No pensó que lo primero que pasará al llegar a su escuela fuera que Roier no lo dejara pasar, tampoco creyó ver a Drako gritándole a la gente mientras que Zorman de alguna forma intentaba calmarlo.
No sabía que había pasado como para entender que había salido tan mal en tan solo los 5 minutos en los que tardó en salir de su casa.
—Wey neta no veas, mejor amonos a otro ladito, pinto fuga ¿Si o que Juan?— Roier siempre había sido un terrible mentiroso y que estuviera mirando para todos lados lo hacía lucir aún más paranoico.
—¿Que crees que estoy pendejo?— estaba ofendido, si algo referente a él había pasado tenía que saberlo.
—Sólo es Quackity siendo idiota— contesto borde y con un enojo disimulado —Por favor Juan vámonos— su tono cambio a uno más serio y no tuvo de otra más que aceptar.
Se fueron caminando a paso lento, ninguno hablaba y eso creaba un terrible silencio incómodo que no hacía más que empeorar la situación.
Juan tenía muchas preguntas que sabía que Roier no soltaría en ese momento, aquello lo molestaba pero tal vez era por su propio bien.—Spreen ya se encargó del problema, prometió estar más al pendiente— soltó la información, pero no tan completa como Juan quería —No creímos que haría algo así tan rápido—
Era claro que algo había hecho, ¿pero el que?, ahora no sabía si realmente quería saberlo, su amigo se veía decaído.
¿Habrá sido una foto suya editada de alguna forma?
¿Rayo su banca y escritorio con insultos?
—¿Qué hizo?— no pudo más con la incertidumbre, tenía que saberlo.
—Una broma muy boba—
Frunció el ceño, no podía ser algo bobo si se enojaban tanto.
—Roier, ¿qué fue lo que hizo Quackity?— volvió a preguntar, mostrándose desesperado por saberlo.
—¿Recuerdas el grupito de Spreen? Esos idiotas que solo se sientan esperando a que alguien les ofrezca dinero para hacer cualquier estupidez... Bueno quackity, él los contrato, suponemos obvio— se veía dudoso de contarle y eso solo hacia a Juan ponerse más inquieto.
—No creemos que Quackity haya sido tan rápido para pegar fotos tuyas con la palabra cagada en cada una, es una broma muy boba te lo digo, no queríamos que vieras eso—Juan se quedó callado, analizando lentamente la situación, era obvio que el pelinegro le iba a hacer la vida imposible, pero si seguía huyendo y escondiéndose jamás lograría confrontarlo, esas hojas insultandolo no eran más que provocación para que se vaya.
Ya no quería irse y ganaría esa absurda rivalidad para demostrar que no es él mismo niño cagón que Quackity conoció en primaria.—Volvamos a la escuela Roier— demandó para después darse la vuelta, retomando el camino a la institución, el más alto quiso intervenir pero prefería confiar en su amigo.
—Solo espero que sepas lo que haces— advirtió aún manteniendo su expresión seria.
—Suenas como Drako— sonrió queriendo bromear y aligerar el ambiente —Tu tranquilizante Bro, yo sé lo que hago—
Era obvio que al entrar no pasaría desapercibido, había gente murmurando y otros le señalaban.
Mentiría si dijera que una pequeña parte de él no se estaba arrepintiendo de haber vuelto a la institución.El día sería pesado y no habría forma de evitar aquello, solo tenía que aguantar lo suficiente, demostrar que ya no era un cagón...
Las clases parecían eternas y su paciencia respecto a soportar a los chismosos se estaba acabando, Roier ayudaba en lo que podía, a veces los callaba o simplemente le dedicaba un "no los escuches Juanito".
De todas formas ya no sentía que fuera suficiente y por cada segundo que pasaba no paraba de odiar la existencia de Quackity.Hablando del pelinegro problemático, por fortuna no lo había visto desde que entró al instituto, tenía fé de que su suerte se mantuviera hasta llegar a casa, no tendría tiempo para ir a la biblioteca o acompañar a Roier por su clásica agua de horchata, eso también le jodía.
¿Podía si quiera hacer algo donde Quackity no termine arruinando su día?, solo faltaba que el pelinegro lo empezará a acosar por redes.
—Juan conchatumare ya vámonos, media hora disociando cabrón, ya ni hay nadie en el salón—
—¿Eh?—
Salió de sus pensamientos y le fue claro el porque su amigo le reclamaba, era verdad, ya no había nadie en el salón más que ellos, dejo salir un suspiro cansado, el día escolar había terminado y lo único "malo" fue al inicio de este.
—Es verdad bro, perdón me distraje un poquito— se levantó y guardo sus cosas en la mochila, después de eso ambos salieron del aula con dirección a la salida.
—Tu tranqui Juan, ¿Es sobre quackity verdad? Te notas tenso...— Roier sonó preocupado y eso lo hacía enojarse aún más con el pelinegro, odiaba que si amigo pasara del ser más gracioso del mundo a solo un amigo que se preocupaba al máximo.
Aunque eso solo demostraba el gran amigo que era Roier.—Solo estaba pensando en que el día no fue tan malo como me lo imaginé, te debo todo el crédito por eso, gracias por ser mi amigo Ro— le dio un golpe pequeño en el hombro a lo que el castaño más alto solo río.
—Que gay sonaste amigo— continúo riendo, incluso aumento el ruido de sus carcajadas al ver la cara de Juan en total enojo por arruinar su momento de mejores amigos.
Sin nada más que decir y al llegar al portón de la institución, ambos amigos se despidieron, Juan yéndose con su hermano y Roier regresando para ir por su deliciosa agua de horchata.
—Te mamaste eh—
Escupió el líquido que casi logro tragar, miro al pelinegro que parecía querer hacerle plática.
—Ah como chingas— contestó tajante, continuando con su anterior acción, tomar de su refrescante agua.
—Disque tu mejor amigo, fingiendo mucha preocupación, carnal hasta yo me la creí, la neta— aplaudió lentamente.
—Deja de molestar Quackity, no se de que hablas, Juan y yo sí somos muy amigos—
—¿Apoco?— preguntó con fingida impresión —¿Y seguirán siendo amigos después de esto?—
Roier vio de reojo lo que el teléfono del pelinegro mostraba, sintió su alma irse de su cuerpo.
—N-no se que tiene que ver eso con Juan— fingió desinterés, aunque su voz temblorosa logro delatarlo.
—Mira mi Roier, al chile me caes muy bien, entonces te la dejo fácil amiguito, solo tienes que dejar de lado a tu gran amigo Juan y yo mantendré esto en secreto— sacudió su teléfono.
—Le voy a decir a Spreen mamón y te va a romper todita tu jeta— dejó de lado su postura de falsa tranquilidad, encarando al que alguna vez fue casi su amigo.
—¿Spreen? ¡Ja!, ese cabrón no me puede tocar, ¿Tu crees que estoy tan pendejo como para amenazarte a ti antes que a Spreen?, nambre mi Roier, te imaginaba más inteligente— palmeó el hombro del castaño, quien levemente tembló ante el tacto.
—Tu sabrás que hacer— alzó los hombros, restándole importancia a todo el momento —Nos vemos— se dio la vuelta, despidiéndose con un agite de manos."Verga"
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Cagón (Juackity)
FanficJuan cubito pulió sus zapatos, revisó por última vez su mochila y con un beso en la mejilla se despidió de sus padres. Su primer día de clases sería fantástico. -Tenian mucha química oksi -Se shippean cubitos no personas -No sigue la línea original...