Capítulo 20

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Tres días, en tan solo tres días, la academia Cross comienzan a volverse el mismo infierno para los vampiros, pues el que Kaname quiera una y otra vez acercarse a Zero y “arreglar”  las cosas, y el que el juez evite esto, provoca innumerables peleas entre ellos, siendo los más afectados los vampiros que tienen que lidiar con el enojo del sangre pura. Cross por su parte comienza a hartarse de aquello, los innumerables destrozos de Aiacos y Kaname ya comienzan a afectar su bolsillo.

Pero mientras que Cross se encuentra en los dormitorios de la luna e intenta de una y otra forma mediar entre el vampiro y el juez, Asato Ichijo se reúne con Rido Kuran que ya tiene plena posesión del cuerpo de su hijo.

—Los cazadores no interferirán ¿verdad? —pregunta “Shinki” que con piernas cruzadas mira fijamente a Asato.

—No, Rido-sama, el presidente de la asociación de cazadores esta bajo nuestras ordenes, así que tendrá plena disposición de la academia Cross cuando el momento llegue.

Rido sonríe, sin siquiera imaginar que hay un cazador que ya comienza a sospechar.

—¿Cuando sale? —pregunta Zero a  Yagari sentado frente a él, ajenos a que en ese mismo instante, la plática que Cross sostiene con los causantes de innumerables destrozos, es detenida por una Yuuki que guía a un hombre de porte orgulloso hacia el interior de la estancia.

—Esta misma tarde —responde Yagari—. Sabes que no quiero dejarte solo, pero esto no me gusta nada. Hay varias inconsistencias en la asociación, y todavía no logro averiguar quien fue el idiota que le avisó al presidente de tu partida. Sospechaba de Kuran, pero ahora que confirmamos que fue él el que habló con el presidente para que la orden sobre tu cabeza fuera revocada, no tengo ni la menor idea de quien habrá sido.

—Cross era el único aparte de él que lo sabía…

Yagari suspira.

—Lo sé, pero confió que no haya sido él, pero si lo hizo… —el brillo de la rabia se filtra por su ojo— te prometo que haré que pague. Es por eso que necesito marchar. Necesito aprovechar esta oportunidad y saber a ciencia cierta que es lo que real mente esta ocurriendo ahí dentro. Mientras, ten cuidado.

—No se preocupe, Aiacos ha hecho buen trabajo en evitar que Kuran se acerque a mi.

Yagari vuelve a suspirar.

—Debo de admitir que el idiota de tu esposo hizo bien en mandarlo.

—No es mi esposo —refuta Zero ligeramente avergonzado.

—Pero es el esposo de Perséfone, y viendo las miradas que ambos compartían en el santuario, asumo que lo será tarde o temprano.

El sonrojo de Zero se expande más sobre su rostro. Quiere negar aquello, pero, ¿como negar algo que él sabe si sucedió? Y es que, era inevitable que sus miradas se cruzaran, esa necesidad de verlo le obligaba a buscarlo con la mirada cada que tenia oportunidad. Todavía ahora, esa necesidad prevalece y crece, es como si algo dentro de él le exigiera salir de ese lugar y correr hacia él…

“Maldita Perséfone y sus recuerdos” se dice mientras aprieta los labios. “Tu eres Perséfone” pareciera que le recuerda una voz muy dentro de su conciencia.

—Kiryuu —llaman a su puerta que enseguida se abre para dejar ver a un molesto Aidou, suficiente para que Zero pueda sacarse a Hades y a Perséfone de la cabeza, por lo menos un momento—. Kaname-sama solicita tu presencia —dice pasando su mirada de Zero a Yagari.

Zero suspira, y se pone de pie, frente a él Yagari sigue su ejemplo.

Dejando atrás a Aidou, atraviesan la puerta y bajan las escaleras. Al entrar a la gran sala del dormitorio de la luna, lo primero que nota Zero es a Aiacos más derecho de lo normal. De repente su corazón comienza a latir con rapidez, y cuando alza la mirada y lo ve, de pie frente a Cross y Kaname, siente su corazón detenerse, no solo su corazón, todo a su alrededor se ha detenido por completo. Él voltea a verlo, sus labios extendiéndose en una cálida sonrisa que Zero devuelve sin poder evitarlo.

—Esa expresión tuya valió la pena —dice Hades acercándose a él, aunque en un sutil movimiento mira de reojo a Yagari que pasa a su lado—. Necesitamos hablar —dice Hades regresando la mirada a Zero—. Es importante.

Zero asiente con cautela, al mismo tiempo que Yagari comienza a despedirse de Cross y pasa de regreso junto a Hades, no sin antes regalarle una mirada de advertencia. Hades frunce el ceño y Zero al darse cuenta de aquello, hace lo único que se le ha ocurrido.

—Podemos salir al jardín —dice llamando nuevamente la atención de dios—, no creo que nos molesten ahí.

—No lo creo —dice Kaname con ceño fruncido—. Si está visita tiene relación con la beca que se te proporcionó, Kiryuu, no entiendo por que deberían de hablarlo a solas.

—Porque esto solo le incumbe a Zero —responde Hades volteando a ver a Kaname, despues regresa a ver a Zero—. Muéstrame el camino, en serio, esto es importante.

Zero asiente al miso tiempo que toma la mano del dios y lo saca de ese lugar. Kaname al ver aquello da un paso hacia ellos con las intenciones de alcanzarlos, pero como ya es costumbre, Aiacos  se interpone en su camino.

—¿Acaso no escuchaste?, esto no es asunto tuyo.

A Kaname no le queda mas opción que permanecer ahí, en especial con la pequeña plática (más bien sermón) que Cross les ha dado, pero aquello ya lo ha rebasado. Que ese maldito cazador se comporte de esa manera ya comienza a hartarlo. “Te arrepentirás de esto” piensa al mismo tiempo que camina hacia el ventanal que le da una clara visión de Zero y ese sujeto.

Fuera del dormitorio, Zero se detiene y mira a Hades con detenimiento.

—Dime que ha pasado para que te arriesgues a venir a este lugar.

—El que corre mas riesgos aquí, eres tu —Hades suspira—. Supe que te enfrentaste a ella —dice levantando su mano para llevarla a su cuello el cual acaricia con sutileza—. No dejaste que Aiacos se encargara de ella ¿Por qué?

Ahora es Zero el que suspira.

—Se lo dije a él, de nada sirve que termine con un cuerpo que no es el suyo. Pero el que la haya visto fue de ayuda, gracias a eso y a tus espectros, ahora se donde esta Ichiru. Pero algo me dice que no has venido a hablar sobre eso.

Hades cierra los ojos, y se debate internamente si decirle aquello que lo obligó a ir a ese lugar. Con todo lo que Aiacos le ha informado que sucede en ese lugar, no quiere poner otra carga sobre los hombros de Zero. Pero Deméter ha sido clara: o habla con la reencarnación de su hija, o ella misma vendrá por él para llevárselo al olimpo y evitar que vuelva a poner un pie en la tierra o el inframundo. Hades vuelve a suspirar y abre los ojos.

—Tu madre quiere verte.

—¿Mi madre? —Zero abre los ojos con sorpresa—, ¿te refieres a…?

Hades asiente.

—Tiene poco que acaba de enterarse que estas aquí. Se puso furiosa, Zeus y yo intentamos hablar con ella, explicarle que es lo que te ata en este lugar, pero no quiso escucharnos. En parte es mi culpa, si hubiera hecho las cosas bien desde un principio…

—Hades —llama Zero colocando una mano en su mejilla al mismo tiempo que lo mira con una cálida sonrisa que deja estupefacto a Kaname que ve desde el dormitorio aquella interacción—, tu solo hiciste lo que en ese momento creías que era lo correcto. Estoy seguro que ni el propio Zeus hubiera imaginado lo que Deméter hizo con tal de separarnos.

—Y todo eso se hubiera evitado si, como dijo Zeus, hubiera hablado con  él en primer lugar.

—Pero ya no podemos hacer nada. Las cosas sucedieron así y ya no podemos cambiarlo. Ahora dime, ¿cuando quiere que nos veamos?

—Mañana por la noche.

—Bien. imagino que será en la casa que ocupó Athena cuando estuvo aquí ¿no?

Hades asiente.

—¿Vendrás por mi?

—¿Quieres que venga por ti?

Zero sin poder evitarlo se sonroja ante lo aterciopelado que ha sonado la voz de Hades.

—Lo digo por que estoy seguro que no podré salir tan fácilmente de este lugar. —responde sumamente avergonzado y desviando la mirada—. Me tienen vigilado a sol y sombra. Es una de las razones por la que no he podido cerciorarme yo mismo que Ichiru se encuentre en la ubicación que me dieron tus espectros, y Kuran no se cansa de buscar escusas para mantenerme dentro del dormitorio. ¡Ya ni siquiera me envían a misiones! Y Aiacos…. No me lo tomes a mal, pero a veces siento que disfruta molestando a Kuran, no se cansa de buscar pretextos para comenzar alguna riña con él.

—No puedes culparlo, tiene ordenes de protegerte sin hacerse notar como quien en realidad es, pero te aseguro que él al igual que todos los espectros, lo que mas desean es cobrar la vida de ese vampiro por todo lo que te ha hecho. Eres parte fundamental del inframundo despues de todo. Sobre lo que me preguntaste, no creo que pueda venir. Estoy seguro que Deméter no querrá que me acerque a ti hasta que todo esto se solucione.

—¿Y entonces por que estas aquí?

—¿No es obvio? —dice Hades tomando las mejillas de Zero para acercar su rostro al de él—. Necesitaba verte, eso y porque Deméter todavía no llega a este lugar —se encoge de hombros—. No puedes culparme por aprovechar esta oportunidad.

Zero sonríe, Hades sonríe, sus miradas antes en los ojos del contrario bajan al mismo tiempo a esos labios entre abiertos que llaman la atención del otro. Sus alientos se entre mezclan, incitando a que sus labios se unan, y así lo hacen. Con lentitud se acercan, con lentitud sus labios se unen como si quisieran grabar la textura, el sabor del otro. Un beso casto, que poco a poco comienza a volverse demandante y que se profundiza cuando Zero rodea el cuello del dios, mientras que dentro del dormitorio, Kaname cierra sus manos en puños, el cristal frente a él se cuartea. Ahora lo entiende, el rechazo de Zero no es otra cosa que la obra de ese sujeto.

Cuando Hades y Zero regresan al dormitorio, Kaname permanece recargado en el marco de la ventana con brazos cruzados y viendo el exterior, ideando la forma de separar a Zero de aquel sujeto. Aiacos, por su parte,  como fiel guerrero de hades, permanece en la puerta, cuidando que ni Kaname ni Cross salgan de esa habitación. Y Cross permanece sentado en uno de los sillones con piernas y brazos cruzados, y con un puchero adornando su rostro, como un niño al que le han negado un capricho.

—¿Ahora si nos van a decir por que tanto misterio? —pregunta Cross indignado y levantándose de su asiento.

—Es simple —dice Zero dando un paso hacia adelante de Hades—, el señor aquí presente, solo vino a informarme que mañana hay un evento que organizara la fundación Kido y a la cual estoy obligado a asistir para que la beca que me han dado no se me retire.

—¿Y eso no lo pudieron hablar delante de nosotros? —vuelve a preguntar Cross cruzándose de brazos.

Hades molesto ante el tono del ex cazador comienza a entornar los ojos ¿Quién se cree ese humano para hablarle así a un dios? Zero al notar el ligero cambio en el cosmos de Hades, toma su mano para tranquilizarlo. Un gesto que no pasa desapercibido por Cross y que disimuladamente lleva su mirada a Kaname.

—Mi caso es delicado —contesta Zero— el que no haya terminado el tiempo de prueba de tres meses en Grecia, me hace mas propenso a que me retiren la beca. Él simplemente me explicó lo importante que es que asista, porque es claro que ninguno de ustedes le interesa si la pierdo o no. Y ahora que ya lo saben, asumo que aceptaran que valla ¿verdad?

Kaname todavía sin moverse aprieta aún más sus manos “¿Explicarte lo importante que es que asitas? si como no”. Cross ya más tranquilo de que aquel sujeto fuera para eso y no para regresar a Zero a Grecia, voltea a ver a Kaname completamente.

—¿Kaname-kun?

Con un suspiro el vampiro voltea a ver a Zero, despues a Hades al que mira como si quisiera encontrarle algún defecto.

—Por mi no hay problema —despues sonríe— pero dos de los estudiantes a mi cargo irán también.

—Eso si que no —responde Hades colocándose junto a Zero—, esta reunión es exclusiva.

La sonrisa de Kaname se hace mas grande.

—Entonces lamentablemente la beca se perderá, tu lo entiendes Kiryuu —su mirada ahora se centra en el cazador, como rectificando que la última palabra la tiene él y solo él— mi misión es mantenerte vigilado para que no causes problemas. Eso fue lo que estipuló el presidente de ala asociación a la que perteneces, para revocar, lo que tu sabes. Es eso, o no asistirás. Es simple.

Zero molesto no puede hacer mas que fulminar a Kaname con la mirada y apretar con mas fuerza de la necesaria la mano de Hades junto a él.

—Bien —responde Hades para sorpresa de Zero y Kaname— Aiacos —llama el dios sin apartar la mirada del vampiro. El espectro como soldadito, se separa de la pared y se hinca ante Hades haciendo que Kaname y Cross abran los ojos con sorpresa e intercambien miradas—. Mañana por la tarde vendrá alguien enviado por mi hermano para llevarse a Zero. Es importante que este listo antes de que eso suceda. Eso va también para las personas que se designe para que lo acompañen. Si no están listos, no será problema de la fundación Kido y por ende, de Zero tampoco. Él se marchara, y eso no es discutible.

Hades voltea a ver a Zero.

—Zero, necesitas mentalizarte que si algo sale mal en esa reunión, ya no volverás a este lugar…, como becario de la fundación Kido.

Zero asiente y Hades suspira.

—No quiero dejarte —dice acortando la distancia que lo separa de Zero para despues tomar sus mejillas y mirarlo a los ojos. Hades se ha olvidado por completo que no están solos—. No sabes lo que haría para evitarte lo que se viene mañana, pero no puedo, y no sabes lo mucho que me frustra eso —luego, une sus frentes y cierra los ojos, como disfrutando aquel momento que puede ser el último—. Te lo dije en su momento, no te presionaré y no quiero que te presiones, así que no te veas obligado a escoger por culpa de tus recuerdos. Escucha con detenimiento lo que ella te diga, si tu crees conveniente aceptar lo que ellos estipulen, hazlo, yo no te detendré, pero tampoco evitare buscar la forma de traerte de regreso. Ya te perdí una vez, y no voy a dejar que nuevamente nos separen.

Sin abrir los ojos, Hades une sus labios con Zero tomando por sorpresa al cazador. Kaname que ve aquello aprieta los dientes y puños, sin poder hacer nada, no cuando Yuuki que tiene poco que ha entrado a ese lugar, ve con asombro como Zero corresponde aquel beso.

Entre vampiros y dioses (Saint Seiya x Vampire Knigth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora