Cualquier cosa que me estuviera pasando era grave. No recordaba absolutamente nada desde mi encuentro con Afrodita pero los demás actuaban cómo si yo hubiera estado junto a ellos todo el tiempo.
Y bueno, Bianca había muerto. Yo ni siquiera podía recordarlo.
Solo se que me había despertado con un autómata cargandome y dejandonos en algún lugar de San Francisco para ir a buscar al viejo Nereo, un tipo con olor a pies.
Había visto San Francisco en fotografías, pero nunca había estado allí. Era la ciudad más bonita que había visto en mi vida: una especie de Manhattan más pequeño y más limpio, rodeado de colinas verdes. Había una gran bahía, barcos, islas y botes de pesca, y el puente Golden Gate destacaba entre la niebla. Tenía la sensación de que debía sacar una fotografía o escribir una postal: «Besos desde San Francisco. Todavía sobrevivo. Ojalá estuvieses aquí.»
Era muy temprano y casi no había gente circulando. Eso sí: dejamos completamente ñipado a un vagabundo que andaba por el muelle. El hombre dio un alarido al vernos aterrizar y salió corriendo y gritando que venían los marcianos.
Hank y Chuck se despidieron y salieron volando para irse de juerga con sus colegas de bronce. Y entonces caí en la cuenta de que ignoraba nuestro próximo paso.
Habíamos llegado a la costa Oeste. Artemisa
tenía que estar allí, en algún sitio. También Annabeth esperaba. Pero no sabía cómo íbamos a encontrarlas y al día siguiente era el solsticio de invierno. Tampoco tenía la menor idea sobre el monstruo que Artemisa había estado persiguiendo. Se suponía que él saldría a nuestro encuentro durante la búsqueda, que él nos «mostraría la senda», según el Oráculo.Pero no había sido así. Y ahora estábamos allí atascados, en el muelle de los transbordadores, con escaso dinero, sin amigos y sin suerte. Tras un breve cambio de opiniones, llegamos a la conclusión de que había que averiguar quién era aquel monstruo misterioso.
—¿Y cómo vamos a averiguarlo? —preguntó Percy.
—Nereo —respondió Grover.
Lo miré.
—¿Cómo?
—¿No es lo que te dijo Apolo? ¿Que encontraras a Nereo?
Asentí. Yo no había sido la única que había conversado con Apolo la noche que Grover se agenció un Lamborghini.
—El viejo caballero del mar —recordó Percy—. Por lo visto, tengo que encontrarlo y obligarlo a que nos diga lo que sabe. Pero ¿cómo lo encuentro?Zoë hizo una mueca.
—¿El viejo Nereo?
—¿Lo conoces? —preguntó Thalia.—Mi madre era una diosa del mar. Sí, lo conozco. Por desgracia, nunca es demasiado difícil de encontrar. Simplemente, has de seguir el olor.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Percy.
—Ven —dijo ella sin ningún entusiasmo—. Te lo mostraré.
***
Lo vistieron de vagabundo.
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²RADIOACTIVE (HP&PJO)✔️
Fanfiction❝ I raise my flags, don my clothes. It's a revolution, I suppose ❞ dónde arlette potter sale de guatemala para meterse en guatapeor El Cáliz de Fuego ✔️ La Maldición del Titán ✔️ Empezado: 3 de Septiembre de 2023 ...