18: ¿Que pasa?

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Cuando llegamos a casa en la tarde, el ambiente entre nosotros estaba demasiado tenso y eso no era para nada normal.

Ya tenía la certeza de que algo estaba pasando con Filis. Sus comportamientos no estaban siendo normales y lo conocía lo suficientemente bien como para saber cuándo algo le pasaba.

A penas llegué, me dí una ducha para relajarme un poco. No quería estar estresada y gritarle o tratarlo mal, la comunicación era fundamental en nuestra relación y no sé porqué se estaba perdiendo, si siempre que nos pasaba algo lo hablábamos.

Mientras las gotas tibias de agua caían sobre mi, me puse a pensar, aunque no eran pensamientos tranquilos, todo lo contrario.

Tenía miedo... Tenía pánico de que mi matrimonio con Filis se arriesgara por esto. Él es el hombre de mi vida y no quiero perderlo, sea por sus acciones o por cualquier otra cosa.

Pero también sabía que no podía seguir si nuestra relación empezaba a ser tóxica o a lastimarnos a cualquiera de los dos.

No me iba a dar por vencida tampoco, siempre he sido muy perseverante y voy a luchar por mi matrimonio, que es lo que más amo en este mundo.

Tal vez algún tipo de terapia en pareja sería necesario, pero no me importaba, necesitaba luchar por lo nuestro, y tengo la certeza de que Filis también quiere hacerlo.

Solo ahí, me permití a mí misma llorar. Solté todas las lágrimas que ya llevaban rato amenazando por salir.

¿Como había pasado esto? Si hace poco estábamos los dos abrazados, siendo felices, y ahora probablemente tendríamos que tomar terapia de pareja para salvarnos.

No quiero culparme a mi misma porque sé que no soy la causante de la situación, pero muy en el fondo me preguntó si fui yo la que cometió un error. Tal vez todo esto era mi culpa, y eso me daba mucho miedo.

Aunque no puedo negar que Filis había estado demasiado extraño desde hace unos meses. Era muy... Bipolar, por así decirlo... Un día estaba feliz y me amaba y me consentía más que de costumbre y al otro cambiaba drásticamente, me trataba distante y podría jurar que a veces encontraba en su mirada una pizca de culpa.

No quiero culparlo a él tampoco, primeramente porque lo amo y además porque aún no sé su versión de las cosas.

Luego de un rato desahogandome en la ducha, por fin salí, poniéndome mi ropa y luego sentándome un momento en la cama a ver mi teléfono.

Necesitaba hablar con alguien para prepararme psicológicamente para la charla que tendría con Filis. Y la persona correcta era obviamente mi hermanita: Ari.

Entré a nuestra conversación de WhatsApp y le escribí, mis dedos estaban temblando.

<24                          Aricita 💗

Hermanita... ¿Estás?

Claro que sí, reina. Estoy aquí con Juan en casa de Samy. ¿Que pasa, corazón?

—¿Puedo hablar contigo?

Sabes que no tienes que preguntar eso. Mande, guapa.

Le conté todo. Le dije sobre los comportamientos raros de Filis desde hace tiempo y sobre lo que pasó en el gimnasio ese día. Le conté cómo me sentía y el miedo que tenía. Ella leyó todo lo que le escribí y luego me contestó.

Hay, hermanita... Pues la situación está complicada, pedo también soy consciente de lo mucho que Filis te ama y tu a él. Lo correcto es que lo hablen antes de que el problema se haga más grande. Recuerda que esto es solo entre tú y él. Háblalo tranquila y con toda la confianza que requiere, y dice Juan que si es necesario, busquen terapia. Te quiero y recuerda que tanto Juan, yo y todos los que te queremos estamos aquí para apoyarlos tanto a ti como a Filis porque los amamos.

𝐄𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐢 (𝐅𝐢𝐥𝐢𝐬𝐱𝐀𝐦𝐚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora