Capítulo 23.

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Coqueteando con la muerte.

Brooke

—Es increíble que a estas alturas aun sigan habiendo preferencias y tratos especiales a cambio de sexo —  dice Medusa, tan alto que incluso varios se le quedan viendo.

Aprieto los dientes conteniéndome, sinceramente me esta colmando la paciencia, lleva días lanzando su veneno.

—¿Quién diría que el cuartel está lleno de putas? — sigue, pero esta vez pasa por mi lado empujándome — por ejemplo…

—Tú — la interrumpo completando lo que iba a decir, algunos se ríen con disimulo y yo sonrío lo mas natural que puedo — tu, deberías tener cuidado casi te mancho.

Señaló mi café y muerdo mi lengua conteniendo la carcajada, quiero golpearla.

—Eres una..

—Ya Medusa — le dice Atenea quien me mira apenada — estas haciendo un espectáculo.

—Pues no es para nadie un secreto — se cruza de brazos — tanto jactarse y llego aquí a base de…

—De logros, medallas, reconocimientos y mucho trabajo — interrumpo tranquila — cuenta las estrellas Teniente y aprenda como le habla a su superior, por mucho que te pese me respetas.

—Te crees tanto — me apunta bufando de la rabia — solo eres su puta de paso…

—Por tu bien espero y cierres la puta boca — se sobresalta y los demás se tensan en sus lugares — Némesis es tu capitana, esto no es un circo o telenovela, última vez que le hablas así a un superior o pateare tu culo fuera de mi cuartel.

La cara se le tiñe de rojo, esta rabiosa, pero tiene la sensatez de guardar silencio e irse.

Suspiro enojada, valla mierda. En todos estos años nadie me había menospreciado en mi trabajo ni mucho menos habían cuestionado el como llegué a donde estoy.

—Lamento eso — me dice Logan y niego.

—Odio que rebajen mi trabajo a algo tan insignificante como el tener sexo con mi jefe — hablo en voz alta esperando que los demás me escuchen — la próxima vez que alguien se atreva a hacerlo yo misma le mostraré el porqué estoy donde estoy.

El coraje no se me va, pero soy paciente, ya vendrá mi turno y voy a borrar la puta sonrisa del rostro de Medusa a base de puños.

—Edmon me informo que hay un paquete fuera de tu departamento — me dice y me tenso en mi lugar — ya sabes, hacia la ronda de seguridad, lo dejo en la sala.

—Claro — me aclaro la garganta — seguro es Ekatherina, no para de mandarme ropa y zapatos.

Me escudriña y hago uso del toda mi experiencia para mantener la máscara.

—Bueno, hay que admitir que la mafiosa tiene buen gusto — empujo su hombro molesta de que la llame así — eso es lo que es, ya sabes que este tipo de relación que tienes con ella no está bien.

—Ya déjalo — me encamino a la mesa — ya sabes lo que pienso.

No dice más pero soy demasiado consiente de que esto será un gran problema a futuro, claro si es que los Farhat me dejan llegar a ese paso.

***

“No sabes cuanto deseo tenerte por fin en mis brazos Jamil, el recorre esa piel blanquecina con mis labios, hacerte temblar y gozar tanto que rogaras por quedarte.

Guárdalo, espero verte con el puesto la próxima vez.”

Siempre tuyo Z.F

Reparo el vestido rojo de encaje, es tan revelador pero a la vez cubierto que solo despertaría el deseo de ver que hay debajo.

Némesis el origen [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora