Némesis el origen [+21]

Capítulo 1O.

Un placentero error.

Brooke

A lo largo de mi vida y mi carrera pocas veces rompí las reglas, jamás cometí errores, hacia lo que debía siempre.

Pero hoy, hoy al cruzar la puerta del pent-house no hay reglas que me valgan.

Salgo del baño limpiando los restos de agua en mi boca con el dorso de mi mano, esta viendo hacia el gran ventanal. Mantiene una postura tensa, los músculos de la espalda se remarcan a través de la camisa negra que ahora tiene un par de botones sueltos.

Me acerco quedando a su lado.

—¿Qué vamos a hacer? — rompo el silencio ocasionando que se gire a verme — ella nos vio.

—¿Qué es lo que te preocupa tanto?, ¿El que nos viera y la misión se fuera a la mierda o que es lo que te angustia? — me escudriña, trago saliva nerviosa — porque honestamente tu actitud hacia Ekatherina no es profesional.

—No se a que te refieres con eso.

—Brooke, te involucraste de más con los Sokolov.

El que se refiera a ellos y no solo a ella me da una salida.

—¿Los? — me río — Ekatherina  nos vio y te preocupa el que me involucre con ellos, o mejor dicho con Sergei más que el que esto se valla al carajo y tengamos que empezar de cero.

—Habíamos quedado en algo y tu no lo cumpliste.

Me río con ganas, no puedo creer que el hable en serio.

—No Logan, no quedamos en nada, tu me manipulaste en un momento en el que estaba vulnerable para que aceptará algo que ni siquiera tiene sentido — señalo — sabes la clase de agente que soy, tu me trajiste aquí especialmente para esta misión.

—No me importa, no quiero que te toque.

Retrocedo un paso cuando se acerca, no me gusta por donde va la conversación, es decir, no soy estúpida se que le atraigo y es mutuo, pero solo es eso, no debería celarme ni mucho menos.

—Logan, es parte de mi trabajo y aun si no lo fuera no debería incumbirte — trato de sonar lo mas calmada posible.

Me toma de la cintura acercándome peligrosamente a su cuerpo.

—¿Y crees que no lo se? — su aliento choca contra mis labios — lo se Brooke y créeme me jode, porque quisiera que no me importara una mierda. Pero no es así, no soporto ni siquiera pensar en que otro te mire.