Extra 3 de 4: El tormento de Kaname.

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El dolor, la sensación de su piel cayéndose a pedazos, y los terribles lamentos a su alrededor…

Ya no lo soporta, y en un intento de que todo aquello desaparezca, cierra los ojos con fuerza, pero no importa que tan fuerte los cierre, nada desaparece, es como si ese lugar estuviera diseñado para no hacerle olvidar donde se encuentra.

“Ese es el problema, tu asumes que es humano”

Una y otra vez aquellas palabras resuenan en su cabeza, amplificando el sufrimiento al que es sometido sin descanso.

Si lo hubiera sabido…. Si hubiera buscado otra forma para solucionar aquello, ¿su destino habría sido diferente?

—Piedad —pide una alma junto a él, misma alma que con un esfuerzo sobre humano se levanta y se arrodilla ante la figura que  no ha notado, se ha detenido frente a él.

—¡Vaya! Kaname Kuran, que patético te vez —menciona Hades que lo mira fijamente mientras que uno de sus espectros retiran el alma que una y otra vez pide piedad ante su tormento—. De ser uno de los vampiros mas poderosos y mas hermosos, ha convertirte en esto…

Kaname lentamente levanta la mirada, su piel se estira, aumentando considerablemente el dolor. Se muerde los labios para no gritar, pues es lo único que ese sujeto no obtendrá de él.

—¿Qué es lo que quieres?

Hades sonríe, una sonrisa que tal vez para otros se vea dulce y encantadora, pero que en el fondo es todo lo contrario.

—¿Sabes? Una de las cosas por las que adoro ser el dios del inframundo es por que puedo atormentar a  aquellos que han hecho sufrir a otros mil veces mas. Lo admito, soy un dios cruel, pero… tu debes de entender ¿verdad? Despues de todo tu también fuiste muy cruel en vida. La diferencia, es que mi crueldad es para impartir justicia, y tu solo lo hiciste para beneficiar a otros… para beneficiarte a ti. Así que seguiré tu ejemplo. Esta vez, te atormentare para beneficiarme yo, para, de una vez por todas, sentirme tranquilo de que al fin tienes lo que realmente te mereces.

—¿Y, Zero estará feliz de saber esto?

El  ceño de Hades su frunce, al mismo tiempo que se acuclilla ante Kaname para despues tomarlo de las mejillas y apretarlas con fuerza.

—Tu sucia boca no es digna de mencionar el nombre de MI esposo.

Kaname sonríe con la misma arrogancia que en vida despedía, pese al dolor de su piel al romperse y pese a que en su rostro ya se ve marcado el resultado de su castigo.

—¿Qué es lo que te molesta, Hades? ¿Qué fui yo quien lo disfrute primero?

Hades frunce el ceño.

—¿En serio? Crees que no sé que fui el primero para él. No importa en que época se encuentre, Kuran, yo siempre seré el primero para él, no importa si es mujer u hombre, yo siempre seré el primero. Pero basta de bla, bla, bla. Si estoy aquí es para cumplir una promesa que me hice hace tiempo. Esto —dice señalando su entorno— no se comprará al sufrimiento que te daré.

Hades se levanta, una mirada a su juez, y este se inclina para tomar al vampiro del brazo y hacerlo levantarse de golpe. Un gemido de dolor se extiende por la garganta de Kaname cuando siente sus huesos romperse por la fuerza ejercida por Radamanthys. Lo obligan a caminar y por cada paso, Kaname no puede evitar jadear por el inmenso dolor que se extiende por cada célula de su cuerpo.

—¿Este es tu plan? —menciona Kaname sin poder evitar que su voz suene rota—, ¿hacerme caminar o mover para que el dolor sea insoportable? ¿quieres que me arrodille ante ti, para pedir clemencia como las demás almas que se encuentran aquí? Esta bien, lo hare si así lo deseas, pero déjame. No lo soporto...

Entre vampiros y dioses (Saint Seiya x Vampire Knigth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora