[02]

267 27 10
                                        

Nuevo día, nuevo yo.

Es lo que se repetía Juan cada mañana frente al espejo, su primer día de clases no había sido tan fantástico como planeó y todo por culpa de un niño de gorro.

Respiro profundamente intentando calmarse, pensar en ese infante le ponía de mal humor.

Volvió a alistarse y una vez tomando su mochila y despidiéndose de sus padre emprendió su camino hasta la institución.

Su cabeza reposaba sobre la mesa, de nueva cuenta su maestra había tenido un imprevisto con su voz, el salón era un caos y nadie parecía querer comportarse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su cabeza reposaba sobre la mesa, de nueva cuenta su maestra había tenido un imprevisto con su voz, el salón era un caos y nadie parecía querer comportarse.

-Oye, niño nuevo, ¿Estás bien?- Ibai pico su frente esperando llamar su atención.

-Sí- contesto sin mucha emoción.

-¿Quieres venir conmigo? Es un lugar secreto y sirve que aprovechamos que la profe no está-

Juan lo dudo por cortos segundos, si bien su primer día no había sido un éxito capaz el segundo si, tal vez lo que le había hecho falta era hacer muy buenos amigos.

-Vale está bien, ¿A dónde vamos?- levantó su rostro y miro con entusiasmo a su compañero.

Ibai de igual forma sonrió por convencerlo, se levantó de su lugar y salió del salón esperando que el otro le siguiera.

-Tu no te preocupes Juan, la profa Mirai siempre se ausenta por el problema en su garganta- calmó al de lentes pues se veía algo nervioso.

-Si bueno, pero me interesa saber me a dónde vamos, no conozco la escuela- quiso desviar el tema para que parecía que no le temia a la autoridad, solo a lo desconocido.

-Es un salón que ya no usan, ahí voy junto con Quackity para pasar el rato de chill- hizo la característica seña que acompaña la última palabra.

Juan paro su caminar cuando escucho ese nombre tan molesto, Ibai se dio la vuelta para verle con intriga por la actitud que tomó.

-¿Qué pasa Juan?- pregunto con evidente duda.

-No quiero ir con quackity, es un culero y me trata super mal- confesó, se cruzó de brazos al ver cómo Ibai rodó lo ojos -¿¡no que eres mi amigo!? El enemigo de mi amigo es mi enemigo, la profa Mirai lo dijo-

-Eso fue en clase de mates Juan, Quackity es buen chaval te lo puedo asegurar nada más dale tiempo, es desconfiado-

Reflexionó por cortos segundos, tal vez Ibai tenia razón, no cualquiera está feliz de iniciar la escuela y quizás el pelinegro solo había tenido una mala mañana y se desquitó con él.

Convencido con su idea deshizo el cruce fe brazos y camino hasta el lado de su pelinaranja amigo.

-Pero a la primera que me insulte me voy eh- advirtió e Ibai solo río bajitamente.

-¡Juaaan! Mi gran amigo ¿Cómo estás eh? Ven pasa pasa- Quackity abrió la puerta del solitario salón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Juaaan! Mi gran amigo ¿Cómo estás eh? Ven pasa pasa- Quackity abrió la puerta del solitario salón.

Estaba algo oscuro y definitivamente se notaba que no habían limpiado ahí en mucho tiempo, le dio confianza el ser llamado "amigo", a lo mejor si fue un poquito de estrés lo que hizo a quackity actuar así ayer.

-Todo bien ¿y tú?- sonrió y se acomodo en una silla que lucía más limpia que las demás.

-Todo perfecto, me alegra que si me dieras otra oportunidad, ayer le dije a Ibai que me sentía mal por haberte tratado así y por eso le dije que te invitará- Se sentó sobre un mueble de madera.

-Es verdad, Quackity se veía muy arrepentido- Ibai tomo lugar en el escritorio que carecía de una buena estabilidad.

-Pues gracias por considerarme y queda en el olvido, podemos ser buenos amigos los tres- sonrió con entusiasmo ante la idea de tener amigos -¿Y qué tanto hacen aquí?-

-Pues fumar- contesto con simplesa el pelinegro, saco un cigarro y comenzó a consumirlo mientras lanzaba el encendedor.
Encendedor que atrapó Ibai, de igual forma comenzando a fumar.

Juan no podía quitar su expresión asustada e impactada por ver a dos compañeros hacer tal acto, ¿Cómo podían fumar? ¡Están en último grado primaria por dios!

-¿Quieres uno?- quackity le lanzó un cigarrillo y Juan lo atrapó a duras penas -¿O que tienes miedo?-

Juan dudo en meterse eso a la boca y consumirlo, está mal, muy mal y no podía contárselo a su adulto de confianza.

-N-no chicos es que yo, pues la verdad yo no... Yo no le hago a esto- se levantó de la silla y comenzó a caminar con paso lento hasta la puerta.

-A mi se me hace que te da culo, eres un cagón- Quackity saco el cigarrillo de su boca y lo apago con ayuda de la pared.

-¡N-no yo no soy un cagón!- detuvo su andar con molestia.

-Si, si eres, cagón, una cagada mal hecha de esas todas asquerosas, incluso hueles como una-

Y antes de que Juan pudiera hablar la puerta del lugar fue abierta de golpe, la luz del pasillo dejo en vista que era su profesora quien había intervenido.

"¡Por fin la autoridad!" Pensó con alegría Juan.

-¡¿Qué hacen fumando niños!? Eso está prohibido y les hace mal ¿Quién les dio esto?- hablo con efusividad al ver a los niños con tal cosa en mano.

Y antes de que Juan pudiera hablar Quackity salió llorando y tosiendo.

-¡Fue Juan!- señaló a un muy confundido infante. -Nos obligó a fumar y y-yo no quería- continuo llorando de forma muy dramática.

-¡Juan Cubito!- la mirada molesta que su maestra dirigió hacia él lo hizo saber lo que pasaría.

Cerro sus ojos para intentar disminuir el regaño que iba a recibir.

-¡A detencion!-

Bien, su segundo día fue una maravilla.



Cagón       (Juackity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora