—Buenos días.
Dijo Kevin mientras abría la puerta de su auto, yo entré y la cerró detrás de mí, acto seguido caminó hacia el otro lado y subió.
—¿Lista?
—Lista.
Dije mirándolo a los ojos, él hizo lo mismo mientras una pequeña sonrisa se asomaba por su rostro.
—¿Qué quieres desayunar?
—Pensé que estaba acordado que iríamos a una cafetería.
—Pues si, eso dijimos, pero creo que es más educado de mi parte preguntar que es lo que realmente quieres.
Dijo y yo sonreí.
—La verdad preferiría mil veces unos chilaquiles.
—Que rico. Unos chilaquiles serán.
Comenzó a conducir con rumbo a un restaurante mexicano donde, según él, vendían comida exquisita.
—Cuéntame lo más importante de ti, quiero estar preparado en caso de que me pregunten algo.
Nos tomaron la orden.
—Bien, mi nombre completo es Mariane García Chávez, tengo veinte años, estoy estudiando actualmente educación en una universidad privada y tengo que presumirte que tengo un promedio excelente.
Él me miró sorprendido mientras sorbía de la limonada que acababan de entregarle.
—Continúa.
—Vivo con mis padres, soy hija única ya que mi madre tuvo un embarazo de mucho riesgo y no tuvo la oportunidad de tener más hijos, mi padre es médico y mi madre es contadora, no tengo mucha familia más allá de mis abuelos, mamá es hija única también y papá tiene una hermana pero ella nunca se casó así que no tengo primos.
—Vaya, así que son muy pocos nombres que debo memorizar.
Dijo él.
—Si.
Reí.
Platicamos de muchas cosas, nos contamos anécdotas de nuestra infancia e incluso logré sacarle un par de carcajadas.
Honestamente, pasar el tiempo con Kevin estaba resultando mucho más divertido de lo que pensé que sería, era un chico muy interesante y tenía muchísima energía.
Cuando llegó la cuenta traté de sacar mi bolso pero él no me lo permitió.
—Kevin, no tienes que hacer esto, no somos una pareja real.
Dije y él negó con la cabeza.
—Ya lo sé, pero creo que lo menos que puedo hacer por ti es pagar todas estas salidas, Anne, me estás haciendo ya un gran favor, no vas a gastar ni un centavo en algo así.
Yo sonreí de lado.
Me puse de pie al igual que él y antes de salir extendió su mano.
Yo la tomé un poco titubeante y comencé a caminar, pero a medida que avanzábamos sentía más y más comodidad estando con él.
Era como si mi mano encajara perfectamente en la suya, como si mis dedos fueran del tamaño perfecto para ajustar justo entre los de él.
Comenzamos a caminar sin rumbo, solamente esperando que alguien nos viera, que tomaran alguna foto o grabaran.
Sabía que de ahora en adelante mi vida sería así y estaba completamente dispuesta, podría pasar una eternidad mintiéndole al mundo si de ser la novia de Kevin se trataba.
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"Fea" || Kevin Álvarez ||
Teen FictionMariane siempre fue una chica poco agraciada, un par de dientes fuera de su lugar, un nulo sentido de la moda y el cabello más desastroso del planeta. ¿Qué pasará cuando un chico totalmente opuesto a ella, entre a su vida? ¿Qué pasará cuando el mism...