«Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.»
Buenos Aires, Capital Federal, Argentina.
Entonces.
El viaje al hotel fue hecho en silencio, con un aire tenso en el auto que ninguno se atrevió a romper.
Andrew, porque temía que cosas podía decir si abría la boca, en un ataque de emoción, y Matthew, porque estaba sopesando los últimos acontecimientos. Y no se creía en la capacidad, ahora mismo, para hablar con Andrew sin terminar en discusión.
Matthew podía sentir un dolor punzante detrás de su ojo derecho, advirtiéndole sobre una migraña. No se miraron, solo reconocieron la presencia del otro, por movimientos breves que caían por patrones de convivencia.
Una demora extra en los pasos de Matthew mientras esperaba a Andrew en el vestíbulo, y la forma en como Andrew colocaba su cuerpo, perpendicularmente, al ras del suyo, cuando se abrieron las puertas del ascensor a su piso.
Siempre estando entre Matthew y la próxima bala.
Tampoco se dijeron nada mientras estaban en la habitación. Matthew se dirigió al baño, sin cerrar la puerta de este, y se desnudó. Entro en la ducha y cerro las puertas tras de él. Coloco el agua fría, y gotas de hielo empezaron a caer contra su espalda.
Su cuerpo se relajó.
Y, sin embargo, nunca perdió el estado de alerta, porque fue consiente del sonido de Andrew entrando al baño, recogiendo su ropa, y doblándola. Cerro el agua, y escucho como bajaba la tapaba del inodoro.
—Me manipulaste. — La acusación sonó con eco en el baño. — Me hiciste creer que te gustaba Danielle Parker, sorry, Ms. Reynolds.
Matthew no pudo evitar hablar, aunque sabía que no era lo más sabio: — I thought you liked it.
Hubo un gruñido, que retumbo en el baño, que hizo que cada uno de los vellos en el cuerpo de Matthew se pusiera en punta, y su pene diera un tirón traicionero. Porque Andrew rara vez era frontal con él, en ocasiones muy puntuales perdía sus modales de granja y arremetía, rompiendo sus patrones de conducta.
Y en cada uno de esos momentos, Matthew había estado detrás, provocando la perdida de paciencia.
— Don't do it, Matthew. — dijo en advertencia, seguido de un suspiro profundo, y el sonido del arrastre de palmas contra tela. — Don't make this about me. Me hiciste creer que te gustaba, que había funcionado algo en ti y habías visto algo en ella, pero era un was a fucking game with Vince. Again.
Los movimientos de Andrew eran un borrón por el rabillo del ojo. Matthew podría girar, y verlo, las puertas corredizas, de vidrio, le facilitarían la tarea, pero no sabría que haría si lo viera.
—You know, before I met your father, I thought he was a monster, because I had never met an adult as damaged as you.
Ese comentario lo hizo tensarse. — Andrew. — Su voz se escuchó ronca, en una primera amenaza. Andrew, como era costumbre, hizo caso a omiso, y siguió hablando, como si no hubiera dicho ni una palabra.
Los molares de Matthew apretaron juntos.
— But no, your father is normal, at least as normal as can be expected with his background, your stepmother loves you. — Tomo aire y Matthew se preparó. — Así que no es una sorpresa cuando armo los hilos, cosa que hecho todos estos años, para saber que esta obsesión de tener todo controlado, hasta la mínima cosa, es de tu madre.
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Casada con Él © |HDH#1|
ChickLit«Amaba a su hombre de hielo, a él y a su corazón irreparable.» Ya habían pasado dos años desde la última vez que la vio, 730 días desde que acordaron por mutuo acuerdo ir por caminos separados. Él sabía que tenía dejarla ir. Era un hecho, porque for...