Una hermosa mujer de cabellos pelirrojos y ojos grises movía mi cara y me examinaba.
—Me temo que es peor de lo que pensábamos —murmuró la mujer.
—¿Mamá? —logré agarrar su mano, la imagen de Lily Evans no se iba de mi mente. Aquella mujer pelirroja era mi mamá, Lily. —Mami, ¿Por qué te fuiste?
La mujer me levantó, la luz del sol me pegó directamente en los ojos y la realidad me golpeó.
Era Artemisa. No mi mamá.
¿Cómo carajos habían liberado a Artemisa?
—Creo que lo mejor será que se vayan —dijo Artemisa.
****
Volamos en círculo sobre el centro de Manhattan, trazando una órbita alrededor
del monte Olimpo. Yo sólo había estado allí una vez. Había subido en ascensor hasta
la planta secreta número 600 del Empire State. Esta vez el Olimpo aún me deslumbró
más.En la penumbra del alba, las antorchas y hogueras hacían que los palacios construidos en la ladera reluciesen con veinte colores distintos, desde el rojo sangre hasta el índigo. Por lo visto, en el Olimpo nadie dormía nunca. Las tortuosas callejuelas se veían atestadas de semidioses, de espíritus de la naturaleza y dioses menores que iban y venían, unos caminando y otros conduciendo carros o llevados en sillas de mano por un par de cíclopes. El invierno no parecía existir allí. Percibí la fragancia de los jardines, inundados de jazmines, rosas y otras flores incluso más delicadas que no sabría nombrar. Desde muchas ventanas se derramaba el suave sonido de las liras y de las flautas de junco.
En la cima de la montaña se levantaba el mayor palacio de todos: la resplandeciente morada de los dioses.
Nuestros pegasos nos dejaron en el patio delantero, frente a unas enormes puertas.
Oh shit, here we go again.
Durante un minuto, Thalia, Annabeth, Percy y yo permanecimos inmóviles, mirando el palacio, tal como habíamos permanecido los
tres frente a Westover Hall al principio de aquella aventura (parecía que hiciera un
millón de años). Luego avanzamos juntos hacia la sala del trono.Doce grandes tronos formaban una U alrededor de la hoguera central, igual que
las cabañas en el campamento. En el techo relucían todas las constelaciones, incluso
la más reciente: Zoë la cazadora, avanzando por los cielos con su arco.Todos los asientos se hallaban ocupados. Los dioses y diosas medían unos cuatro metros de altura. Y te aseguro una cosa: si alguna vez vieses a una docena de seres
todopoderosos e imponentes volviendo sus ojos hacia ti... Bueno, en ese caso,
enfrentarte a una pandilla de monstruos te parecería un picnic.—Bienvenidos, héroes —dijo Artemisa.
—¡Muuuu!
Mi mirada se dirigió a cierto dios de cabello rubio alborotado que había intentado matarme al menos una treinta veces. Nuestras miradas se cruzaron, porque de todos los demás semidioses presentes, su mirada estaba clavada en mí.
Grover permanecía de rodillas ante el trono
de Zeus, como si acabase de rendir cuentas. Pero nada más vernos, exclamó:—¡Bravo! ¡Lo habéis conseguido!
Iba a correr a nuestro encuentro cuando recordó que le estaba dando la espalda a
Zeus y levantó la vista para solicitar su permiso.—Anda, ve —le dijo Zeus sin prestarle atención. El señor de los cielos miraba
fijamente a Thalia.Grover se acercó trotando. Ninguno de los dioses decía nada. El redoble de sus pezuñas en el suelo de mármol resonaba por toda la sala. Bessie chapoteó en su burbuja de agua y la hoguera chisporroteó.
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²RADIOACTIVE (HP&PJO)✔️
Fanfic❝ I raise my flags, don my clothes. It's a revolution, I suppose ❞ dónde arlette potter sale de guatemala para meterse en guatapeor El Cáliz de Fuego ✔️ La Maldición del Titán ✔️ Empezado: 3 de Septiembre de 2023 ...