14: Reencuentro

76 5 0
                                    

Luego de un vuelo que en realidad duró solo tres horas pero se me hizo eterno, al fin llegué a Chicago. Estaba desesperada por ver ya a Filis así que prácticamente corrí hacia donde tenía que recoger mi equipaje. A penas salió mi maleta, la tomé rápidamente y caminé rápido hacia la salida del aeropuerto. No veía a Filis en ningún lado, aunque volteé a ver a todas partes. Me empecé a desesperar un poco pero justo en ese momento escuché una voz en mi oído que me erizó la piel.

-¿Buscaba a alguien, señorita?

Su voz inconfundible me hizo voltear de inmediato y lo abracé, lo abracé con fuerza, demostrándole todo lo que lo había extrañado. Filis también me abrazó, poniendo sus manos en mi cintura y besando todo mi rostro, lo que me hizo reír levemente.

-Te extrañé demasiado...- Susurré, con mi rostro enterrado en su cuello.

-Y yo a ti, mi bebi- Susurró él también, besando mi frente y sonriéndome- ¿Nos vamos?

Asiento feliz y tomo su mano. Él toma mi maleta y vamos los dos hacia su carro, donde guardamos mi maleta en el maletero y nos subimos.

-¿Y cómo se encuentra mi futuro cineasta el día de hoy?- Pregunto con una sonrisita y él ríe.

-Bastante bien, señorita. Feliz porque mi novia me vino a visitar... No sé si usted la conoce, es chaparrita, tiene unos ojitos preciosos, una voz de ángel y unas curvas... Uf...- Responde él, ganándose una risa y un suave codazo de mi parte.

-Su novia de seguro debe estar con cara de muerta después de tres horas de vuelo...- Respondo algo sonrojada. Él se encoje de hombros.

-A mi no me importa, ella siempre va a ser mi princesa y la niña de mis ojos. Siempre la voy a ver con ojos de amor y sus "Imperfecciones"- Hace comillas con los dedos sin apartar la vista del camino- Me hacen enamorarme cada día más de ella. Y me hacen darme cuenta de que es la mujer con la que quiero pasar esta vida, la siguiente y todas las que vengan.

Sonrío y me pongo roja cual tomate por sus palabras. Dejo un beso en su mejilla, con ternura.

-Te amo, bebi- Le susurro.

-Y yo a ti, mi chiquita hermosa.- Responde él, con una sonrisa en su rostro.

Luego de unos minutos llegamos a la casa de Filis. Era enorme siendo que él vivía solo.

Ví hacia el sofá y noté una cajita pequeña, rodeada de chocolates Ferrero, mis favoritos. Sonrío y miro a Filis, que me ve con una enorme sonrisa y me guiña un ojo. No puedo evitar abrazarlo, muerta de ternura por cada gesto que tiene conmigo, sabiendo que me gané la lotería el día que lo conocí.

—Anda a verlo— Pidió besando mi frente— Espero que te guste...

—Si es un regalo tuyo, cualquier cosa me gustará.

Camino hacia el sofá y me siento, tomando la pequeña caja entre mis manos y desatando el listón rojo que tenía, bajo la atenta mirada de mi novio.

Abro la cajita y se me cristalizan los ojos al ver el contenido. Es un collar precioso que tiene un dije de oro rosa que dice "Bebi". Miro a Filis sin creerlo y él deja salir una pequeña sonrisa, metiendo su mano por debajo del cuello de su camisa y sacando un collar exactamente igual, que tenía escondido en su camisa.

Sonrío muy emocionada y me levanto, abrazando a Filis fuertemente, con el collar en la mano.

—¿Porqué eres tan lindo?... Te amo...

Beso muchas veces la mejilla de Filis y él ríe, tomando el collar de mis manos.

—Yo también te amo... Volteate...

Le hago caso y me volteo. Él aparta delicadamente mi cabello hacia un lado y me pone el collar con cuidado, para luego dejar un pequeño beso en mi nuca.

—Se te ve precioso...— Dice, haciéndome sonreír de oreja a oreja.

Pasamos el resto de la tarde en la casa de Filis, hablando de todo y tal vez haciendo... Otras cosas...

Anyways, en la noche estábamos ambos en el cuarto de Filis. Él sacaba ropa de su closet para ver que se iba a poner al día siguiente en su graduación y yo lo miraba sentada en la cama, estando vestida solo con una camisa suya, que me llega por los muslos como un pequeño vestido.

—Mmm... Me gusta más la corbata azul oscuro... O la roja— Le digo mientras como un helado.

—Pero decídete, amor... Dime una, yo no se tomar decisiones solo, toy chiquito— Contesta él, haciéndome soltar una carcajada.

—La roja, señor chiquito

Él ríe y asiente, guindando la corbata en el gancho de ropa en que estaba preparando su traje.

Se acuesta a mi lado y me sonríe, abrazándome por la cintura y haciendo que me acueste con él y lo abrace.

—Oye, bebi... Te quiero hacer una pregunta...— Me dice y yo respondo un "mjum" para que siguiera hablando— ¿A ti... Te gusta Estados Unidos?...

Lo miro, algo confundida por la pregunta, y más por la manera tan cuidadosa en que la hizo.

—Pues... Es un país bonito, sí... ¿Porqué, amor?— Filis se rasca la nuca ante mi respuesta.

—Es que yo estaba pensando... ¿Y si te mudas para acá?... Tu sabes, aquí tendríamos ambos una mejor vida... Más oportunidades... Aquí tu campo laboral es gigante— Lo miro, sorprendida por la propuesta.

Aprieto los labios, pensándolo, pero me niego a la idea a penas pienso en todo lo que eso conlleva.

—Amor... No... Yo lo tengo todo en México... Mis amigos... Mi mamá, mi papá, Ari, Juanito... Absolutamente todo... Yo te amo y te extraño cada vez que no nos vemos, pero no quiero mudarme, yo amo Monterrey— Digo agachando la cabeza.

—Ey, ey... Tranquila, corazón, solo era una propuesta... Está bien...— Acaricia suavemente mi cabello— Yo no me quiero separar más de ti... Por eso me voy a mudar a Monterrey

Al escuchar eso lo miro con los ojos muy abiertos ¿Iba a hacer eso por mi?

—¿Que?... No, amor... Tu tienes toda tu vida aquí, no es justo contigo mismo que hagas eso

—Si es justo, porque toda mi vida está en Monterrey porque allá estás tú...

Al escuchar sus palabras sonrío con ternura y lo abrazo.

—¿Ya te he dicho lo mucho que te amo?— Pregunto, besando su cuello.

—Si... ¿Y yo te he dicho lo mucho que yo también te amo, mi oro rosa?...— Río suavemente al escucharlo.

—¿Y ese apodo?— Pregunto mientras él se posiciona encima de mi y besa mi cuello.

—Es que cuando compré tu collar me dijeron que el oro rosa es algo muy valioso, ya que no se compone solo de oro, sino que es una mezcla de oro, plata y cobre que forman ese color tan bonito, y está asociado con el amor. Tu eres una mezcla de todos los sentimientos bonitos que una persona puede sentir, y por eso eres una persona que se hace amar cada segundo de su vida. Y te amo, eres mi oro rosa...— Sonrío al escuchar eso y dejo muchos besos en su rostro.

Y así terminó nuestro día de reencuentro. Amándonos toda la noche y demostrándonos todo lo que nos hacemos sentir y desear mutuamente...

𝐄𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐢 (𝐅𝐢𝐥𝐢𝐬𝐱𝐀𝐦𝐚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora