Tienes que decidirte ‖ Drarry ‖ Completa

Tejiendo Sueños de Amor.

Con un deseo abrasador ardiendo entre ellos, Harry y Draco se entregaron completamente al éxtasis del momento. Cada beso era más apasionado que el anterior, cada caricia más intensa, como si estuvieran tratando de fundirse en uno solo.

Draco, sintiendo la urgencia del deseo, desató lentamente la camisa de Harry, revelando su pecho desnudo a la luz suave que se filtraba por la ventana. Sus manos exploraban cada centímetro de piel, dejando una estela de fuego a su paso.

Harry se dejaba llevar por la tormenta de sensaciones que lo envolvía, sus gemidos se mezclaban con los de Draco en una sinfonía de placer. Cada toque de Draco encendía una chispa dentro de él, haciendo que su corazón latiera con fuerza y su piel se erizara de anticipación.

Sin palabras, se comunicaban con sus cuerpos, cada contacto hablaba de deseo y pasión desenfrenada. No había espacio para el pensamiento racional, solo para el anhelo ardiente que los consumía por completo.

La habitación estaba impregnada con su aroma, con el sonido de sus respiraciones entrecortadas y el eco de sus gemidos de placer. En ese momento, no existía nada más que el uno para el otro, perdidos en un torbellino de deseo y éxtasis.

Y así, en la oscuridad de la habitación, Harry y Draco se entregaron al fuego del deseo, consumidos por la pasión que los unía en cuerpo y alma. Cada momento era un vértigo de sensaciones, cada beso una promesa de amor eterno. En ese instante, eran uno solo, fundidos en la intensidad del momento, dejando que el fuego del deseo los consumiera por completo.

Con una sonrisa traviesa bailando en sus labios, Draco decidió llevar su juego con el vibrador a un nuevo nivel. Con manos expertas, ajustó hábilmente los controles del dispositivo, cambiando la configuración para que las vibraciones fueran aún más intensas y variadas.

El efecto fue inmediato: Harry se estremeció bajo el poder del vibrador, sintiendo cómo las sensaciones se multiplicaban y se intensificaban en cada rincón de su cuerpo. Cada pulsación era como una ola de placer que lo arrastraba más y más cerca del precipicio del éxtasis.

Los gemidos que escapaban de los labios de Harry se volvieron más profundos, más necesitados, mientras Draco continuaba jugando con el vibrador, explorando los límites del placer que podían alcanzar juntos. Cada toque, cada ajuste, era como una promesa de un placer aún más intenso y delirante.

Aunque Harry se sentía abrumado por la intensidad de las sensaciones, también se sentía completamente entregado al placer que le brindaba Draco. Cada movimiento, cada vibración, lo llevaba más allá de lo que había experimentado antes, empujándolo hacia nuevos niveles de éxtasis y deleite.

Y así, en la oscuridad de la habitación, Harry y Draco se entregaron por completo al juego del placer, dejándose llevar por la vorágine de sensaciones que los envolvía. Cada momento era una danza de éxtasis y pasión, una sinfonía de placer que los llevaba a nuevas alturas de gozo y deleite. Y en medio de todo eso, se aferraban el uno al otro, sabiendo que mientras estuvieran juntos, no había límite para el placer que podían experimentar juntos.

La habitación parecía impregnada de electricidad, con cada vibración del dispositivo alimentando el fuego del deseo entre Harry y Draco. El aire estaba cargado con gemidos entrecortados y susurros de placer, mientras se entregaban por completo al juego sensual que compartían.

Draco, con una mirada llena de lujuria, exploraba cada centímetro del cuerpo de Harry con el vibrador, encontrando cada punto sensible y cada zona erógena con precisión exquisita. Cada toque era como una descarga de placer que encendía el deseo dentro de Harry, llevándolo a nuevas alturas de éxtasis y deleite.

Las sensaciones eran abrumadoras, pero Harry se dejaba llevar por la marea de placer que lo envolvía, entregándose por completo a las manos expertas de Draco. Cada vibración era como una caricia ardiente que lo consumía, llevándolo más y más cerca del borde del abismo del placer.