callaita

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MARTINA

Falté el lunes. No había manera de ocultarlo, la caña del domingo me había ganado y había caído en la tentación de carretear.

Salida improvisada que prometí no repetir, pero que terminó en risas y una cantidad indecente de alcohol. A veces, mi falta de control me jugaba malas pasadas, y esta vez no fue la excepción.

El martes, cuando finalmente regresé al liceo, la culpa y el cansancio pesaban sobre mis hombros.

Después de pedir el pase para entrar, fui donde supuse que estaban mis amigas, el baño.

Las salude a todas y empecé a arreglarme en el espejo, me veía destrozada.

aproveche de hacer pipi, estaba la Agustina cuando regrese.

— esa carita —se burlo de mi cara.— la Marti en la mañana siempre anda con esa cara de hoyo.

todas se rieron, incluyéndome.

empezamos a conversar y a maquillarnos, ignorando completamente las clases.

— Oye Agus, ¿te peleaste con el Joaco? —preguntó la Javi, el Joaco era el mejor amigo de la Agustina, pero ella siempre que peleaban por tonteras subía palos a sus notitas de ig.

— si, se enojo porque le respondí al Franco —respondió.

la Agus tenia 3 Franco; el primero, el segundo y el tercero. Puros pelaos que la ilusionaban, la buscaban cuando querían y ella siempre caía.

— oye Marti —me habló.

desvíe mi vista del espejo para mirarla.

— ¿No tení algún cahuin?

negué con la cabeza.

cuando toco el timbre nos fuimos a la sala que nos tocaban los electivos, casi todos los del grupo estábamos en cursos distintos ya que todos nos conocimos el año pasado por los electivos.

— hola mis corazones —saludo el Joaco, cuando llego.

nos saludamos todos y seguimos haciendo nada hasta que tocara el timbre para el recreo.

— Oye Javi, que onda con tu mina —susurro la Rocio— se mando el medio bosque en sus historias...

la Javi llevaba como dos semanas con la Cata, su mina. Aunque todavía no se pedían pololeo, pero se la pasaban peleando por mi amiga.

— se enojo porque fue la Paula al partido de ayer —murmuró,

la Paula era su ex casi algo, una mina de segundo medio que no la superaba y siempre la buscaba. Eso si, la Javi siempre le dejo claro a la loca que la dejara tranquila.

cuando toco el timbre llego la Violeta, era del electivo del Kevin, pero casi siempre venia para acá. Se podía decir que la Violeta era la mas cercana a mi.

Nos saludo a todas y se sentó a mi lado.

— ¿Salgamos?

todas negaron, menos yo.

en el pasillo me cruce a todos los chiquillos iba a gritarles algo hasta que note que estaban con un loco que no conocía.

— hola —salude al Kevin, que era el único que no había saludado.

me gane al lado del Javier y mirábamos a la gente pasar, los demás hablaban de otra cosa.

Tampoco pesque mucho, hace un tiempo agarre la maña de no hablar mucho cuando no conocía a alguien.

— Oye, ¿Y esa carita nueva? —pregunté en un susurro mirando al loco.

— es nuevo, va en el electivo del Kevin.

murmure un "ah" girándome donde mi amiga que me había hablado.

— Oye Marti, ¿faltaste ayer?

— si...Estaba enferma —mentí.

Me daba vergüenza admitir que había faltado por irresponsable. Mas aun cuando habían desconocidos.

— enferma de caña —molestaron, todos se rieron, pero el nuevo le pregunto al Kevin que había dicho.

vi pasar a la Claudia con su grupo de amigos, pero el Pedro me quedo mirando, vi por lo rojo de sus ojos que estaba volado.

tenia fama de estarlo siempre.

estuvieron conversando un rato, pero me mantuve callada, no tenia muchas ganas de hablar.

— ¿Qué pasa?

mire hacia mi costado cuando escuche al Javier, note que había visto mi chat con mi pololo.

— Se enojo...

baje la cabeza triste, últimamente mi pololo se enojaba por todo conmigo, sentía que se desquitaba conmigo y siempre me culpaba a mi.

— Tu pololo es tan aweonao, Marti. —susurro— no lo pesquí.

me dio un beso en la frente y se fue con los chiquillos.