Entre vampiros y dioses (Saint Seiya x Vampire Knigth)

Capítulo 26

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Las horas pasan y el aroma a sangre inunda la academia Cross. Vampiros nivel E, guiados por los nobles al servicio del consejo de ancianos, comienzan a atacar a cualquiera que este cerca, sin importar si son vampiros o humanos. Mientras que Yagari junto a Cross corren hacia los dormitorios del sol. Uno en busca de su hija y el otro para poner a salvo a los estudiantes.

La movilización es fácil, aunque Cross, mas a regañadientes, le ayuda a Yagari a crear una barrera en los dormitorios para que los vampiros no ataquen a los estudiantes sobrevivientes. Aidou y Kaien ofreciéndose para vigilar por si la barrera no es suficiente.

En ese momento lo mas importante es proteger a los pocos humanos que se encuentran en las instalaciones, y es solo por eso que Yagari no se opone a aquella petición mientras que hace todo lo posible para tragarse el coraje que en ese momento tiene hacia el hombre junto a él, no solo por que pareciera que el que sus estudiantes corran peligro no le importase en absoluto, sino también por lo que recientemente ha descubierto. Si, Yagari ya sabe que el responsable de que el presidente de la asociación de cazadores lo enviara a él a Grecia con el único propósito de matar a Zero es Cross.

Al mismo tiempo, Zero, al otro extremo de la academia lucha contra los vampiros que continúan llegando. Afortunadamente no esta solo, pues Ichiru lucha hombro a hombro junto a él, como siempre tuvo que ser. Por otra parte Shizuka también esta ayudando, encargándose de la mayoría de los vampiros nobles que han sido enviados por el mismo consejo de ancianos.

Y mientras la batalla es afuera, dentro de los dormitorios de la luna, Yuuki, se ha quedado sola en aquella habitación donde Kaname la ha dejado, aunque permanece custodiada por los vampiros al servicio del vampiro. Como sangre pura puede percibir lo que sucede afuera, puede percibir la sangre y la presencia de los cazadores, pero al igual que Zero y los demás vampiros, así como Cross y Yagari percibe como la sangre de Kuran Kaname es derramada, para despues una aura siniestra comenzar a emerger de poco a poco. En esos momentos, Kaname le esta entregando su sangre al verdadero Rido para que despierte de una vez por todas.

-¿A dónde vas? -pregunta Cross cuando ve que Yagari echar acorrer en busca de Zero, pero Yagari no responde, lo mas importante para él en esos momento es llegar donde Zero se encuentra.

A gran velocidad atraviesa la academia, y entonces lo ve, detonando una y otra vez su arma.

-¡Mocoso! -llama Yagari acercándose a él.

Zero voltea a verlo, mientras que a su lado Ichiru continua atacando a los nivel E con su espada, suficiente para que Yagari note su presencia y mas allá de las rejas, la presencia de Hio Shizuka. A ellos los nota pero a quien no nota es al espectro que se supone debe de estar a lado de su pupilo para protegerlo. Aquello le hace fruncir el ceño.

-¿Donde demonios esta el idiota de Aiacos? Se supone que el imbécil de Hades le ordenó que no se separara de ti.

Pero la nueva horda de vampiros nivel E aproximándose al lugar donde se encuentran, es suficiente para que los cazadores se pongan en guardia. No esperan mucho porque los ojos hambrientos brillando en carmín aparecen frente a ellos, pero también cuatro armaduras doradas.

-¡Polvo de diamante! -grita uno.

-¡Aguja escarlata! -grita otro.

-¡Explosión de galaxias! -grita uno mas.

-¡Excalibur! -grita el último.

Los vampiros nivel E han Sido eliminados en tan solo un segundo.

Zero sin comprender se deja caer al suelo, sus rodillas golpeando con fuerza en este ¿Qué se supone que hacen ahí los caballeros de Athena? Ellos no deberían de estar ahí, pues aquello no tiene nada que ver con los dioses o sus guerreros, al menos..., Zero abre los ojos con sorpresa.

Al menos que Zeus haya mandado por él para llevarlo al olimpo, pues las leyes de los dioses es clara: los dioses no pueden interferir en nada que no tenga relación con los mismos dioses.

Por su parte Ichiru, desconcertado, no puede dejar de ver aquellas armaduras brillando como el mismo sol.

-¡Zero! -grita Milo que se acerca corriendo al cazador-¿te encuentras bien?

Zero asiente, pero la realidad es que no se encuentra bien, no cuando las posibilidades de que su padre quiera alejarlo de todo aquello ha golpeado con fuerza sus pensamientos.

-¿Qué se supone que hacen ustedes aquí? -pregunta al mismo tiempo que acepta la ayuda de Milo para levantarse.

-Athena nos envió -responde Saga dando un paso hacia él y su compañero-, el cosmos oscuro que no tiene mucho se sintió, la alarmo.

-Estaba preocupada por ti -secunda Milo que ya tiene su mano rodeando la cintura de Zero mientras coloca su brazo detrás de su cuello.

-Athena... -Zero suspira, intentando de esa forma tranquilizar su caótica mente. "¿Eso quiere decir que Zeus dejara que intervenga? Por supuesto que Zeus no dejara que intervenga, no ahora que mis memorias y mi sangre han despertado por completo". Sus labios se aprietan con fuerza mientras mira a su hermano que continua viendo a los santos de Athena con extrañeza. "Necesito acabar con todo esto antes que el dios de los cielos intervenga", piensa al mismo tiempo que se separa ligeramente de Milo.

-Menos charla, vienen más.

En efecto, mas nivel E comienzan a cercarse. Los caballeros se posicionan, Zero, Yagari e Ichiru también, pero de nada sirve, el aura de un sangre pura los hace polvo en un instante.

-¡Shizuka! -grita Ichiru yendo hacia la vampiresa- ¿Te encuentras bien? -pregunta al ver su kimono manchado de sangre.

-Estoy bien Ichiru, la sangre no es mía -con lentitud voltea a ver a los santos de oro. Con una simple mirada deduce que son humanos, pero no humanos cualquiera y no precisamente por las brillantes armaduras que portan, si no por la poderosa energía que emanan, una que puede competir con la de un sangre pura-. Ahora entiendo por que no quisiste formar un nuevo lazo de sangre, teniendo aliados así de poderosos es natural que pienses que Rido será destruido con facilidad.

-¡Ni se te ocurra! -dice Zero separándose más de Milo y apuntando la cabeza de la vampiresa-, ellos son intocables, así que ni se te ocurra ponerle las manos encima.

Shizuka ríe entre dientes.

-Si quieres protegerlos, entonces preocúpate de que Kaname Kuran no sepa de ellos. A mi, personalmente, no me interesan, no cuando es evidente que tengo mucho que perder si los codicio.

Zero frunce el ceño.

-Zero -llama Milo, con una tranquilidad envidiable, como si el santo de Escorpio no hubiera escuchado nada de lo anteriormente dicho y como si no estuviera en medio de un campo de batalla entre vampiros- ¿Dónde se supone que esta Aiacos?

-¿Preocupado por un espectro, Escorpio? -pregunta Shura en tono de burla mientas se cruza de brazos y lleva la mirada hacia el caballero de Acuario detrás de él.

-Estoy preocupado -dice Milo ganándose la mirada llena de sorpresa de Acuario, aunque sus facciones se mantienen estables-, pero no por Aiacos. Se supone que él fue enviado por el mismo Hades para proteger a Zero, y no lo veo por ningún lado. Camus espera, no te vallas así. Maldita cabra me la vas apagar. Camus...

-Esos dos...

-Siempre son así -responde Saga antes de que Zero pueda concluir lo que sea que va a decir-. Pero odio admitirlo, si Aiacos no esta aquí es por qué pasó algo ¿No es así?

-A mi también me gustaría saberlo, Zero -menciona Yagari cruzándose de brazos mientras que su semblante cambia a uno serio.

Zero baja la mirada.

-No sé que pasó. Hades se marchó al inframundo sin explicarme nada y se llevó a Aiacos con él.

-Probablemente haya surgido algo -menciona Shura, restándole importancia al asunto.

-Aja, resultó algo en el Inframundo ¿pero por qué llevarse a Aiacos con él? En especial cuando sabe perfectamente que Zero corre peligro en este lugar -menciona Camus que viene de regreso, detrás de él, Milo aferrándose a su cuello y con lagrimas en los ojos.

-Oh mira, quien lo diría, Milo convenció a la hielera para regresar -se burla Shura, ganándose la mirada fulminante del caballero de Acuario.

-Hades, Inframundo ¿Nos podrías hacer el favor de explicarnos? -pide Ichiru cruzándose de brazos y mirando fijamente a su hermano.

Sin embargo antes de que Zero, Yagari o alguno de los santos pueda responder, aquella aura, la de Rido Kuran, estremece el suelo de la academia. Ya no hay duda, el sangre pura ha despertado completamente.

Fuera de la academia, Kaname ya se ha encargado del consejo de ansiamos, solo falta un vampiro, que a petición de Takuma, lo deja para que su propio nieto se haga cargo de él. Al salir de la mansión Ichijo él también lo siente, la misma aura que esa noche, la noche que murieron Jury y Haruka se extendió sobre la mansión Kuran. Tiene que regresar a la academia, lo sabe, en especial cuando otra aura mucho más poderosa suprime la de Rido en ese momento.