Capítulo 8.

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Acercamientos peligrosos.

Brooke.

No lo veo pero se que me observa, lo puedo sentir.
Hera pasa por un lado ofreciéndome una copa que acepto, la noche va normal pero la sensación de picazón en mi piel por ser observada no desaparece.

Escaneo la estancia con disimulo antes de caminar hacia el balcón que da al gran jardín lleno de rosas blancas.

En el tiempo que llevo aquí he podido observar al menos veinte guardias custodiando, sin contar a los que se encuentran afuera y los que están infiltrados como meseros.

—¿Entonces eres de las mujeres que están resentidas con los hombres o de las que están en busca del amor verdadero?

Tomo un sorbo de mi copa viendo de reojo su perfil, las fotos que nos proporcionaron en El Olimpo deben ser viejas ya que el hombre que ahora se encuentra a un lado de mi no es nada parecido al que salía en las fotografías.

El cabello negro que solía caerle en la frente ahora no es nada más que una cabeza rapada, pero no por eso se mira menos atractivo, su belleza viene acompañada de oscuridad, una oscuridad que atrae.

—Mas bien de las que no buscan nada, me gusta mi libertad.

Recarga los antebrazos en el balcón viendo hacia los hombres que se mueven de esquina a esquina.

—Elena Cox — saborea el nombre — ¿Qué te trae a Rusia, si no es una decepción amorosa?

Recargo la espalda en el balcón.

—No mucho, solo vine de visita con mi prima, esta de luto.

—De luto… — toma la misma posición — ella de luto y hasta el último momento Leo murió junto a su puta, tu prima solo era un accesorio bonito.

Guardo silencio, el guión que nos dieron no me funcionará así que debo ser creativa.

—Se lo hemos dicho, ese hombre no la merecía pero al final ella es quien vivió con él, solo cumplo con no dejarla sola — por primera vez busco sus ojos sosteniéndole la mirada — y tengo mejores oportunidades de trabajo aquí.

—Eso suena mas creíble — medio sonríe — ¿A qué te dedicas?

—Soy artista, maquillista más bien.

Asiente, un silencio se forma, no deja de observarme y de repente su cercanía me produce ganas de correr. El recuerdo de mi aceptando no follar con él mientras Logan me intentaba someter sexualmente me golpea haciéndome caer en la realidad.

Maldito imbécil, y que estúpida fui.

—Linda nariz — regreso mi vista hacia el viéndolo sin entender — algo te molesto y la arrugaste.

Instintivamente me llevo los dedos a la nariz.

—Eres muy fijado.

—Me gusta observar lo que hay a mi alrededor y más si tienen tal belleza como tu.

Medio sonrió, creo que no será necesario hacerme amiga de Ekatherina.

—Es hermoso lo que hace  tu hermana, la causa por la que lucha.

—Los derechos a la mujer es algo que le apasiona desde niña, no tolera el abuso y todos los fondos serán dados a mujeres sin hogar, madres solteras y jóvenes que han sido abusadas.

Oculto la sorpresa, en el cuartel no paran de hablar de lo superficial que es la hermana del Boss, no puedo asegurar que no lo sea pero me remito a darle el beneficio de la duda.

Némesis el origen [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora