CAPÍTULO 1

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Ha pasado una más de un mes de estar asistiendo a esta nueva escuela, todo ha ido bien por el momento y nos han dejado demasiados trabajos que apenas he podido dormir. Aunque tal vez si fuera más organizada no tendría tanta acumulación de tareas.

-Antonella, ¿estás lista? Gritó mi madre.

¿Es necesario ir a la escuela? tengo mucho sueño, otros 5 minutos por favor.

-Antonella Fossati, si no bajas ahora te arrastraré de las greñas. ¡Baja de una vez!

Me arreglé en un santiamén y bajé las escaleras lo más rápido que pude.

-Con que de nuevo trasnochándote. ¿Qué haré contigo Antonella?

Para calmar la situación, me dirigí a la cocina y le serví a mi madre unas tostadas, con una taza de café; me senté junto a ella mientras desayunábamos.

Luego de comer, fui directo a mi habitación a buscar mis cosas y cepillarme los dientes, bajé de nuevo y salí de casa junto a mamá.

°°°

Estábamos en el auto, está vez le tocaba a mi madre llevarme; mi padre tuvo que viajar de imprevisto por negocios.

-Ella, ¿Qué tal la escuela? ¿nuevos amigos?

-Pues la escuela todo muy bien.

Mientras hablaba con mi madre, escribía en mi libreta unas ideas locas, de la cuál me gustaría ser parte.

- ¿Te ha llamado la atención algún chico?

-!Por dios mamá! Claro que no. Ni siquiera había pensado en eso. fruncí el ceño.

En lo único que pienso es en terminar esas pilas de tareas que hacen que apenas pueda caminar en mi habitación y también poder tener un día completo para dormir.

-Bueno... Tranquila, sólo era una pregunta. Alzó las manos en defensa

Estacionó el auto y soltó una risa pícara para darme un beso en la mejilla. Guardé mi celular y la libreta en el bolso, le devolví el beso a mamá y justo cuando me estoy bajando me da una nalgada.

-Lo siento, no me contuve. Soltó una carcajada y se marchó.

...

Directo al salón de clases, caminé sumergida en mi teléfono, hasta que me tropecé con un torso masculino. Ambos soltamos un quejido.

-Discúlpame, ¿estás bien?

Me lanzó una mirada fulminante.

-Solo fíjate por donde vas.

Él chico se marchó y lo miré por encima del hombro, vi que él volteaba e inmediatamente volteé la vista y me dirigí a mi clase.

Antonella

Hablamos más tarde, ya voy a empezar las clases.

Ariana

Ok. Yo también. Hasta luego.

Ariana es mi mejor amiga, lastimosamente no la veré por cierto tiempo; me mudé de ciudad.

°°°

A ver, hora del receso, que nos tienes para alimentar a esta alma en pena.

Tengo mucha hambre.

-No puede ser, ya se acabaron las hamburguesas.

Se quejó la chica que estaba en frente de mí, haciendo la fila. Ella salió de la dicha fila y se sentó en una mesa cerca de la ventana que daba a la gran cancha de fútbol americano.
La analicé, la chica tenía tez asiática, también un tatuaje que cubría su brazo y parte de su mano, al parecer era un dragón. Tomé un trozo de pizza y caminé hacía donde estaba esta chica.

Cartas a tú corazón (ACTUALIZANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora