Cagón (Juackity)

[08]

Juan anotaba con rapidez todo lo que estaba en el pizarrón, no era por nada, pero era de los mejores en su clase y por eso tenia que estar atento.

Tal vez también influía el hecho de que había que darle los trabajos y tareas a Roier, desde que el de bandana azul regreso con Spreen, parecía importarle muy poco sus clases, siempre que lo veía era fuera del aula y comiéndose a besos con el pelinegro alto.

Eso también influyó en su ahora estable amistad con Quackity, si sus reuniones en horas libres significaban amistad, pues si, eran muy buenos amigos.

En realidad casi no conversaban de nada, se preguntaban el básico, "¿Cómo va tu día?", fuera de ahí Juan compartía su comida con el pelinegro y este le devolvía el favor cuando lo intentaban molestar.

Aquello le pareció una increíble coincidencia, el que su antes bully ahora lo defienda era digno de sorprenderse, ¿Debería presumir eso?.

Aún recordaba la primera vez que le tocó pasar tiempo sin Roier, prácticamente desprotegido a sus propias palabras, pero no era su culpa ser paranoico, no cuando tienes toda la pinta de un nerd.

Era bajo y con lentes más grandes que su cara, siempre haciendo tareas (especialmente las de Roier) amigo de un chico popular buena onda, con su comida en Tuppers en vez de comprarla dentro de la institución, por último, pasar tiempo libre dentro de la biblioteca.

Y fue dentro de aquel lugar donde juró que iba a morir a manos de unos tipos pendejos que llegaron de la nada.

Uno incluso rompió uno de sus cuadernos, el acompañante de esté lo tenía sujetado del cuello y recitando las palabras que la mayoría de personas suele escuchar si vas caminando en la noche y sólo.

"Dame tu dinero nerdsito"

Ese ha sido el apodo más tonto que haya recibido, aún así palmeó los bolsillos de su pantalón en busca de monedas o algo que darle al matón.

Se tardó bastante, tal vez por qué los nervios hacían que sus manos sudaran y terminara por tirar todo el cambio al piso, cosa que molesto al agresor.

"Idiota ¿Te burlas de mi?" Fue lo que escucho antes de cerrar los ojos por el eminente golpe que iba directo a su cara.

Golpe que no recibió, en cambio escucho quejidos y no tardo en volver a estar en el piso sin ser sujetado.

-No mames Juan ¿Estás bien?- la voz de Quackity lo hizo abrir sus ojos con sorpresa, el chico lo había defendido y tal vez eso hizo que se sintiera "raro".

Después de ese día, no pasaban tiempo dentro de la escuela separados, al menos que tuvieran clase claro.

-¿Vas a ir?- preguntó Quackity, en su tono había claro desinterés y parecía solo haber indagado por cortesía.

-¿A dónde?- El de lentes no capto a qué se refería, quizás por olvidadizo o por el hecho de estar adelantando sus tareas y las de Roier.

-Pues a la fiesta de Conter, Spreen nos invitó hace, ¿No lo sé?, Semanas creo- miro fijamente a Juan -¿Vas a ir?- repitió la pregunta ahora sí con interés.

-Supongo que Roier va a querer ir entonces si, supongo que si ¿Tú?- aún mirando los apuntes que hacía, no era una persona extrovertida y con obviedad.

-Solo si tú vas-

La frase resonó en la mente del castaño, puede que Quackity lo haya dicho con simpleza pero para Juan fue algo raro, raro en el sentido de que se le olvidará cómo acabar su deber o raro de sentir como su estómago se revolvía.

Tal vez raro en el sentido de tener un sonrojó enorme.

-Pues nos vemos ahí entonces- habló después de un largo rato en un silencio donde Quackity lo había visto fijamente con una sonrisa tal vez coqueta.

-Chingon, ahí te ves mi buen- se despidió con un guiño y abandonó la mesa.

Definitivamente se estaba volviendo loco, ¿Él y Quackity? Dios mío no, su yo pequeño le estaría insultando e incluso golpeando, estaba imbecil si por solo pasar tiempo con el pelinegro bastaba para enamorarse de él.

Era el verdadero "Que me trate bien (opcional)", no podía ser cierto eso, Quackity simplemente lo había defendido unas cuentas veces, le sonreía, le escuchaba atentamente cuando hablaba de sus películas de Spiderman.

Negó repetidas veces, no podía, era muy pronto, y sería muy tonto de su parte.

-Necesito hablar con Roier en chinga- habló para si mismo.

-¡Ahuevo tenía razón!- festejó saltando en la bien tendida cama del dueño de la casa y mejor amigo -No mames Juan, te va gustando el más cabrón-

Roier rápidamente había aceptado reunirse con su amigo cuando esté aclaró que se trataba de un chisme urgente, Juan no supo cómo logró hacer que se despegará de Spreen pero estaba feliz de contar con el de bandana azul.

-Ya se cabrón, pero yo creo que solo estoy confundido, a lo mejor por qué alguieeeeen me cambio por su novio- recriminó con molestia, Roier simplemente alzó sus manos en muestra de que acepta tal culpabilidad.

-¿Celosito mi amor?- Juan lo miro con molestia por el apodo pero no le importó -Pues sigue hablando con él y ya te vas dando cuenta, en la fiesta te tomas unas cervecitas y te lo besas, facilito-

El castaño más bajó dudaba en qué realmente fuera fácil hacer eso, podría ganarse hasta un golpe directo en su cara por intentar eso.

-Quackity ni ha mostrado señales de que yo le guste- bufó molesto, se sentó en el piso de su habitación, intentando pensar en que hacer -Y yo no estoy seguro de que me guste-

Roier rodó lo ojos, para él era evidente que ambos tenían una gran tensión sexual, o amorosa si se busca un término bonito.

-Yo ya te di un excelente plan, tu sabrás si lo sigues, pero si no aquí estoy yo para apoyarte- alzó los hombros con desinterés -Igual no creo que Quackity llegué a golpearte, sigue siendo amigo de Spreen, yo soy novio de Spreen y tú eres amigo mío, prácticamente intocable, sería traición- explicó rápidamente cómo si eso realmente evitará una posible enemistad con Quackity por sus confusos sentimientos.

-¿Cuando es la fiesta Ro?- miró por la ventana, estaba anocheciendo.

-Hoy cabrón-

"Mierda"