Mi habitación estaba oscura, vi la hora en mi teléfono. Eran las 12 del mediodía, vaya que estaba cansada; abrí las cortinas de mi habitación, para así dejar que la luz del día invadiera mi cuarto. Cepillé mis dientes, lavé mi rostro y bajé a desayunar.
- ¡No puede ser! ¿Qué te pasó en los ojos? Soltó Dan, con una tostada en su boca.
-Lo sé, no digas nada. Saqué una cuchara y la metí al congelador.
Tomé un vaso de agua y me serví el desayuno, Marcos entró a la cocina, pude apreciar de reojo que le hacía señas a Dan preguntando por lo que me había pasado.
-Buenos días hermanita. Dijo Marcos
-Buenos días. Me tomé el café.
Pensaba que sería buena idea salir con mis hermanos, desde que empecé a salir con Joel, casi no compartía con mis hermanos.
- ¿Qué les parece ir a comer helados hoy? Pregunté
-Bueno, no tengo planes... Así que sería genial. Dijo Marcos
-Hoy me cancelaron, así que... Voy. Se animó Dan.
-Genial, dejen y me pongo la cuchara en los ojos y nos vamos. Añadí
Saqué la cuchara del congelador y me fui a mi habitación; puse música y me tiré en la cama, mi teléfono empezó a sonar, lo miré, era Ariana. Por lo cual contesté inmediatamente, desde la graduación, no nos habíamos contactado.
-Hola. Contesté
-Hola Ella, ¿Cómo va todo?
-Pues... Se me hizo un nudo en la garganta -Bien. Eso creo.
-Liam me contó lo que pasó con Joel. Suspiró -Lamento no haber estado ahí contigo.
-Está bien. Sollocé, se me nubló la vista -No te sientas culpable, no te conté nada.
-Iré a Edmonton por unos días, tengo que contarte muchas cosas.
-Ok, te estaré esperando. Suspiré -Yo también tengo mucho que contarte.
-Te llamo luego Ella.
-Adiós.
-Y... Antonella.
- ¿Sí?
-Todo va a estar bien.
Colgué y solté las lágrimas que contuve en toda la llamada, vaya que me sentía fatal, nunca pensé que una ruptura fuera tan dolorosa, siento una presión en mi pecho cuando hablo de eso, pero es mejor aceptar el sentimiento y seguir adelante.
...
Ya lista, bajé y esperé a mis hermanos en la sala. Mi madre entró por la puerta principal con las compras del mercado.
-Te ayudo. Sujeté dos grandes bolsas
- ¿Cómo sigues? Preguntó mi madre
-Bien. Saldré con los chicos a comer helado.
-Me alegra escuchar eso cariño, me traen un poco y a su padre también.
Asentí, dejé las compras en la isla de la cocina y caminé hacía la sala.
-Ella, si quieres hablar, estoy aquí para hacerlo.
-Lo sé. Sonreí
Mis hermanos bajaron, saludaron a mamá y salimos de casa. Marcos conducía, Dan iba de copiloto y yo atrás; estaba viendo mi teléfono, me atreví a borrar el número de Joel, fue difícil. No lo voy a negar, pero cuando hice eso en el auto, unas cuantas lágrimas cayeron; luego pasé a borrar las fotos, pero no tuve la fuerza, lo que me llevó a dejar el teléfono.
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Cartas a tú corazón (ACTUALIZANDO)
RomanceTodo marchaba de manera pacifìca en la vida de esta chica, hasta que tuvo que aceptar cambios en su vida. Tuvo que empezar desde cero: Amigos, escuela, aventuras, ¿amor? Dicen que es difícil encontrar el amor verdadero, pero ¿será este el caso de An...