CAPÍTULO 10

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En la noche intenté entrar lo más sigilosa que podía, pero no lo logré del todo.

-Jesús... Gritó mi madre - ¿Qué te hiciste Antonella?

Todavía estaba sensible, mis ojos se tornaron algo llorosos.

-Hoy ayudé a Joel a raparse. Mi madre me tocó el rostro, para luego abrazarme.

A la mañana siguiente, me sentía extraña, ya que siempre tenía la costumbre de tocar mi cabello cada vez que me levantaba. Entré al baño a cepillarme los dientes, me miré al espejo y lo único que salió de mí fue una risa fuerte.

Era muy único en mí, hacer cosas extremas y graciosas, ahora mismo pienso que esta fue una de esas. Sentía que alguien se acercaba, me asomé un poco, eran mis hermanos y mi padre.

Salí de sorpresa del baño con una gran sonrisa.

- ¿Qué te pasó? Preguntó Dan con los ojos bien abiertos

-Dios mío, estás calva. Soltó Marcos

Al respecto de mi padre, solo se puso la mano en la barbilla como pensativo, sé que mamá le había contado.

Todos se me acercaron, sus caras eran muy graciosas, empezaron a tocar mi cabeza y a soltar pequeñas risillas. Me agradó mucho alegrarles la mañana a mí familia.

...

Una noche, lloraba en mi habitación, extrañaba mi cabello, pero en el fondo no me preocupaba mucho porque lo hice como una forma de apoyar a Joel. Mi madre entró a la habitación, se subió a la cama, yo me acurruqué en su pecho; mi madre me hablaba y consolaba, mientras yo la escuchaba y oraba a la vez. Tiempo después me quedé dormida.

Durante ese mes empecé a ir más seguido a las citas de quimio con Joel. Intentaba hacerlo reír, siempre he pensado que una buena medicina contra las enfermedades es mantener el corazón un poco alegre. A veces me quedaba por las noches en el hospital, debido a los chequeos obligatoriamente tenía que quedarse. Lo ponía al tanto con las tareas de la escuela, era como su maestra, Intenté hacerle unas galletas, pero desafortunadamente se me quemaron y no se las pudo quemar.

Para finales de noviembre, la doctora en Sandra, encargada del tratamiento de Joel, nos notificó que tendría un próximo examen para verificar si el cáncer había desaparecido o tenía que seguir con el procedimiento. Ese día todos los familiares y amigos de Joel estaban esa tarde en la habitación, se sentía una tensión. Le sujeté la mano fuerte a Joel y le di una leve sonrisa. Él lo intentó, se veía pálido, pero sé que pronto regresaría a su color normal.

Mi cabello empezaba a crecer, era como la cabeza de un bebé que recién le están saliendo sus primeros cabellitos, era muy chistoso, para ese tiempo empezaba a hacer frío en la ciudad, así que procuraba ponerme una cremita y luego un gorro que me abrigara bien.

...

El 10 de diciembre era el cumpleaños de Joel, los chicos y yo estábamos planeando una reunión sorpresa, donde estén presentes los familiares y amigos de Joel.

Theo dijo que se encargaba de la comida y la música, Samantha de las tarjetas y Liam junto a Allison de la decoración. Me dijeron que por haber cuidado mucho a Joel, merecía un descanso de esto.

La semana que viene tendremos la noticia de la doctora Sandra sobre el estado de salud de Joel, solo le entrego a Dios esto, no quiero preocuparme ni nada que se le parezca.

Ese día estábamos en la casa de Joel, los chicos planeaban la sorpresa de cumpleaños de Joel junto a la madre de este. No me dejaron participar, por lo que me senté en el balcón a apreciar el clima y a leer un poco, obviamente escuchando un poco de música navideña, ya que estábamos cerca de ese mes.

Pasado el tiempo de estar meditando en el balcón de la casa de Joel, miré hacía dentro de la casa, veía como todos ponía un grano de arena para sorprender a su amigo. En estos momentos no tenía dinero, por lo que no podía darle un regalo, pero se me ocurrió escribirle una carta, pienso que sería algo mucho más especial y sé que le gustaría.

...

-Antonella, hija, despierta. Dijo mi padre

No había podido dormir bien, hoy era el día. Esa noticia, ni siquiera no las habían dado, pero una parte de mí ya se preocupaba.

Me esforcé por no dejar que la preocupación me consumiera, me levanté de la cama y bajé a desayunar. Por suerte era sábado, no tenía que preocuparme por asistir a la escuela.

Al pisar la cocina, el olor a café invadió mis fosas nasales, un olor indescriptible y cálido a la vez. Mi madre preparaba el café, mientras mi padre preparaba unos pancakes.

-Buenos días Ella. Anunció mi madre

-Buenos días a todos. Me acerqué para darle un beso.

- ¿Dormiste? Preguntó Dan

-Un poco, por más que lo intentaba no lograba dormir.

Me senté en la mesa, mis hermanos ya estaban desayunando, mi padre me puso los pancakes y el café.

-Gracias. Lo miré y me puse de pie para besar su mejilla

El me abrazó, me separó unos segundos de él.

-Todo va a salir bien, no te preocupes. Sonrió y besó mi frente -Ahora come el desayuno, te hará bien.

Y sí, tenía razón, la mañana se hizo más fácil, los desayunos de mi padre tenían magia.

...

Todos estábamos en el hospital, a pesar de que podíamos esperar cualquier noticia sobre la salud de Joel, todos se veían tranquilos. Cuando el sentimiento de preocupación quería apoderarse de mí, respiraba profundo y tomaba café.

-Buenas tardes a todos. Proclamó Sandra

-Buenas tardes. Respondimos todos al tiempo

- ¿Preparados para los resultados de Joel? Todos asentimos con la cabeza -Bueno, la Joel se encuentra... Suspiró

-Díganos Doc. Soltó la madre de Joel

-Afortunadamente, Joel. Tus exámenes salieron limpios.

Fue una alegría inmensa, rebosaba toda la sala. Le planteé un gran beso en la frente. Gracias Dios.

Esa tarde, los chicos, mi familia y yo, pasamos un rato disfrutando la gran noticia con Joel, después cada quien fue a su casa y dejamos a Joel pasar tiempo con su familia.

Sé que Joel estaba pasando por un gran proceso, lo bueno es que podrá recibir la navidad saludable.

Corto, pero fue especial, recibir la noticia de que Joel està sano, fue una de las mejores noticias que Antonella ha podido recibir.

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Cartas a tú corazón (ACTUALIZANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora