Nebraska

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Hasta hoy nunca me había sentido así de mal, las niñas, sophia, encontrar a sophia así, en el granero. Cerca de todos nosotros.

Lori: rebeca—la miro—estas bien?, te estoy hablando.

Rebeca: perdón, ¿que me decías?.

Lori: que si puedes llevar a carl a la casa, necesitan descansar.

Rebeca: esta bien, vamos—miro a papá y sigo caminando.

No es que este enojada con el, simplemente que no se que hacer después de lo de sophia.

Carl: estas bien?.

Rebeca: no lo se y ¿tu?.

Carl: tampoco se, te ves cansada.

Rebeca: lo estoy.

Carl: vamos a dormir un rato—lo miro con una sonrisa.

Rebeca: esta bien—caminamos hasta la tienda de acampar y entramos—lo siento.

Carl: ¿por que?—nos acostamos.

Rebeca: no la cuide como prometí.

Carl: lo hicistes, la cuidastes bien, no es tu culpa.

Rebeca: carl, prométeme algo—lo miro a los ojos.

Carl: ¿que cosa?—me mira con atención.

Rebeca: si algún día me muerde un...—me interrumpe

Carl: No rebeca, eso no pasará.

Rebeca: lo se—suspiro—si algún día un caminante me muerde, y no podemos hacer nada, tienes que hacerlo tú.

Carl: ¿por que yo?—acaricio su cara.

Rebeca: tu me amas?—asiente—por eso tienes que hacerlo, tiene que ser alguien que te ame.

Carl: lo prometo, prométeme que si me pasa a mi, lo harás tú, ¿me amas no es así?.

Rebeca: te amo con mi vida carl—sonrie—te lo prometo.

Luego de hablar un rato con Carl, nos quedamos dormidos, pero yo me desperté por que no pude dejar de pensar en sophia, así que me puse los zapatos, le di un beso a carl y sali de la casa de acampar.

Lori: hola mi vida.

Rebeca: hola mamá—le sonrío.

Lori: como te sientes?.

Rebeca: no lo se—tomo el arco.

Lori: a donde vas?.

Rebeca: a dar una vuelta.

Lori: quieres que vaya contigo—niego—bien.

Le sonreí y me metí al bosque, tenía que pensar en todo, todo lo que había pasado el día de hoy, en sophia, en como habrá pasado.

Pensé en muchas cosas hasta que un grito me saco de mis pensamientos, y mire donde provenía el grito y era una niña, perseguida por tres caminantes.

No lo dude y corri, vi que la niña se cayó y pare, saque una flecha y la puse en el arco dispare y hice lo mismo con el segundo, esos eran los que estaban más cerca de ella, me acerque y con mi cuchillo mate al otro.

Rebeca: hola, ¿estas bien?—es una niña pelirroja, con pecas y ojitos azules.

¿?: hola, si.

Rebeca: que haces por aquí, y tu mamá?—me pongo a su altura.

¿?: no lo se—tiene sus mejillas rojas.

Rebeca: ¿te perdiste?.

¿?: no, ya me tengo que ir—se pone de pie.

Eres tu, Daryl Dixon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora