vii.

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    Eros se apareció en un sueño para preguntar cómo había pasado, estaba genuinamente preocupado.

A la mañana siguiente, me costó trabajo saber porqué estaba tan cansada, pero supongo que es normal cuando Blaise me tuvo que llevar a su habitación de Slytherin porque el área de las chicas estaba completamente prohibida para los chicos.

También le escribí a Sirius, algo así cómo:

Querido Sirius:

Me pediste que te mantuviera al corriente de todo lo que ocurriera en Hogwarts, así que ahí va: no sé si habrás oído ya algo, pero este año se celebra el Torneo de los tres magos, y el sábado por la noche me eligieron cuarto campeón. No sé quién introduciría mi nombre en el cáliz de fuego, porque yo no fui. El otro campeón de Hogwarts es Cedric Diggory, de
Hufflepuff. Por favor, dile a Remus, no tengo forma de contactarlo a él.

Arlette.

Me cambié en mi habitación y aproveché para llamar a Percy por mensaje de Iris.

—¿Por qué cada que me llamas uno de los dos está en ropa interior? —preguntó Percy, apoyándose contra el umbral de su ventana. Parecía que acababa de llegar de la escuela, porque por la ventana se veía casi de noche.

—No has visto unas piernas femeninas en tu vida —le dije, divertida —Y sólo es una camisa, que es tuya por supuesto.

Percy suspiró.

—¿Todo bien en tu colegio de brujas? —Preguntó, sonriente, pero al ver mi cara de muerte se le borró la sonrisa —¿Qué pasó?

Le expliqué todo lo del torneo, sobre cómo estaba obligada a competir y en mi plan para huir a Mongolia juntos. Poco después estuvimos hablando un rato más y tuve que colgar porque no tenía más dracmas a la vista, tendría que buscar más después.

Los días siguientes se contaron entre los peores que pasé en Hogwarts. Lo más
parecido que había experimentado habían sido aquellos meses, cuando estaba en segundo, en que una gran parte del colegio sospechaba que era él el que atacaba a sus
compañeros.

Era capaz de entender la actitud de los de Hufflepuff, aunque no le hiciera ninguna
gracia, porque ellos tenían un campeón propio al que apoyar. Tampoco esperaba otra cosa que insultos por parte de los de Gryffindor (les caía muy mal, y siempre había sido así, porque había contribuido muy a menudo a la victoria de Slytherin, frente a ellos, tanto en quidditch como en la Copa de las Casas). Pero había esperado que los de
Ravenclaw encontraran tantos motivos para apoyarlo a mí como a Cedric. Y me había
equivocado: la mayor parte de los de Ravenclaw parecía pensar que me desesperaba por conseguir un poco más de fama y que por eso había engañado al cáliz de fuego para que aceptara mi nombre.

Además estaba el hecho de que Cedric quedaba mucho mejor que yo como campeón.

Era extraordinariamente guapo, con la nariz recta, el pelo moreno y los ojos grises, y aquellos días no se sabía quién era más admirado, si él o Viktor Krum. Llegué a ver un día a la hora de la comida que las mismas chicas de sexto que tanto interés habían mostrado en conseguir el autógrafo de Viktor Krum le pedían a Cedric que les firmara en las mochilas.

Había comenzado a hablar con Percy muchísimo más seguido, y Blaise procuraba no despegarse de mí nunca, porque ya había oído varias amenazas de que me atacarían los mismos alumnos.

²RADIOACTIVE (HP&PJO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora