Mariane.
—Solo digo que es una gran oportunidad para conocer a todo un equipo, mamá. Sabes que en realidad siempre me ha gustado el América, solo voy a los partidos de Guadalajara por papá.
Dije y ella suspiró.
Llevaba ya toda la mañana intentando convencerla de que me dejara ir a Coapa, pero parecía que nunca daría su brazo a torcer.
—Lo sé cielo pero, ¿qué clase de madre sería si te dejara ir todo un día con un montón de desconocidos a quien sabe donde?
Preguntó mientras ponía la fibra de nuevo en el lavaplatos y me miraba directamente a los ojos.
Normalmente para este punto yo ya me hubiera rendido, pero no podía perder la oportunidad de conocer a mis ídolos.
A Henry, a Zendejas, a todos en general.
Pero principalmente a él, Kevin Álvarez.
Mi corazón se derretía nada más de pensar en su nombre, Kevin llevaba apenas un par de meses en las águilas pero ya se había ganado el amor de todos los aficionados, incluyendo el mío.
Cada vez que recordaba como me paralicé después de aquel incidente, me quería morir.
Sabía que no había sido a propósito como todos lo pintaban, ¿cómo podrían saber ellos mejor que yo?
Ese día había decidido ir contra todas las reglas de mi padre y su típico "en esta casa nadie le va a ese ridículo equipo", y me había formado frente a toda esa gente solo para tratar de conseguir una foto, una firma o aunque fuera una simple mirada de Kevin.
Una cosa llevó a la otra, un tipo bastante alcoholizado tomó a Kevin del brazo y comenzó a gritarle todo tipo de tonterías, él en un intento de hacer que ese hombre lo soltara, se jaló con tal fuerza que acabó perdiendo el control y la dirección de su brazo, golpeando así mi cara con él.
Esperaba un autógrafo, pero un golpe de mi ídolo tampoco estaba nada mal.
Ahora tenía que ir por ahí con esta marca en el pómulo, tratando de explicarle a todas las personas que me preguntaban que había sido un accidente.
—Bien, puedes ir. No voy a ser yo quien arruine tus sueños.
Dijo ella.
Yo me levanté de un salto y corrí a abrazarla, estaba tan feliz que había olvidado un pequeño detalle.
¿Cómo me pondría en contacto con ellos?
Después de agradecerle doscientas veces más a mi mamá, corrí escaleras arriba hacia mi habitación, tomé mi laptop y comencé a buscar alguna nota, algo que me llevara a ellos.
En sus stories de Instagram habían dejado el enlace para comunicarse con ellos, así que eso hice.
Me pidieron un montón de pruebas de que había sido yo, incluso había optado por mandarles una foto de mi cara golpeada, recibiendo de inmediato una disculpa y una respuesta positiva.
Tenía una cita mañana con el equipo de mis sueños, que emoción.
POV Kevin.
—Te llaman los jefes.
Dijo Israel tocando mi hombro durante el entrenamiento, yo bufé.
Había ido ya alrededor de 20 veces a la oficina, mi tarea era identificar a la chica ya que muchas personas estaban tratando de hacerse pasar por ella, que tontería.
—¿Me buscaban?
Pregunté con la voz más amable que pude.
Ellos ni siquiera me hablaron, solo voltearon la computadora y la ví.
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"Fea" || Kevin Álvarez ||
Teen FictionMariane siempre fue una chica poco agraciada, un par de dientes fuera de su lugar, un nulo sentido de la moda y el cabello más desastroso del planeta. ¿Qué pasará cuando un chico totalmente opuesto a ella, entre a su vida? ¿Qué pasará cuando el mism...