2: ¿Porque todo sale mal?

135 9 2
                                    

Luego de varios años, cuando yo tenía 15 y él 16, éramos completamente inseparables. Hacíamos todo juntos, mis papás lo habían conocido y se caían muy bien. Amaba que Filis fuera tan detallista, tan bonito, que me quisiera tanto. Además de la manera en la que trataba a Ari. Era muy lindo con ella, siempre fué así. La protegía y jugaba con ella (Hasta que la chamaca meada creció y ya solo quería andar con sus amigas de plaza en plaza).

Filis era mi mejor amigo, mi confidente. Sentía que podía contar con él para lo que fuera. Cuando estaba con él sentía que no había nadie más alrededor, que se creaba una especie de burbuja en la que solo éramos él y yo los que habitábamos este mundo.

Hasta que llegó <<Ese día>>

Lo recuerdo como si hubiese ocurrido hace menos de un minuto, ese horroroso día que jodió todo.

Estábamos saliendo de clases y, como siempre, nos habíamos quedado un rato más puesto que Ari salía más tarde que yo porque la habían castigado por llamarle puñetas a su profesora de geografía luego de que ésta le dijo a toda su clase que la capital de Bolivia era Sao Paulo. Mis papás no la castigaron, claro que no ¿Cómo podrían castigar a su bebé?. A veces me enojaba que tuvieran tanta preferencia con ella, pero eso no quitaba que yo amara a Abi y a mis padres. Estaba hablando de eso con Filis, él siempre me acompañaba a esperar a Abi para irnos a nuestra casa.

—Es que, wey, yo llego a hacer eso y mi mamá me voltea la cara de una pinche cachtetada— Reí levemente.

—Ves? Es que a los feos siempre nos marginan.— Él rió y yo le pegué un golpe en el brazo, haciéndome la ofendida.

—Ya no quiero ni madres— Me volteé dándole la espalda y él rió abrazándome.

—No te creas, si tu eres la cosa más bonita de éste universo.— Se puso frente a mi y acomodó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja— Completamente perfecta, sin duda alguna.

Se empezó a acercar más a mis labios y yo perdí completamente toda función cerebral. Solo lo miré, sus ojos, sus labios... ¿Que estaba pasando? ¿Porqué no podía alejarme de él? Pude apartarlo y no besarlo, pero sinceramente no quería. Creo que estaba experimentando nuevos sentimientos por él en los cuales nunca había pensado. Sentí como sus labios chocaban con los míos en un tierno y dulce beso, al que correspondí. No sabía lo que estaba haciendo, simplemente el mundo desapareció para mi ahí, en medio de ese patio, con mi mejor amigo, sintiendo cosas que nunca había sentido.

De repente escuché que alguien tosía cerca de nosotros. Me separé rápidamente de Filis y ví a Ari, que se estaba muriendo de la risa.

—No mamen era esperar a que yo saliera, no comerse— Dijo entre carcajadas.

Filis y yo nos pusimos más rojos que un par de tomates. Ari no paraba de reír y Filis solo se rascaba la nuca viendo hacia otro sitio.

—Pinche naca, tu no viste nada ¿Okay?— Dije señalando a mi hermana.

—Uy, la aclaración me ofende hermanita, no voy a contar nada, tranquila, y así quisiera hacerlo no podría, tu sabes mucho.— Comentó con una risita— Ahora ¿Ustedes dos que se tra-

—¡Amairani Garza!— Reconocí esa voz al instante.

Se me heló la sangre en ese momento, definitivamente era mi papá. Le rogué a Jesucristo porque no hubiera visto lo que pasó, pero fuera de eso ¿Que hacía aquí? Él debería estar trabajando y mi mamá igual, nunca nos iban a buscar a la escuela, siempre caminábamos a la casa.

Volteé con miedo y en los ojos de mi papá, que estaba acompañado de mi mamá, ví una mirada de ira. Mi cuerpo se estremeció y miré a Filis, que también estaba paralizado. Ni siquiera pude ver a Ari, pero por su silencio sabía que estaba igual de impactada que nosotros.

𝐄𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐢 (𝐅𝐢𝐥𝐢𝐬𝐱𝐀𝐦𝐚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora