Hacía bastante ya que Alexei no dormía tan plácidamente como lo hacía aquel día.
Pese a que se hubo contenido ante el ofrecimiento de Li y no tomó hasta saciarse, aquella pequeña dosis le hubo regalado un poco más de tiempo para mantenerse a sí mismo bajo control y, como extra, un sueño reparador.
Así, el vampiro dormía ran gustosamente que por primera vez en mucho lo despertó el estrepitoso escándalo de la puerta abriéndose de par en par.
―¡Buenos días! ―anunció su llegada alargando de más el "días" en su oración un adulto alto y rubio, con ropajes exquisitamente finos en cuanto a calidad, de igual forma bien dejaba a relucir el brillo de una que otra joya adornando sus dedos, así como su vestimenta rojo opaco que daba lugar a destacar detalles dorados en ésta, dichos los remataba una sútil capa usada de lado y una lujosa, mas no barroca, corona.
Se trataba del Rey.
El Soberano de la Nación: Adrick El Excelso.
―O, mejor dicho: "Noches" ―rió ante su propia ocurrencia― A veces uno se llega a confundir con todo esto de los horarios ¿No te parece?
Su estrépito se desvaneció al notar cómo el vampiro apenas se encontraba levantándose de su lecho con un notorio bostezo que no hizo más que sacar a relucir sus aperlados colmillos.
―¿Apenas te levantas? ―pese a que redujiera el tono de su voz, el monarca nunca apartó la sonrisa de su boca, aunque ésta no fuese tan amplia como la inicial y apestara a suspicacia.
La criatura oscura adoptó un tono de alarma ante dicha insinuación y, desapareciendo con inmediatez en una de sus características explosiones de humo purpureo, volvió a aparecerse en cuestión de segundos ya vestido y presentable frente al soberano.
―Me disculpo Su Majestad: No volverá a pasar. ―se apresuró a disculparse, realmente avergonzado por su conducta.
El gobernante rió.
―Vaya, vaya: No tienes de qué preocuparte muchacho; simplemente no es usual en ti seguir durmiendo a éstas horas, es todo. ―el tono del rey se aligeró y le brindó unas cuántas palmaditas a la espalda del chico, aún así, éste siguió rígido.
―Pero en fin. Lo que nos compete:
El soberano cambió drásticamente el tema, accediendo a mostrar un pedazo de papel doblado simétricamente a manera que simulara tomar la forma de una flor crocus.
―Tengo un nuevo encargo para ti.
El vampiro reaccionó tensando con mayor rigidez su ser, sin dudar en aceptar el papel que Su Alteza le ofrecía, empezó a desdoblar su figura para dar pie a la lectura de su contenido.
―Ésta pequeña banda de rufianes rebeldes a la Corona sí que a dado muchos problemas al reino entero.
El monarca se puso a su lado, indicando con su dedo índice lo puesto en el papel mientras explicaba:
―En especial éste de aquí. ―señaló el retrato de un hombre que bien parecía bastante ordinario a simple vista― Es el líder de aquella tropa de problemáticos inadaptados y; ya sabes que siempre te pido lo mismo de todos y cada uno de ellos, y bien puedes encargarte de sus destinos de las formas en que se te venga en gana. Pero en cuánto a lo que a éste se refiere...
La mirada ahora ya fija del monarca en él lo obligó a voltear a verle directamente, encontrando que la faz de éste se hubo descolorado en una fría y retorcida oscuridad al pronunciar sin ápice alguno de emoción humana:
―Drenalo.
Expresión tal tanto en su rostro como en su voz no pudo evitar que al vampiro se le helase la sangre con sólo presenciarlo, por lo que simplemente se limitó a asentir.

ESTÁS LEYENDO
Midnight
VampireEl padre de la princesa heredera al trono, Li, siempre deja que su querida hija haga lo que guste... Exceptuando ir a "Esa torre en el castillo". Li se pregunta desde temprana edad: ¿Qué es lo que la aguarda en esa torre?