Némesis el origen [+21]

Capítulo 4.

Brooke.

Enderezo la espalda estirándome sobre la silla, llevo casi dos horas sentada tratando de  completar el informe que debo llevarle más tardar a las nueve a Ares.

Es una de las razones por las que jamás acepte un ascenso, como agente solo tenía que entregar informes individuales, ahora tengo que entregar todo lo relacionado sobre como van los reclutas nuevos.

Han sido dos largas semanas llenas de entrenamiento sumamente completo.

Algunos novatos son verdaderamente buenos y muy hábiles, pero otros por el contrario serán regresados a la academia en caso de no mejorar en esta semana.

—¡Sis! —me sobresalto en cuanto la puerta es abierta dejando ver a la hermosa castaña que entra con una gran sonrisa— levanta tu culo de ahí y vámonos.

Medio sonrío negando y hace pucheros como perrito regañado.

—Tengo que entregar este informe, te veo mañana Afrodita.

Se deja caer en la silla con brazos cruzados.

—Te espero, hoy saldrás conmigo y las chicas.

Me río negando con la cabeza, estas semanas ya me he hecho a la idea de que Rusia será mi residencia, así que me convencí a mi misma de que puedo permitirme socializar.

Además Afrodita y los demás han sido sumamente amables conmigo y ciertamente no me desagrada del todo pasar tiempo con ellos.

—Y bien, ¿Cómo vas con eso de acoplarse a los entrenamientos?

Suspiro mientras escribo con rapidez en la macbook.

—Bien, creo que al fin me pondré en forma —bromeo— la sensación de que me arrancan las piernas y brazos ha ido desapareciendo.

—No seas modesta eres la envidia del cuartel, ya quisiéramos todas tener tu cuerpo —se queda viendo fijamente a mis tetas y se ríe sacudiendo la cabeza— muchas rumorean con que te preguntarán el contacto del cirujano, y tranquila, la sensación desaparece después de un mes entrenando constantemente.

Me río con fuerza y ella me sigue, termino de escribir unas cuantas cosas más y le doy imprimir.

—Lamento decepcionarlas, no hay ningún contacto —hace otro puchero— pero podría preguntarle a mi antigua líder sobre el suyo, le dejó unas tetas para morirse.

Se toma los pechos en las manos como sopesándolos y se pone de pie haciendo lo mismo con su trasero.

—¿Tu que crees, lo necesito? —se gira y la observo divertida— mi príncipe dice que soy más que perfecta, pero siendo objetivas ¿Tú que piensas?

Afrodita es una hermosa colombiana, su cuerpo es curvilíneo y aunque es bajita de estatura, es preciosa.

—Para nada lo necesitas, concuerdo con Zeus, estás perfecta.

Sonríe grandemente echando sus trenzas hacia atrás.

—¡Tienes razón! Tengo un culo fenomenal y unas tetas perfectas —me río y tomo las hojas acomodándolas en la carpeta— Vamos que te acompaño y de ahí nos vamos a cambiar.

Salgo con ella detrás, habla y habla sin parar, no me molesta en absoluto, me cae muy bien y respeta mis limitaciones.

Llegamos al piso en donde se encuentra el despacho del líder y Spencer nos saluda sonriente.

—Buenas noches capitanas —hace el respectivo saludo al que yo aun no me acostumbro— ahora mismo las anuncio.

Nos indica que podemos entrar y caminamos hacia la puerta, abro dejando pasar primero a Afrodita.