Poder

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-¡Vamos, Sacri! ¡Ya casi llegamos- gritó Fallo, exhausto, cuando estaban ya cerca del elevador de la calavera gigante-.

Lo que ninguno de los amantes esperaba era ver a Capitán gato observando desde la cima del cráneo sus figuras.

Ambos, Cap y Fallo, pegaron un pequeño saltito al verse mutuamente. Sacri, al percatarse de ello, soltó una risotada.

-¡Hola, gato! Ya vamos subiendo, espera un poco...-.

Cuando los tres se encontraron cara a cara, el felino y el chico de ojos blancos miraban atentamente al suelo, con esperanzas de que el otro no recordara su último encuentro.

-¿C-cap? Lo siento por lo de hace unas semanas, cuando quieras podemos recuperar ese día de pesca, ¡Mañana mismo si gustas!- planteó Fallo, intentando romper el eterno e incómodo silencio-.

-Tranquilo Fallo, fue mi culpa. Después de todo debí imaginar que quisieran pasar algo de tiempo a solas...-.

La pareja estaba demasiado apenada, tanto, que se un intenso rubor se expandió con rapidez en sus caras. ¿Pensaba Cap que lo habían corrido para hacer... eso?

-¡¡NO, GATO!! Sólo quería hablar con Magma sobre... algo-.

Cap, al notar el tono de Fallo, quiso seguir indagando, aunque el motivo de su visita era pedir disculpas por esa misma razón.

-Entonces, ¿De qué hablaron- le preguntó a un incómodo Fallo, que miraba a su pareja con una mirada estricta-.

Entonces pasó. Por los nervios, Sacri le relegó a Padre el control.

-¿Eres tú, hijo mío? Veo que vienes acompañado por ese gato, bienvenido a mi hogar.
¿Qué me trajo aquí el día de hoy, ¿Es por lo de ese maldito casco, Clave?-.

Ahí fue cuando Padre pronunció las palabras que traerían el caos.

-Sí, te debo algunas explicaciones. ¿Todo ese poder, esos encantamientos? Resulta, hijo mío, que es tan sólo una trampa, una trampa para codiciosos y egoístas, que sumirá a éste mundo en una guerra sangrienta-.

-¿Casco? ¿P-poder?- habló Cap, en un suave susurro-.

-Afortunadamente, lo aseguré. Nadie egoísta volverá a tocar a ese maldito-.

-¿E-estás seguro, Padre?- preguntó el capitán, aún hablando en un tono bajo-.

-Espero estarlo-.

Fallo, que no había participado en el debate, se preocupó. ¿Podría estar acaso su querido Magma bajo el control de ese casco? Así que, sin decir más, se aventó del balcón y usó su cubo de agua, dejando a Capitán gato y a Padre perplejos.

-¡Fallo! ¡Espera!- gritaba Cap, a todo pulmón- ¡Fallo!-.

Padre sólo miraba la escena, intrigado. ¿Por qué ese gato estaba tan interesado en Fallo? ¿Era acaso que...? (Spoiler, no.)

Había pasado tanto tiempo observando, que gato se había ido y la luna se alzaba ahora sobre un oscuro manto negro lleno de estrellas.
Sólo entonces fue cuando recordó que debía revisar el escondite de Clave, un cofre enterrado en un montoncito de tierra bajando las escaleras.

Sólo entonces fue cuando recordó que debía revisar el escondite de Clave, un cofre enterrado en un montoncito de tierra bajando las escaleras

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A Cada Uno De Ellos (Magllo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora