Inocente

9 0 0
                                    

Owen no para de reír y eso hace que me empiece a molestar su actitud. No tiene porque burlarse así de mí.

—No tiene nada de malo ser "inocente" —hago los guiños con mis dedos para enfatizar—, además no se a qué te refieres.

Por fin después de casi 10 minutos la risa de Owen se para. Se limpia algunas lagrimas que le han brotado y prosigue:

—Perdona, es solo que...—se posiciona delante de mí—cuando te lo propones puedes ser muy directa Kahler. Eso me gusta.

Aun cuando su comentario me sonroja un poco, no quita el hecho de que estoy algo molesta.

—Pues es una vieja costumbre. —suelto sin mas para dejar esta conversación de lado— ¿cenamos?

—Después de ti Kahler.

La cena termino en un momento ameno con Owen. La verdad fue mejor de lo que imagine, se ha portado atento y amable conmigo. En todo este tiempo que llevo de conocerlo, habíamos tenido un momento así.

—Y dime Kahler, ¿verdad o reto?

—¿No necesitamos ser más participantes para jugar esto?

—No es una regla, —termina con una última mordida su rebanada de pizza— y como he asistido a más fiestas que tu creo que puedes confiar en mí.

—Bueno, confiare en ti— lo miro directamente a los ojos y pareciera que significa algo mas profundo que un simple juego adolescente, como un juramento entre los dos.

Owen me sostiene la mirada y podría jurar que el piensa lo mismo que yo. Tal vez es solo mi imaginación.

—Verdad. —digo para romper el incomodo momento y bebo un poco de agua.

—¿Con cuántos chicos has tenido sexo?

¡¿QUE CARAJOS?! Escupo toda el agua que pude haber tragado, por consecuencia salpico un poco mi ropa y un poco la de Owen. Que maldita vergüenza.

—¿Estás bien?, —dice algo divertido, bueno por lo menos no está molesto— no pensé que fueras a reaccionar así.

Me tomo un momento. Cuando me siento lista, prosigo:

—Es solo que, es una pregunta muy personal.

—Solo es una pregunta. Es algo natural, no tienes de que vergonzante.

—Claro, —termino de limpiarme ¿le diré la verdad? —pues realmente no he tenido sexo con nadie todavía.

—Está bien, recuérdame ¿Cuántos años tienes?

—Tengo 16.

—Eres una niña, que bueno que aun no tienes sexo. —me giña un ojo. No sé que pretendía con su pregunta. — Verdad.

—¿Por qué viniste esta noche? Me refiero a que te hizo cambiar de opinión para venir y pedirme perdón. —mi curiosidad no puede más y ya que él empezó con las preguntas incomodas.

—La verdad, —pone un mecho de cabello detrás de mi oreja y un escalofrío recorre todo mi cuerpo—mi madre hablo conmigo y me hizo ver el error que estaba cometiendo contigo. No merecías que te hablara de esa forma.

—Ni tu que fueras expulsado, te prometo que hable con el director y con todo el comité para que no te expulsaran. —digo y mi nerviosismo se hace presente—Hasta llame a todas las universidades para que te aceptaran y también me ofrecí para pagar todos tus estudios.

Owen se queda perplejo. Y por primera vez me escucha. Siempre que intente hablar del tema él me interrumpia.

—¿De verdad hiciste eso?

Gotas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora