Saltar y luego caer

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—¿Se encuentra bien señorita?—pregunta Sergio cortez.

—Si, si. Solo llevame a casa—digo limpiandome mis lagrimas y una vez adentro de la camioneta.

No duda ni un minuto y gira para salir del área recidencial para ir directo a casa. Fue muy estupido de mi parte venir aqui. ¿Que esperaba? El tipo me odia y jamas me va a perdonar es más que obvio y no importa que haga jamas me va a escuhar.

—¡Amelia!—la señora Brooks grita desde el umbral de su casa y sale corriendo para alcanzarnos.—Hija, espera no te vayas.

—Para el auto por favor—le ordeno a Rodriguez.

—Claro señorita.—obedece.

Por suerte solo habiamos girado para salir y no avanzamos hacia la salida. Molly se acerca a la camioneta y yo salgo. Intento disimular que he llorado, solo espero parecer convincente.

—Amelia, dejame disculparme por la actitud de mi hijo. Ya me conto que fuiste tu quien llamo a la policia.

Trago saliva. Oh dios, ¿tambien me va agritar? 

Molly me abraza y yo no puedo reaccionar. Mis brazos estan abajo y ella me oprime hacia ella con mucha fuerza.

—Muchas gracias,—puedo escuchar que esta llorando—gracias por llamarlos.

—Señora Brooks no entiendo.

Molly me suelta. Se limpia un poco las lagrimas y prosigue:

—Gracias a ti ese chico pudo ser atendido, si no hubieras hecho nada ese muchacho tal vez estaria muerto y Owen hubiera ido a la carcel.

Sus palabras me desconciertan, pense que estaria igual de furiosa que Owen.

—Como madre no me puedo cegar. Se que mi hijo no ha sido el mejor  alumno y su comportamiento no es el mejor.—me mira directo a los ojos—Él necesitaba un castigo, algo que le hiciera ver que todos los actos tienen consecuencias. No te sientas culpable Amelia, hiciste lo correcto y por siempre te voy a estar agradecida. 

—No se que decirle seño...

—Por favor llamame Molly—me vuelve a sonreir.

—Molly... Yo vine a pedirle disculpas a Owen. No pense que esto seria tan grave, como para que lo expulsara.

—Cariño no tienes que disculparte. Ya te lo dije, hiciste lo correcto. De una o otra manera, el no tenia oportunidad: iba a reprobar.

Sonrio algo triste. 

—Gracias por sus palabras Molly

—Yo soy la que te tiene que dar las gracias. —me vuelve a abrazar y ahora si puedo responder. —Gracias por todo Ameria.

—De hecho, me llamo Adalia. Adalia Kahler. —la corrijo tiernamente.

—Perdoname cielo, le entendi Amelia a mi hijo.—me dice y me suelta de su abrazo—Es lindo, ¿tu madre lo escogio?

—No fue mi padre. Yo no... hace mucho que no veo a mi madre—la voz se me quiebra con esa sencilla frase.

Molly abre los ojos como platos. Creo que le ha sorprendido mi respuesta.

—¿Tu padre es George Kahler?

—Si, es él

—Oh por dios. Acabo de leer un articulo que habla sobre él es del Times, creo que era los...—trata de recordar—"los hombres solteros mas ricos del pais"

De pronto la pena me invade. No me gusta mucho cuando hablan acerca del dinero que posee mi padre.

—Si la prensa siempre esta en busca de ese tipo de notas.

—No imagine que fueras su hija. —dice y me sonrie—Perdoname por la confusion.

—No hay problema Molly. Gracias nuevamente por sus palabras. Ya es tarde, tengo que ir  a casa.

—Claro y nuevamente gracias.

***

De regreso a casa ya me siento mas tranquila. La platica con Molly si que me hizo tranquilizarme, quitando lo del comentario acerca de mi padre. Se que Owen me va a odiar por siempre pero tengo el consuelo de saber que su madre aprobo lo que hice.

Reviso mi celular para ver los mensajes pendientes. Tengo 2 uno de mi padre y otra de Josh

Papá

2 salidas en menos de 1 semana. Wow! me da gusto que salgas y te diviertas. ¿Llevas tu tarjeta de credito? Puedes comprar lo que quieras. Te quiero. No te separes de Rodriguez.

Josh <3

Hola bonita! Queria preguntarte ¿te puedo invitar a salir mañana? Quiero que te distraigas. Piensalo

Ambos mensajes me sacan una sonrisa. Tengo a dos hombres maravillosos en mi vida. Le escribo un mensaje rapido a mi padre solo diciendo que ya voy de regreso y a Josh prefiero llamarlo.

Al segundo timbre me contesta:

—Hola—intento desimular mi nerviosismo.

—Hola bonta, pense que ya me habias olvidado.

—Jamás solo que tenia cosas que hacer. Vi tu mesaje. 

—Ah entonces me vas a rechzar. ¿Por eso la llamada? 

—¡No!, no como crees. 

Josh suelta una risa algo contagiosa.

—Entonces, eso es un ¿si?—se pone algo nervioso, lo noto en su hablar.

—Si, te veo mañana. Pero esta ves yo pago. Tu pagaste el cine me toca pagar ahora. 

—Jamas, yo invito.

—No creo. Es mi turno.

Y le cuelgo. Me rio un poco, esta vez no me va a ganar. 

Gotas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora