"Fea" || Kevin Álvarez ||

29. Yo no quiero regresar.

Habían pasado dos semanas ya desde que las fotos habían salido a la luz y seguía sin tener mucho contacto con mi novio.

Kevin había optado por enviarme un mensaje el día que todo pasó, mensaje que solo decía:

Mariane, hola.

Se lo que ocurrió, estoy consciente de las fotos y todo lo que los reporteros dicen, y créeme que no puedo dejar de pensar en ello, es por eso que he decidido pedirte unos días para poder enfriar mi mente, mis ideas, para no cometer un error o decir algo de lo que me pueda arrepentir.
NO estoy terminando contigo, te estoy pidiendo un tiempo solamente, ni tampoco te puedo obligar a que aceptes si tú no estás de acuerdo.
Déjame saber que piensas y en cuanto esté listo, y si tú aún quieres hablar conmigo, tendremos esta conversación.
Cuídate mucho y no olvides que aquí estoy pase lo que pase, si tienes un problema no dudes en llamarme, te quiero.

Tal cual si lo hubiera escrito un abogado.

Kevin nunca había sido tan serio para hablar conmigo y la situación me preocupaba, no quería perderlo y mucho menos por algo que había sido un completo malentendido.

Había mandado al demonio a Israel y lo había bloqueado de todos lados.

Honestamente no sabía lo que era capaz de hacer si por su culpa, Kevin y yo no volvíamos a estar juntos.

Entré al departamento en el que vivía antes para sólo encontrarme con Alejandro, Amy y...

Oh.

¿Luis Chávez?

—Oh por Dios.

Dije mirándolo.

Me daba mucha vergüenza fangirlear pero a pesar de ser americanista, Luis Chávez era uno de los jugadores actuales que más admiraba.

—Entonces ella es la novia de mi pelinegro favorito.

Dijo acercándose a mí y rodeándome con sus brazos.

—Anne, cierra la boca, te presento a Luis.

Dijo Alejandro riendo.

—Que gusto, soy súper fan.

Dije y él me sonrió.

Pero qué sonrisa.

—Luis está aquí por la fecha fifa, ¿no es así señor ruso?

Luis soltó una pequeña carcajada mientras asentía.

—¿Fecha fifa?

Pregunté confundida, Alejandro me miró fijamente mientras asentía.

—Así es, Anne. Todos los jugadores que están en Europa vendrán.

—Bueno, los convocados.

Dijo Luis y Alejandro asintió.

—¿Kevin...?

—Si, Kevin ahora mismo debe estar en el avión hacia acá.

Se formó un nudo en mi garganta, ¿por qué no me lo había dicho?

—Bueno, mejor hay que comer, muero de hambre.

Dijo Amy interrumpiendo el incómodo silencio que se había formado en la habitación.

Los chicos habían pedido tacos y hamburguesas para que todos comiéramos, lo que yo no sabía, y al parecer ellos tampoco, era que a la mitad de la comida iba a entrar cierto jugador del Real Betis por la puerta, completamente cargado de maletas.

—¿No vas a saludar a tu mejor...?

En cuanto me vió se quedó callado, sus ojos estaban completamente abiertos al igual que su boca.