Martina
CHATA DE LA VIDA
Estábamos a mitad de año y ya sabia que tenia que ponerme las pilas con el tema de salir de cuarto.
Mi NEM iba como avión, pero mi preparación para la prueba de admisión, no.
Estaba estudiando con videos que encontraba en youtube en la noche, antes de acostarme. Pero, se me hacia complicada la prueba de matemáticas.
No sabia si yo sentía que era difícil, si no era tan difícil o si realmente era difícil.
A mi celular llego un resumen de logaritmos que envío la Violeta, una pro para las matemáticas.
Pero mi amiga no contaba con el tiempo suficiente para ayudarme, sumándole que tenia que cuidar a sus dos hermanas chicas.
— ¿Que pasa? —preguntó el Jean a mi lado volviendo del baño.
Me había invitado a tomar cafe de nuevo, yo claramente acepte feliz. Nuestros gustos eran distintos, pero se que me atraía cada vez más.
Yo tomaba, el Jean no. Yo tuve problemas con las drogas, el Jean con suerte probo el cigarro. Y lo odió.
Me gustaba que fuera tan sanito, tenia el tremendo futuro y sus metas tan claras, que igual me hacían dudar de mi capacidad intelectual para lograr las mías.
era un 10.
Le mostré el resumen de mi amiga y el lo vio con interés, lo veía agrandar la pantalla y leer varias partes con un puchero, que con este tiempo note que lo hacia cuando se concentraba.
— ¿Se te complica Mates? —preguntó de nuevo devolviéndome el celular.
— un poco mucho —respondí sacándole una sonrisa.
Sin decir nada, saco un cuaderno y un lápiz grafito. Lo mire con curiosidad y escribió en la parte superior; "Ejercicios marti linda"
Sonreí, cada que podia me decia que era bonita.
— ¿Me vas a enseñar? —pregunte yo.
— Si, a esa cabecita inteligente solo le hace falta aprender nuevos métodos. —respondió, yo me sonrojé y mire hacia la ventana evitando su mirada.— Oye ya po' si erí muy inteligente, Marti. Solo que todavía no te sacaí todo el potencial.
Su mano afirmo mi barbilla girándome hasta cruzar miradas y la acarició, tomo mi mano con suavidad y depósito el lápiz.
— Ahora nos vamos a tomar un cafe y vamos a estudiar, sabionda —Sentenció.
Llamo a la mesera y pidió un capuchino vainilla para mi— siempre pedía el mismo y me emociono saber que el lo notó— y un expreso para el.
En eso también nos diferenciábamos, el Jean no tomaba mucho cafe con cremas, espumas o sabores, le gustaba el tradicional o de grano. Foerte.
Y yo siempre me pedía con crema, porque sentía que no tenia sentido venir a tomarme un cafe solo cuando puedo hacerlo en mi casa.
Estuvimos estudiando aproximadamente dos horas, donde nos dábamos breaks de diez minutos para conversar y comentar algunas cosas del café.
No me sentía presionada o miedo a equivocarme cuando el me enseñaba, se notaba que lo hacia por gusto.
Y eso me dejo el corazoncito apretado.
Cuando estabamos terminando el último ejercicio me llamaron, mi mamá. Queria que fuera a su oficina a dejarle las llaves de la casa, mias. Porque a ella se le habian quedado.
Sin opción acepté y tuve que aceptar que mi sesión de estudios de pelicula iba a terminar.
— ¿Te tienes que ir? —preguntó anotando unos ejercicios en otra hoja— te voy a deja unos para que los hagas cuando quieras. Por si estas motivada y no encuentras ejercicios.
pidió la cuenta y antes de que me negara a pagarme el cafe y el rollo de canela que me pedi en el rato, se adelanto. Pagando con el contacto del celular.
Lo mire feo, pero el solo se limito a mirarme con una sonrisa sincera.
— ¿Te voy a dejar? —preguntó tomando sus cosas.
— De hecho voy a la oficina de mi mamá —explique— en la salida sur.
Mientras hablaba el Jean agarraba mi mochila y su bolso del gym, porque iba a ir después de nuestra salida.
— Si quieres te voy a dejar, yo no tengo problema —ofrecio, me abrio la puerta a la salida y me pregunto donde exactamente para ubicarse.
Se me hacia raro andar sin la mochila, a que si frene y el frenó conmigo.
— Acepto con la condición que me devuelvas la mochila.
Derrotado y con una sonrisa de oreja a oreja me la colgó en la espalda y saco el gorro de mi poleron que siempre se apretaba con las tiras de la mochila.
— Bonita —respondió.
En el camino fuimos conversando temas triviales, me preguntó como me iba en lo demas y que si queria tambien me podia ayudar en historia. Cosa que agradecí.
Tres cuadras antes de llegar, visualice a la Javi y la Vale esperando a cruzar en el semáforo.
Le toque el Hombro a la Vale y ambas se dieron vuelta a mirarme y de paso al Jean, que estaba a mi lado. El al ser mucho mas alto que nosotras nos podia mirar con bastante facilidad.
— Holanda —las saludé dejando un beso en sus mejillas.– El es el Jean y ellas son la Vale y la Javi, mis amigas.
Los presente y la Vale lo saludo altiro de un beso en la mejilla, la Javi le dio un asentimiento de cabeza.
— Hola —la saludo el.
de lejos podia notar la incomodidad de la Javi, el hecho de que mantuviera distancia y hubiese sido más fría para saludar con el y no con el resto de gente.
— ¿Y pa' donde van? —pregunté sacando tema.
— Vamos al estadio —la Vale señalo la calle que laa llevaba para allá. Mi otra amiga empezo a mirar su celular.
— ¿Nos acompañaí? —pregunto esta despegándo la mirada del telefono.
Su cara decia claramente que no queria un "NO" por respuesta.
— Tengo que ir donde mi mamá ahora...—me excusé.— ¿Pero hasta que hora estan?
— Buu —mofó ella— Esa excusa es nueva.
La Vale puso los ojos en blanco y le dio un codazo notorio a la Javi, esta le grito un garabato y note la incomodidad del Jean cuando empezo a mover mucho la pierna.
— Ya —dije frenando su pelea de garabatos— ahí me avisan que onda...Chao.
Les di un beso de nuevo a ambas y agarre el brazo del Jean para irnos rapido.
unos metros mas allas parando en un semaforo me disculpe— perdón por lo incómodo, weon.
El me abrazo por los hombros y sonrió— Tranquila, son cosas que pasan.
Le sonrei agradeciendo su comprensión y el apreto su agarre dandome confianza.
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callaita
Teen Fiction¿Qué pasaría si un loco que NO te conoce te rechaza por ser callada?