-.

Fallo y Sacri estaban sentados en el sillón, cuando, de pronto, el último se colocó boca abajo encima del primero.

-Hey, ¡¿Q-qué haces?! ¿¡Sacri!?-.

-Relájate, Fallo, no dolerá, ¿Ya estás acostumbrado, no?-.

Fallo, al oír esto último, se ruborizó.

Cuando volvió a fijar su vista en la persona encima de él, no vio a Sacri, sino a Blue, quien estaba perplejo.

-¡¿FALLO?! ¡¿Por qué estoy... Así?!-.

-Tranquilo, Blue. Tranquilo...-.

Fallo, al ver tan preocupado a Blue, le dio un beso para intentar calmarlo. Nada más que un pequeño pico, eso fue todo, sin embargo, Blue ahora era Bael.