Tienes que decidirte ‖ Drarry ‖ Completa

Un descanso

Harry y Ginny se apresuraron hacia la clase de Artes Oscuras con Remus Lupin, emocionados por la perspectiva de ver a sus amigos. Ginny bromeó con Harry sobre la posibilidad de encontrarse con Luna, mientras él respondía con entusiasmo sobre la idea de ver a Cedric.

- ¡Vamos, Harry, apresúrate o tendré que decirle a Diggory!.- Exclamó Ginny, notando que Harry se quedaba rezagado. Harry aceleró el paso, superando a Ginny en el camino.

- ¡A ver si me encuentro a Lovegood por ahí!.- Bromeó Harry, imitando a Ginny con una sonrisa traviesa.

Durante la clase, Harry notaba la mirada de Cedric fija en él. Buscó apoyo en Ginny, quien lo entendió de inmediato y le levantó una ceja con una sonrisa socarrona.

Al finalizar la clase, Cedric se acercó a Harry, quien se había quedado dormido. Le dio un besito en la frente, y Harry se despertó más tarde en el hombro de Cedric, preguntándose cómo había llegado a dormir allí. Cedric, también dormido, se perdieron algunas clases.

Cuando Cedric despertó, Harry fingió estar dormido, pero se sobresaltó cuando Cedric le dejó un beso en la mejilla. Cedric miró la hora y se dio cuenta de que era noche.

- Harry, despierta, son las 6:30 .- Dijo Cedric, zarandeando a Harry.

Harry abrió los ojos y murmuró el nombre de Cedric.

- Quiero quedarme aquí contigo, Ce'.- Dijo Harry.

Cedric propuso perderse la cena y buscar algo en la cocina más tarde, a lo que Harry asintió.

Cedric observó a Harry mientras jugaba con sus manos, perdiéndose en sus pensamientos. De repente, Cedric empujó suavemente a Harry sobre la mesa, con cuidado para no lastimarlo. Se colocó sobre él y buscó la lengua de Harry con deseo, mientras sus pensamientos se volvían cada vez más atrevidos.

Harry era el único que podía hacer que la mente limpia de Cedric Diggory se ensuciara con pensamientos perversos y sucios.

Los labios de Cedric buscaban los de Harry con pasión mientras sus cuerpos se acercaban más. Harry se sentía abrumado por la intensidad del momento, pero al mismo tiempo emocionado por lo que estaba sucediendo entre ellos. Cedric lo besaba con ternura pero también con un anhelo palpable, como si cada beso fuera una declaración de sus sentimientos más profundos.

Los latidos del corazón de Harry resonaban en sus oídos mientras se dejaba llevar por la experiencia. Cedric parecía entenderlo todo, cada gesto, cada suspiro, como si estuviera leyendo los deseos de Harry en su mente. Y Harry, a pesar de su sorpresa inicial, se sentía completamente a gusto en sus brazos.

La tensión entre ellos crecía con cada caricia, cada contacto. Cedric exploraba con sus manos el cuerpo de Harry, acariciando cada centímetro de piel con delicadeza y pasión. Harry respondía con igual intensidad, dejándose llevar por la corriente de emociones que los envolvía.

En ese momento, nada más importaba. El mundo exterior desaparecía y solo existían ellos dos, compartiendo un momento de conexión única e irrepetible. Harry se sentía vivo, emocionado y un poco asustado por la intensidad de lo que estaba experimentando, pero sobre todo, se sentía feliz de estar allí, con Cedric, en ese momento perfecto.

Y así, entre besos apasionados y caricias tiernas, Harry y Cedric se perdieron en el abrazo del amor, dejándose llevar por la magia del momento y prometiéndose el uno al otro que este sería solo el comienzo de su historia juntos.

Los minutos parecían eternos mientras Harry y Cedric se sumergían cada vez más en la intensidad de su conexión. Cada roce de sus labios enviaba corrientes eléctricas a través de sus cuerpos, alimentando el fuego que ardía entre ellos. Harry se sentía completamente absorbido por la pasión del momento, incapaz de resistirse a la atracción magnética que lo unía a Cedric.