Les pido una disculpa pero está semana el capítulo no estará dedicado; la razón: hay varios nombres que no me aparecen de las personas que votaron el capítulo anterior. Para que me entiendan de los 23 votos del capítulo anterior, solo 15 me aparecen y la verdad no sé me hace justo solo dedicar el capítulo a esas personas, pues como saben los que siguen mi otra historia (El deseo que me llevó a ti) los capítulos los comencé a dedicar como forma de agardecimiento por tomarse el tiempo de leer y votar la historia.
Nuevamente les pido una disculpa y les prometo que durante esta semana tomaré medidas diferentes para que ningún nombre se me pase. 😞😞😞⭐—⭐—⭐—⭐—⭐—⭐—⭐—⭐—⭐—⭐
El cielo poco a poco comienza a pintarse de negro, las pocas tonalidades anaranjadas van desapareciendo, y Zero que está de pie frente al edificio de los salones de clases, levanta la mirada sumido en aquellas palabras que Saori Kido le ha dicho.
Perséfone, Hades, Athena, Zeus… todo aquello parece ser sacado de alguna novela de ficción, pero cuando baja la mirada y se topa con aquella de color granate, sabe que él también está sumido en su propia novela de ficción.
Desvía la mirada, molesto por la atenta vigilancia de Kuran Kaname.
No ha hablado con él desde hace dos noches, cuando después de que Yagari lo dejara salir de aquella prisión improvisada para cerciorarse que no ha caído a nivel E, lo buscara para terminar de una vez por todas con aquella estúpida relación al que ya no le ve futuro. Tampoco es como si el sangre pura lo buscase despues para evitarlo, incluso parecía que él estaba conforme con aquella ruptura, como si la oportunidad de librarse de él fuera la que por mucho tiempo hubiera esperado. Al comenzar a caminar nota la posible responsable de aquello: Yuuki, la humana que siempre ha tenido a Kuran Kaname bajo sus pies y que en ese momento camina hacia él.
Se desvía de dirección, pero de nada sirve porque Yuuki corre, lo toma del brazo, aferrándose como una niña pequeña a él.
—¿Qué quería Saori Kido contigo? —pregunta con curiosidad.
—Cosas —dice sin más.
—¿Pero que clase de cosas?
Zero frunce el ceño ante la insistencia de la chica.
—Cosas —y sin decir mas, Zero rompe el agarre que la chica todavía sostiene sobre su brazo y comienza a caminar.
—¡Zero! —llama Yuuki que lo ha alcanzado—. ¿Por qué no quieres contarme por que Saori Kido te buscaba?
Zero se detiene y voltea a verla, fulminándola con la mirada. En ese momento él esta enojado con ella, no por su intromisión sino por aquello que sabe, jamás podrá romper. “Kaname la quiere a ella” se recuerda y ese pensamiento no hace mas que acrecentar la furia que en ese momento siente. “Pero eso siempre lo supiste” se dice con resignación cuando los recuerdos de un Kaname al pendiente y preocupado por una pequeña Yuuki pegan con fuerza en su mente y corazón. Si, siempre ha sabido de aquel cariño que ambos se tienen, y sin embargo Zero no pudo no evitar enamorarse de él.
Zero suspira con fuerza “Ella no tiene la culpa”, se dice intentando calmar aquel feroz sentimiento que últimamente siente hacia la chica, aun así ella da un paso hacia atrás y despues baja la mirada.
—Lo siento, si no me quieres decir…
Zero abre lo ojos, la culpa como un enorme gusano retorciéndose en su pecho lo comienza a sofocar. Intenta acercarse a ella, hacer las pases, despues de todo ella no tiene la culpa que Kuran Kaname no sea capaz de priorizarlo a él que es su pareja, pero enseguida cambia de opinión, cuando nota la presencia del sangre pura acercándose. No quiere lidiar con él, no otra vez, ¿Para que lidiar con él si aquello que alguna vez tuvieron ya está mas que terminado? Aprieta los puños, consiente que si el vampiro esta ahí es por Yuuki, no por él.
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Entre vampiros y dioses (Saint Seiya x Vampire Knigth)
Fiksi PenggemarSin creer todavía que es la reencarnación de una antigua diosa, Zero se dispone a olvidar aquellas palabras que la misma Athena le ha dicho, sin embargo cuando escucha aquellos planes que Kuran Kaname y Cross kaien han tejido minuciosamente para que...