Después de casi una hora entera sobrevolando las profundidades del bosque, el vampiro y la princesa finalmente dieron con el lugar perfecto que les serviría como un refugio temporal y punto de encuentro: Una mansión abandonada.
Aterrizando para poder así explorar la corroída y fantasmagórica estructura, pudieron confirmar que ésta no hubo sido visitada como mínimo en la última década. Justo lo que buscaban: Un lugar del que Adrick no tuviera conocimiento.
El plan era simple y, todo había sido idea de Li: Antes de que ambos se dieran a su fuga definitiva, Alexei se le adelantaría esa misma noche; ni ella ni el mismo vampiro creían que fuese buena idea escapar los dos al mismo tiempo, sería demasiado evidente y complicaría demasiado las cosas pues el Rey, no era ningún tonto. Pero claro estaba que el monarca se percataría al instante del plan si fuese su propia hija la primera en desaparecer, por lo que la opción más lógica a realizar sería que el vampiro fuera el que se adelantara en su huida de Palacio ya que, especulaban, el Rey no acudiría a su torre residencial sino hasta otro encargo que darle y, para ese entonces, ambos ya estarían muy lejos de su alcance. Así, convinieron en que Alexei esperaría en un lugar alejado aunque reconocible para la princesa que en un par de días lo alcanzaría con un transporte y pertenencias apropiadas para viajar.
Era un plan infalible. Bueno, al menos para Li, quien estaba segura de que saldría a la perfección. Aunque para el vampiro... No creía que fuera a resultar así de simple y fácil pero tampoco tenía una idea mejor. En dado caso de que las cosas no salieran como lo esperaban estaba preparado para actuar en favor de la princesa, ya sea si el resultado acabara afectándolo directamente o no. Aún así, esperaba que nada de eso fuera necesario, por el bien de Li.
―¿Estás segura de que quieres hacer esto? ―llamó la atención de la princesa, quien ahora se encontraba más que nada curioseando entre los escombros de la difunta mansión.
―¿Qué cosa?
Se hallaba distraída por el objeto que tenía en frente. Alexei tocó su hombro para desviar su atención en dirección suya.
―Arriesgarte a abandonarlo todo por una situación que a ti no te afecta directamente.
Li lo miró unos segundos.
―En eso estás equivocado: Sí que me afecta. ―respondió ella, finalmente poniéndose en pie para encararlo directamente, al hacerlo, se posicionó a una distancia que cualquier otro podría tachar de incómoda― Me afectaría estar alejada para siempre de ti.
El vampiro la observó, buscando duda o mentira en su mirar. No encontró más que el deseo de brindarle un afectuoso gesto que pareciera ya haberse convertido en el predilecto de la princesa para expresarle su devoción a él. Se apartó antes de que pudiera hacerlo; aún no estaba conforme con la decisión de la heredera, no podía sino sentir que, pese a todo ser idea suya y que él no estuviese obligándola a nada, era bastante probable que estuviera a punto de cometer un gravísimo error.
―Si decides hacerlo ya no podrás volver a tu hogar jamás. ¿Es eso lo que quieres?
Ahí estaba otra vez: La voz de la razón. ¿Por qué no podía simple y sencillamente aceptar su elección?
Un tierno y acurrucado abrazo respondió por ella, buscando apaciguar la sensatez del ser amado en sus brazos a través de cariños.
―Intenta otra vez: No te vas a deshacer de mi tan fácil. ―bromeó entre sus mimos.
El vampiro no supo cómo responder ante esto. Su decisión seguía siendo ilógica, dijera lo que dijera. ¿Por qué era tan emocionalmente...?
La sensación de los dedos de la princesa danzando entre sus cabellos acallaron su pensamiento lógico. La calidez transmitida a él a base de afecto puro lo invitaba a expresarle lo mismo a ella, y lo hacía cuestionarse... ¿En realidad él quería recibir lógica como respuesta? ¿O por qué su afán por seguir insistiendo una reconsideración acerca de todo éste asunto? ¿Por qué no sólo... Lo dejaba pasar? Quizás fuese egoísta de su parte hacerlo, pero ya que insistía: ¿Por qué no dejar que el anhelo de nunca ser separado de su lado simplemente... Se volviese una realidad?

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Midnight
UpířiEl padre de la princesa heredera al trono, Li, siempre deja que su querida hija haga lo que guste... Exceptuando ir a "Esa torre en el castillo". Li se pregunta desde temprana edad: ¿Qué es lo que la aguarda en esa torre?