CAPÍTULO 17

10 2 0
                                    

Me congelé, no sabía qué hacer al respecto. Mi corazòn empezò a latir fuerte y rápido, mi vista empezaba a nublarse. Era imposible ocultar todos los sentimientos que me guardaba desde que Joel y yo nos habíamos separado; mi respiración empezaba a acelerarse. En ese momento quise llorar, pero me esforcé por contenerlo. Joel empezó a acercarse a mí, inmediatamente bajè la mirada y empuñè las manos. No quería mostrarme vulnerable.

-Antonella. Dijo poniéndose delante de mì -Mìrame.

-No. Suspirè -¿Qué haces aquí?

Joel levantò mi rostro entre sus manos, pero quitè sus manos y esta vez lo miraba con los ojos llorosos y molesta.

-Lo siento. Lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas -Lo lamento mucho, Ella.

-¿Por qué te disculpas? Quise hacerme la dificil -Rompiste mi corazòn. Al soltar esas palabras, las lágrimas que contenía lograron salir

Llorar así y sentirme de esa manera, me hizo darme cuenta que una parte de mi todavía lo amaba, a pesar de que lo había "olvidado".

-No... Suspirò -No sé porqué lo hice, tal vez estaba asustado de herirte. Desde ese día, empecé a arrepentirme de haberte dicho eso. Hizo el intento de sujetarme la mano. -Perdóname.

-¿Por qué hasta ahora? Empecé a llorar con más fuerza y le di la espalda para marcharme.

-Porque leí la carta que me diste de cumpleaños. Soltò de golpe

Me detuve, la carta que le habìa escrito a Joel para su cumpleaños, era las màs sincera que habìa podido hacer; en esa carta le entreguè mi corazòn y le dije que me estaba enamorando de èl. Sè que la carta contenía màs cosas, pero lo que más destacaba eran esas palabras. Me volteé y me acerqué a él.

-Sè que es muy tarde para recuperarte, pero al menos quiero estar en paz y con el corazòn tranquilo de saber que alguien a quien amè y amo con todo mi corazòn, me perdonò por haber sido estùpido y dejarla ir. Sollozò

Querìa saber la razón exacta de por que me habìa terminado.

-¿Por qué decidiste terminar conmigo? Preguntè con firmeza

-Ella. Ese dìa, antes de que llegaras a visitarme al hospital. Los médicos dijeron que el cáncer había invadido mi cuerpo, tenía miedo y quise hacerlo más fácil. Pero me di cuenta, que terminar contigo no impedia que te afectara mi muerte.

Càncer, había vuelto. Esa noticia hizo que me derrumbara en el suelo. Joel seguía hablándome, pero estaba en shock. Noté que se arrodillaba en la arena y seguía diciendo cosas, se notaba preocupado. Lo único que hice fue mirarlo.

-Joel. Lo miré con lágrimas en los ojos -Perdòname tambièn.

Él se quedó viéndome por unos segundos, tomó mi rostro y me besó. Ambos, teníamos las mejillas húmedas; el beso era profundo, cálido y sabíamos que era con la persona correcta.

-Antonella. Se alejó para mirarme -Te amo.

Después de ese beso, tuvimos un abrazo fuerte y reconfortante. Luego nos quedamos mirando el mar, él sujetaba mi mano, hablamos y lloramos, hasta que puse mi cabeza sobre su hombro y me dormì.

...

Desperté, estaba en mi cama, tenìa la pijama puesta, no había rastro de Ariana. Me senté en la cama, intentando recordar lo de ayer, no estaba segura de si lo que había pasado en la playa era un sueño o había sucedido en realidad.

Parecía que preparaban algo para comer, corrì a la cocina, pensando si era él. Pero no fue así, era Ariana preparando el desayuno. Me puse un poco nerviosa, vi a Ariana a los ojos y sentí que notò mis ganas profundas de llorar; ella se acercó a mí y me abrazó.

Cartas a tú corazón (ACTUALIZANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora