"Fea" || Kevin Álvarez ||

37. Tú también me gustas.

POV Kevin.

—Muchas felicidades hermano, espero que todos sus planes salgan exactamente como ustedes los desean.

Dijo Edson abrazándome.

Estábamos en nuestro primer entrenamiento de esta fecha fifa, teníamos que prepararnos para enfrentar a España en un amistoso de preparación para el mundial, y en el segundo partido jugaríamos contra Alemania, una locura.

Justo nos habían dado unos minutos para hidratarnos y decidí contarles a Luis y a Edson los planes que tenía de llevar a Anne a España.

—¿Eso quiere decir que el bebé nacerá en España?

Preguntó Luis mirándome confundido.

Mierda, no lo había pensado.

—Creo que podemos arreglárnoslas para hacer que el bebé nazca aquí.

Ellos asintieron.

La pausa terminó y tuvimos que volver a lo nuestro.

Los entrenamientos para la selección siempre eran muy duros tanto física como emocionalmente.

Aquí no podíamos fallar, no podíamos darnos el lujo de perder un partido o de tomarnos las cosas a la ligera, era nuestro país el que estábamos representando y había mucha gente que confiaba en nosotros.

—Kevin.

Dijo Isra corriendo hacia mí cuando nos dieron la indicación de que podíamos irnos.

—Hermano, ¿qué pasa?

Lo saludé a pesar de haberlo visto en la mañana y el día anterior en la casa de mi novia.

—Hay algo que debes saber.

Oh no.

Yo quería mucho a Isra, pero últimamente cada vez que me quería contar algo o dar una notica, me ponía muy tenso.

Recuperar la confianza en alguien era muy difícil.

—Te escucho.

Dije deteniéndome.

—Amanda te está esperando en el estacionamiento.

—¿Amanda...?

—Amy.

Dijo mirándome fijamente, yo alcé una ceja.

—¿Quién dejó pasar a Amy?

Se encogió de hombros mientras caminábamos hacia mi auto, habíamos acordado que iríamos a comer a casa de mi novia hoy.

—Kevin.

Dijo la chica en cuanto llegué a mi auto, yo la ignoré, desactivé la alarma y ambos subimos.

—Kevin, escúchame.

Corrió en cuanto encendí el auto y se puso enfrente, yo fruncí el ceño.

—No estoy para juegos, Amy. Quítate de enfrente de mi coche.

Negó con la cabeza mientras cruzaba los brazos.

—Te estás portando como una niña.

—Me tienes que escuchar.

—¿Ah si? ¿TENGO que hacerlo?

Dije remarcando la frase.

—Por favor.

Bufé y bajé del auto, no sin antes pedirle a Isra que bajara conmigo.

—Te escucho pero que sea rápido por favor, tengo que ir a casa con mi novia.