4.

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resbalaron el uno hacia el otro como para caer en ellos mismos.»


Buenos Aires, Capital Federal,  Argentina.

Entonces.

Si había algo que Dany tenía que pagarle a Dios, lo estaba haciendo. Se crió en una familia humilde, su mamá siempre decía, cada vez que pasaban por alguna eventualidad, Dios aprieta pero no ahorca. Bueno, Dany sentía que se estaba ahorcando con cada palabras que pronunciaba.

Porque, aunque podía y había dicho una que otra mentira en sus escasos diecinueve años, lo que decía Leo Weber no eran solo mentiras, eran difamaciones contra todos los trabajadores de Bekommen y las otras empresas, así que, Dany sabía ahora con toda certeza que Leo Weber no tenía ni un solo pepino pensante en su cerebro.

Y solo había pasado media horadesde que había empezado todo este circo mediático y ella estaba una vez más preparada para saltar por la ventana.

—Vemos que, aunque compramos la nueva base de datos, todavía no da resultados para que los vendedores lleguen a la meta que nos piden mensualmente. No estamos teniendo unos meses buenos, pero este último ha sido el peor.

Leo hizo una pausa, y espero que la diapositiva se moviera hacia nuevos gráficos, donde se veían casualmente como Day era la única de las cuatro empresas filiales en presentar números rojos. Dany recibió una mirada impaciente de su parte y tragando el nudo en su garganta ante la gran mentira que estaba diciendo, tradujo lo dicho por Leo.

Day no estaba mal, a principio de mes habían tenido una excelente base, se estaba vendiendo, luego, un día, y Dany no estaba segura cuándo, había empezado a tener una base malísima, clientes que ya tenían el servicio o que habían dicho en reiteradas ocasiones que no querían nada con ellos. Como el día de hoy.

Su boca estaba reseca por haber estado hablando por más de media hora y su cabeza dolía cada vez que miraba por encima de sus lentes hacia el Sr. Reynolds, Rice y Andrew, y los miraba por encima de sus lentes porque no veía nada sin ellos, y Dany no tenía el valor para ver las caras de esos hombres, esas personas que estaban siendo burlados de una forma tan descarada con su propia empresa.

Había unas botellas de agua en la mesa, seis botellas de agua que había sido traídas por Fer por favor de Leo, pero ninguna botella se le había entregado a Dany, tres enfrente de los gringos, y tres repartidas entre Fer, Jesús y Leo, quien ya había tomado dos buenos sorbos en el tiempo transcurrido.

Dany solo quería irse a su casa y no saber nada más de estas personas en su vida.

—Hemos capacitado a los agentes en el nuevo sistema, pero han tardado un poco en adaptarse y solo han pasado dos meses.

Respiro profundo y con dientes apretados tradujo: —We trained them on the new system, but they were a little slow in adapting, and it's only been about two months.

Mentira, porque el nuevo sistema solo lo habían empezado a implementar hacía un mes, y los agentes se estaban adaptando, era difícil para la gran mayoría, porque estaba en inglés y solo le habían dado una diapositiva para guiarse a través de pasos.

Hacer cada paso y hablar con el cliente sin equivocarse ni una vez era casi imposible. Solo habían capacitado a tres grupos, tres grupos de diez, y cada vez que se ponía fecha para el equipo de Dany, algo pasaba.

Ella había ayudado a sus compañeros en más de una ocasión para poder atravesar el sistema.

Dany chupo sus labios, y volvió a respirar, porque la llamarada de ira e indignación que la estaba recorriendo la estaba haciendo ver rojo poco a poco. Sentía la punta de sus orejas rojas, al igual que sus mejillas, y estaba bien, porque solo se sonrojaba en esas situaciones, no cuando veía hombres hermosos.

Casada con Él © |HDH#1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora