Una excepción.

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Era un fresco sábado por la mañana en Hogwarts, y el equipo de Quidditch de Gryffindor se preparaba para un importante partido. Harry, como siempre, estaba ansioso por volar en su escoba y demostrar sus habilidades en el campo de juego. Sin embargo, la emoción se convirtió rápidamente en preocupación cuando durante el partido, Harry sufrió una caída aparatosa de su escoba y se lastimó gravemente el brazo.

Cedric, quien estaba observando el partido desde las gradas, corrió hacia Harry en cuanto vio el accidente. Al llegar a su lado, Cedric notó que Harry había sido hechizado de manera similar a como lo habían hecho en su primer partido de Quidditch, un recuerdo amargo que aún perduraba en su memoria.

El corazón de Cedric latía con furia mientras ayudaba a Harry a levantarse y lo acompañaba a la enfermería. Estaba completamente enfurecido por lo que le habían hecho a su amigo y estaba decidido a asegurarse de que Harry recibiera la atención médica que necesitaba.

Una vez en la enfermería, Harry finalmente se recuperó del hechizo que lo había dejado inconsciente. Cedric permaneció a su lado durante todo el tiempo, preocupado por su bienestar y asegurándose de que estuviera cómodo y tranquilo.

Cuando Harry finalmente despertó, Cedric no pudo evitar sonreír al verlo recuperarse.

- ¿Cedric?.- Murmuró Harry, sorprendido de ver a su amigo en la enfermería.

Cedric se levantó rápidamente de su silla y se acercó a Harry para darle un abrazo.

- ¡Harryyyy!.- Exclamó, aliviado de verlo despierto y consciente.

Preocupado por Cedric, Harry preguntó por sus clases y le instó a que no se quedara si tenía otras obligaciones. Sin embargo, Cedric rechazó la idea, insistiendo en que lo más importante en ese momento era asegurarse de que Harry estuviera bien.

A lo largo del día, Cedric demostró ser un amigo devoto, permaneciendo al lado de Harry y brindándole apoyo y compañía durante su recuperación. La presencia constante de Cedric trajo consuelo a Harry en un momento difícil, y comenzó a apreciar aún más la amistad que compartían.

Pero a medida que pasaba el día, Harry no podía sacar de su mente ciertos pensamientos. Recordaba las sensaciones intensas que había experimentado cuando Draco Malfoy lo besó recientemente, y ahora se preguntaba si estaba sintiendo algo similar por Cedric. La idea lo dejó confundido y desconcertado, pero una cosa era segura: había algo especial en la forma en que Cedric lo cuidaba y lo apoyaba, algo que Harry no podía ignorar.

Mientras Harry continuaba recuperándose en la enfermería, una inesperada figura apareció en la puerta. Era Draco Malfoy, quien entró con una expresión de preocupación en su rostro.

Harry se sorprendió al ver a Draco allí y se preguntó qué podría haberlo traído a la enfermería. Aunque habían tenido sus diferencias en el pasado, Harry no podía evitar notar la genuina preocupación en los ojos de Draco mientras se acercaba a su cama.

- Potter, ¿estás bien?.- Preguntó Draco con una mezcla de sorpresa y preocupación en su voz. Aunque su tono era algo brusco, Harry pudo detectar una nota de sinceridad detrás de sus palabras.

Harry asintió con cautela, sin estar del todo seguro de cómo responder a la presencia de Draco. Después de todo, no era frecuente que Draco mostrara preocupación por él de esta manera.

- Estoy bien, gracias.- Respondió Harry finalmente, tratando de mantener su tono neutral. Aunque se sentía un poco incómodo con la presencia de Draco, no podía negar que apreciaba su gesto de preocupación.

Draco permaneció junto a la cama de Harry por un momento más, mirándolo con una expresión indecisa en su rostro. Finalmente, pareció tomar una decisión y se volvió para salir de la enfermería.

Tienes que decidirte ‖ Drarry ‖ CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora