Un regalo.

72 7 0
                                    

Harry y Cedric pasaron horas reflexionando sobre qué regalo podrían darle a Neville en agradecimiento por su ayuda. Mientras discutían, Harry notó un libro sobre las Echeveria Derenbergii, unas plantas que sabía que a Neville le encantarían debido a su pasión por la Herbología.

— Cedric, creo que sé qué podemos regalarle a Neville —dijo Harry, mostrándole el libro—. ¿Qué te parecen estas Echeveria? Son realmente hermosas.

Cedric examinó las imágenes en el libro y sonrió con aprobación.

— Son preciosas. Estoy seguro de que a Neville le encantarán —respondió Cedric, entusiasmado.

— Claro, a Neville siempre le han encantado las plantas —convino Harry, aunque luego expresó una preocupación—. Pero, ¿dónde las conseguiremos?

— Buena pregunta —admitió Cedric, reflexionando sobre la logística.

Decidieron abrir el libro para ver más detalles sobre las Echeveria Derenbergii y descubrieron que se encontraban en el fondo del lago negro. A pesar de la reticencia de Cedric a regresar al lago, Harry se ofreció a ir solo.

— Tranquilo, Ce', puedo encargarme de esto —dijo Harry, tratando de tranquilizar a su amigo—. Será rápido.

— Si algo te sucede, te juro que te mataré —advirtió Cedric con seriedad.

Harry rió ante la paranoia de Cedric y tomó su mano para llevarlo consigo, aunque Cedric se sorprendió por el gesto.

— Espera, Harry, ¿estás... estás agarrando mi mano? —tartamudeó Cedric, visiblemente sorprendido por el contacto.

— Sí, lo siento —respondió Harry, un poco avergonzado, pero sin soltar su mano.

Aunque Cedric inicialmente había decidido acompañar a Harry, cambió de opinión repentinamente sin explicación aparente.

— Harry, voy contigo —declaró Cedric, tomando la decisión de acompañar a su amigo.

— ¿Por qué el cambio de opinión? —preguntó Harry, intrigado por el repentino cambio de actitud de Cedric.

— No lo sé, solo... vamos, no preguntes —respondió Cedric con firmeza, frunciendo el ceño.

Después de obtener las Echeveria Derenbergii del lago, Cedric y Harry las colocaron en un jarrón y se dirigieron a entregar el regalo a Neville. Sin embargo, Harry recibió una llamada urgente de Draco y le pidió a Cedric que entregara el regalo en su lugar.

— Cedric, necesito pedirte un favor. ¿Podrías llevarle el regalo a Neville? —solicitó Harry, explicando la situación.

— Claro, Harry —respondió Cedric, aceptando la tarea.

Harry se despidió de Cedric y se apresuró a encontrarse con Draco. Después de explicarle a Draco sobre el regalo para Neville, Draco expresó su preocupación por la cercanía entre Harry y Cedric.

— ¿Qué estabas haciendo con Diggory? —preguntó Draco, visiblemente molesto.

Harry explicó rápidamente la situación y aseguró a Draco que no tenía nada que temer.

— Está bien, Harry. Pero no te permitiré hacer lo mismo con Diggory que haces conmigo —advirtió Draco, antes de besar a Harry y marcharse.

Después, Harry corrió para alcanzar a Cedric y, una vez que entregaron el regalo a Neville, observaron con satisfacción la alegría en el rostro del amigo de Harry.

— ¿Ves? —dijo Cedric—. Te dije que le encantaría nuestro regalo.

— Tal vez, ¿tú crees? —respondió Harry, aún dudando un poco.

— Por supuesto —aseguró Cedric con una sonrisa.

Con el regalo entregado y Neville feliz, Harry y Cedric se despidieron del chico y se alejaron, satisfechos con haber expresado su gratitud de esa manera.

Después de haber entregado el regalo a Neville y despedirse de él, Harry y Cedric salieron de la biblioteca, sintiéndose satisfechos por haber expresado su gratitud de esa manera. Mientras caminaban por los pasillos de Hogwarts, Cedric se detuvo de repente y miró a Harry con una expresión pensativa.

— ¿Qué pasa, Cedric? —preguntó Harry, notando la expresión seria en el rostro de su amigo.

Cedric suspiró antes de responder.

— Harry, tengo que decirte algo. —dijo con seriedad—. Siento que debo disculparme contigo.

Harry frunció el ceño, confundido por la repentina necesidad de disculpa de Cedric.

— ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? —inquirió Harry, preocupado por la aparente incomodidad de Cedric.

Cedric miró a su alrededor, asegurándose de que no hubiera nadie cerca, antes de hablar en voz baja.

— Es sobre lo que pasó en el lago negro —comenzó Cedric, evitando el contacto visual con Harry—. Cuando fuimos a buscar las Echeveria, hubo un momento en el que pensé que algo malo te iba a pasar. Y eso me asustó mucho.

Harry se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Cedric. Se sintió conmovido por la preocupación genuina de su amigo.

— Cedric, gracias por preocuparte por mí —respondió Harry, poniendo una mano en el hombro de Cedric—. Pero no tenías por qué sentirte así. Estoy bien, y tú estuviste ahí para ayudarme.

Cedric asintió, sintiéndose aliviado por la comprensión de Harry.

— Lo sé, pero... aun así me siento responsable de ti. Eres mi amigo, y no puedo evitar preocuparme por ti. —confesó Cedric, mirando finalmente a Harry a los ojos.

Harry sonrió cálidamente, apreciando la amistad y la preocupación genuina de Cedric.

— Y tú también eres mi amigo, Cedric. Estamos juntos en esto —dijo Harry, ofreciendo un abrazo reconfortante a Cedric.

-------------------//-------------------//--------------------//------------------//-----

¿Alguién que me regale las Echeveria Derenbergii?.

¿Nadie?.

*emoticon enojado*.

😠

Espero y les haya gustado este cap aunque esta demasiado corto.

¡Nos vemos en el proximo cap!.

Bonne matinée.

Max.

Tienes que decidirte ‖ Drarry ‖ CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora