Las consecuencias

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Durante unos segundos, hubo algo de silencio, antes de que Bael gritara.

-¿¡QUÉ ACABA DE PASAR!?-.

-N-no es lo que parece, yo sólo...-.

-¿Sólo qué, Fallito?-.

La voz de Bael acababa de cambiar de un tono enojado y explosivo, a uno bajo y seductor.

-Ambos sabemos que no eres tan santo, ¿Verdad?

Mejor dicho, los cinco lo sabemos-.

-L-los, ¿Cinco?-.

-¡Claro! Tú, Magma, Sacri, Blue y yo. ¿O ya no te acuerdas de esos cuatro días? ¿No te acuerdas de mí?-.

Ahora Fallo estaba definitivamente asustado. Eran prácticamente cuatro personas (a las que amaba) y él, encerrados en la misma habitación, sin nadie o nada para interrumpirlos.
Si los días anteriores se habían atrevido a tanto, ¿Qué le harían ahora, que estaban en esa posición tan extraña?

-Barril, para, me asustas-.

-¿Asustarte? ¿Por qué estaría mi dulce Fallo asustado, con todo lo que él ha hecho?-.

-*suspiro* Bael, o como te llames, si quieres hacer algo, hazlo ya-.

Ahora, la persona arriba de Fallo era de nuevo Magma.

-¿Crees que necesito tu permiso? Sabes que ésto no me pasa normalmente, Fallo, tú me alteras, y ahora deberás sufrir las consecuencias por ello-.

-¿Consecuencias? ¡Tú eres el que inició esto en primer...-.

Fallo no tuvo tiempo de decir nada más, pues Magma se había lanzado directo a su cuello y estaba mordiéndolo con locura.

Por alguna razón, aunque Fallo supiera que estaba mal, lo disfrutaba como nunca. Esa manera de hablar, de moverse, de actuar... No había cosa que lo acelerara más.
Cuando ambos lo disfrutaban más, el cuerpo volvía a estar en el control de Sacri.

-¡¿PERO QUÉ MIER...?!-.

Pero Fallo no lo dejó terminar, pues, aprovechando la pausa y sin darse cuenta del cambio de cuerpo, se había avalanzado hasta su boca, y lo estaba besando como nunca antes había hecho con ningún otro Magma.
Sacri estaba asombrado, por supuesto, pero eso no lo detuvo de devolver el beso con igual intensidad, y tal vez algo más junto con él.

Mientras lo hacía, una mirada chismosa los observaba desde la ventana, que se habían olvidado de cerrar.

Después de un rato, todos se habían cansado de conversar sobre el mismo tema, y muchos estaban por irse cuando

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Después de un rato, todos se habían cansado de conversar sobre el mismo tema, y muchos estaban por irse cuando...

-¡Esperen!- dijo Emi, sobresaltada y dándoles un susto a todos- ¡Magma todavía no ha salido, y si vamos a ver qué hacen?-.

-¡Puta madre, sumisa! ¡Me asustaste!-.

La extraña voz salía de la copa de los árboles, y todos voltearon cuando ésta hablo. La figura no era otra, sino Nova.

 La figura no era otra, sino Nova

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A Cada Uno De Ellos (Magllo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora