Dicen que las historias de amor empiezan en los peores lugares, ¿no?
O que para el amor no hay edad, pues la pequeña mariana, no comprendía por que se sentía así.
Desde aquel día en el hospital que esperaba a su madre la mayoría de sus pensamientos cambiaron.
Una pequeña de solo 7 añitos esperaba algo nerviosa a su mami que ahora estaba en el consultorio hablando con la señora fea (así llamaba mariana a su doctora) siempre que se quedaban solas su mami se enojaba mucho con ella por que la señora fea le decía cosas malas, la verdad era, que a mariana no le daba hambre.
Miró sus piecitos con curiosidad mirando los pequeños zapatos que llevaba.
Escuchó como alguien más se acercaba a ella y levantó la mirada encontrándose con otra niña.
-hola..
Mariana no respondió, solo la miró confundida, ¿le hablaba a ella?
-soy yoshi, quieres un chocolate?
Sacó una barrita de chocolate kitkat ofreciendosela
-como te llamas?
-soy mariana..
Tomó el chocolate y algo insegura empezó a comerlo, hacía tiempo que no comía algo dulce.
-está rico, verdad?, a mi me gustan mucho de estos, a ti cuáles te gustan?
-mmm, no me gustan los chocolates
-pero este esta rico, ¿verdad?
Sonrío mostrando sus colmillitos
-si, está, rico
-y que haces aquí? Mi mami dice que las personas malitas vienen, ¿tú estás malita?
-si
-ay no! ¿que tienes?
Se acercó a ella intentando buscarle algún golpe o algo mal en ella
-ay puedo casi tocar tús huesitos! Mira como estan!
-si, estoy malita de mis huesitos
No encontró otra forma de explicarle su situación así que, se lo dijo así.
-estás muy flaquita, ten come maaas
Le dio otro chocolate casi metiendoselo ala boca.
-tenemos que comer bien para crecer grandes y fuertes, si no, no vamos a crecer.
Levantó sus bracitos triste de que su nueva amiguita estuviera enferma.
-pero ya soy más alta que tú.
-ey! Pero aún así tienes que comer, andale mariana comee!
Esta hizo caso a lo que su menor le pedía y comió, dulce, le hacía falta.
-vez que fácil! ñom!
Y desde ese día, cada vez que iba al hospital a ver a esa señora fea, la veía a ella, en el mismo lugar, ella siempre lucia tan bien, hasta era raro para ella verla en ese lugar.
-por que vienes aquí yoshi?
Dijo mientras comía del sándwich qie la mencionada le había dado.
-estoy malita tambiéeen
-pero, tú que tienes?
-es algo raro, se llama-
#: jade! Ya vámonos! Se hace tarde!
-ups, tengo que irme marianita, nos vemos mañana!
Se levantó de su lugar, se acercó un poco ala mayor y le dejó un besito en la mejilla manchando un poco de fresa de esta.
-adiós!
Y así se fue la pequeña dando saltitos de felicidad, dejando muy tonta y muy confundida a mariana.
Le había dado un besito!
Tocó su mejilla algo sonrojada mientras sentía como las burbujitas de su pancita explotaban todas.
-yoshi...
Se había quedado tonta! Había pensado bien y ya tenía todo planeado para mañana, como sus mamis ya se conocían, mariana le diría a su mamá que fueran con yoshi a comer con ella y así poder pedirle otro besito.
#:Mariana ya vámonos, la cita es alas 8
-ya voy!
Acomodó su ropita y su cabello antes de salir, y con una sonrisa se dirigió pensando en lo felíz que haría a yoshi hoy.
-mami hoy podemos comer con la mamá de yoshi y ella?
#:claro que si, deja la llamo y le digo que después de tu cita vamos.
La pequeña mariana movía sus piecitos con emoción de poder volver a verla, no sabía por que, pero le gustaba mucho cuando estaba con ella.
Al llegar al hospital mariana pasó un largoo rato esperando a yoshi, pero esta nunca llegó.
Sin perder la emoción de verla, caminó cerca de la habitación donde siempre la atendían y con mucho cuidado escuchó unas voces salir de esta, era la mami de Yoshi y la señora mala.
-es que, debió ver su rostro, tenía una cara llena de...paz y...felicidad...aún no creo que ella se haya ido...
-descuide, ella se fue en paz, se despidió de sus seres queridos y ahora está descansando sin ninguno de esos dolores.
-n-no se como se lo diré a mariana..
Entonces, mariana entendió lo que pasaba, y su joven corazón comenzó a romperse en muchos pequeños pedazos.
-no...n-no es verdad...
Corrió afuera de la maquina de dulces donde ella y yoshi siempre pedían sus chocolates esperando encontrarla, pero no fue así...ella se había ido.
De pronto, sus ojitos empezaron a picar, y las lágrimas comenzaron a caer sin parar.
¿que haría ahora sin su yoshi?, ella hacía que le dieran ganas de comer, ella la volvía felíz, ella la hacía sentir burbujas, ¿por que?..
Cubrió su rostro mientras dejaba caer sus lágrimas hinundando su rostro.
Luego del feo incidente, la mami de mariana tuvo que ponerle un ligero calmante para que esta se teanquilizara, y después comenzó a explicarle.
-yoshi ya no podrá venir a jugar más, ¿bien...?
Sus días volverían a ser oscuros sin ella, pero, recordó lo que la chica de ojos gatunos siempre le decía:
"-mariana! Debes comer incluso si no estoy yo! Eso va a hacer que seas mucho más grande que yo aún!"
Entonces, limpió sus lágrimas con dificultad y se prometió a ella misma siempre esforzarse con sus comidas para que yoshi siempre se sienta orgullosa de ella, y para seguir siendo siempre más alta que ella...