Secreto.

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En otro día de clases, la rutina en el aula de pociones parecía continuar como siempre, pero para Harry, las cosas estaban lejos de ser normales. A pesar de intentar mantener una fachada de calma y normalidad frente a Hermione y Ron, en su interior se sentía cada vez más ansioso por la situación con Draco.

Mientras Snape daba instrucciones sobre la tarea del día, Harry no podía evitar distraerse con pensamientos sobre Draco y lo que había sucedido entre ellos. Aunque intentaba mantener la mente enfocada en la clase, el recuerdo del beso de Draco lo perseguía, dejándolo con una mezcla de emociones confusas.

Hermione, siempre alerta a los cambios en el comportamiento de Harry, notó su distracción y se acercó a él discretamente.

- ¿Estás bien, Harry? -preguntó con preocupación en su voz.

Harry asintió rápidamente, forzando una sonrisa. No quería preocupar a Hermione ni a Ron con sus propios dilemas emocionales, especialmente cuando aún estaba tratando de entender lo que significaba todo lo que estaba sucediendo con Draco.

- Sí, Hermione, estoy bien, solo un poco cansado -respondió con evasión, esperando que su amiga no notara su mentira.

Aunque Hermione parecía dudar un poco, decidió no presionar a Harry más y regresó a su lugar para continuar con la tarea.

Mientras tanto, Ron se quejaba en voz baja sobre la dificultad de la tarea, y Harry trató de enfocarse en ayudar a su amigo mientras luchaba por mantener sus propios pensamientos bajo control.

A medida que avanzaba la clase, Harry se dio cuenta de que tendría que enfrentarse a la situación con Draco en algún momento, pero por ahora, estaba decidido a mantener sus emociones en privado y centrarse en lo que tenía frente a él: la tarea de pociones y el apoyo de sus amigos.

Con el paso de las horas, la clase de pociones finalmente llegó a su fin, y Harry se sintió aliviado de poder dejar el aula y tomarse un momento para procesar todo lo que estaba sucediendo.

Mientras salían del aula junto con Hermione y Ron, Harry notó que su mente seguía divagando hacia Draco y los eventos recientes. Sabía que tarde o temprano tendría que afrontar la situación de frente, pero por ahora, se sentía abrumado por la confusión y la incertidumbre.

Hermione, siempre atenta a los cambios en el ánimo de Harry, lo observaba con preocupación mientras caminaban por los pasillos del castillo.

- Harry, ¿estás seguro de que estás bien? Pareces preocupado -dijo Hermione en tono suave, colocando una mano reconfortante en su hombro.

Harry suspiró, sintiéndose agradecido por tener a amigos que se preocupaban por él. Sin embargo, no estaba seguro de cómo explicar lo que estaba sucediendo sin revelar demasiado sobre su situación con Draco.

- Estoy bien, Hermione, solo un poco distraído últimamente -respondió, tratando de sonar convincente.

Ron, que caminaba a su lado, parecía haberse dado cuenta de la tensión en el aire y decidió intervenir con su característico sentido del humor.

- ¡Vamos, Harry! Siempre estás distraído, ¡eso no es nada nuevo! -bromeó Ron, intentando aligerar el ambiente.

Aunque la broma de Ron logró sacar una pequeña sonrisa de Harry, no pudo evitar sentirse agobiado por todo lo que estaba pasando en su vida en ese momento. La confusión sobre sus sentimientos hacia Draco y la presión de mantener todo en secreto estaba empezando a pasarle factura.

Mientras continuaban su camino por los pasillos del castillo, Harry se prometió a sí mismo que encontraría una manera de resolver sus problemas y enfrentar lo que estaba por venir. Pero por ahora, necesitaba tiempo para reflexionar y decidir cómo abordarían las cosas con Draco y el resto de sus amigos.

Tienes que decidirte ‖ Drarry ‖ CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora