Capitulo 10 ''Silencio''

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Bajo el manto estrellado de la noche,Dos almas se cruzaron en el abrazo,Su amor secreto, prohibido, un derroche,Selló su destino en un triste ocaso.
Un veneno dulce como el néctar rojo,Fue el lazo que ató sus manos unidas,En la penumbra, su amor fue el despojo,Y en el último aliento, sus vidas rendidas.La pasión que ardió en aquel rincón olvidado,Llevó al éxtasis en la noche oscura,Dos seres anhelantes, en amor enredados,Encontraron su refugio en la sepultura.

En el recuerdo de un amor tan fiel,


Dos almas perdidas en la eternidad,De su amor intenso, ardiente y cruel,Solo queda una historia en la oscuridad.



Swiss y Ann llegaron al castillo, pero algo parecía estar terriblemente mal. Ann fue directamente hacia Copia, quien estaba parado en la entrada del castillo. Su rostro estaba pálido y tenía los ojos enrojecidos. Copia mantenía un gesto de seriedad completa y se mantenía callado, como si le fuera imposible articular palabras. Ann pudo sentir la tensión en el aire y preguntó con creciente preocupación:

- ¿Qué pasa, Copia? ¿Dónde está Vanessa?

Copia, luchando por mantener la compostura, miró a Ann con ojos llenos de angustia pero no respondió. El silencio en ese momento se volvió insoportable, y la ansiedad de Ann creció.
- ¡Copia, por favor! ¡Dime qué ha sucedido! - suplicó Ann, con lágrimas asomando en sus propios ojos.

Finalmente, Copia no pudo contenerse más y las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas. Ann lo abrazó con preocupación y miedo.

- Ann... - sollozó Copia, luchando por hablar.

Ann sintió que su corazón latía desbocado en su pecho mientras esperaba una explicación. Los minutos pasaron como horas antes de que Copia pudiera continuar.

- Special Ghoul... encontró a Vanessa muerta por la tarde... - murmuró Copia con voz quebrada - Nadie sabe qué ha pasado, pero Vanessa... Vanessa ha muerto.

Ann quedó atónita por la noticia, sintiendo que su mundo se derrumbaba a su alrededor. La idea de que Vanessa estuviera muerta era insoportable. Una mezcla de dolor y rabia la inundó.

- ¿Cómo... cómo pudo haber sucedido esto? - preguntó Ann en voz baja, con lágrimas corriendo por sus mejillas.

Copia asintió con tristeza, incapaz de dar una respuesta satisfactoria.

- No lo sabemos, Ann. Special Ghoul está devastado y sabe lo que ocurrió. Nadie parece haber visto nada. Es un misterio.


El silencio pesado llenaba el pasillo mientras Ann caminaba rápidamente hacia la habitación de Special Ghoul, seguida de cerca por Copia. Cada paso resonaba en sus mentes, recordándoles la gravedad de la situación. La preocupación se reflejaba en sus rostros, pero ninguno de los dos se atrevía a hablar en voz alta lo que estaba en sus mentes.

Cuando llegaron a la puerta de la habitación de Special Ghoul, Ann la empujó con cuidado y entró con Copia a su lado. La habitación estaba sumida en la penumbra, solo iluminada por la luz tenue de unas velas. Special Ghoul estaba sentado en el borde de la cama, con la mirada perdida en el vacío. Su rostro estaba abrumado por la tristeza y el desconcierto.

- Special Ghoul... - murmuró Ann con voz suave, tratando de romper el silencio doloroso.

Special Ghoul levantó la mirada hacia ellos, sus ojos rojos y llenos de lágrimas. Tragó saliva antes de responder en voz baja

- Ann, no tengo idea de nada de lo que ocurrió. Estábamos juntos anoche, y luego... me fui a hacer mi trabajo y por la tarde, encontré a Vanessa... sin vida. No sé qué pasó, no sé cómo... esto pudo suceder.

Ann sintió un nudo en la garganta al ver el sufrimiento en el rostro de Special Ghoul. Ella se acercó y lo abrazó para intentar sentir su dolor. Aunque no ayudaba en mucho.

Ann, mientras continuaba abrazando a Special Ghoul, comenzó a preguntarse en silencio sobre las circunstancias de la muerte de Vanessa. 

Finalmente, Ann se separó de Special Ghoul y miró con extrañeza a su amigo.

- Special Ghoul, ¿recuerdas si Vanessa mencionó algo sobre sentirse mal o tener problemas de salud? - preguntó con cautela.

Special Ghoul frunció el ceño mientras intentaba recordar.

- Sí, ahora que lo mencionas, ella mencionó tener unos leves dolores en el estómago después de tomar el remedio que dejaste, pero no le dio mucha importancia. Pensamos que sería solo una leve intoxicación con alguna comida o el almuerzo.

La preocupación en el rostro de Ann creció. Sabía que todo lo que se consumía en el castillo era seguro y que la cocina estaba bajo un estricto control. El enigma de la muerte de Vanessa se volvía aún más desconcertante. Algo no cuadraba. Era casi impensable que Vanessa hubiera muerto por envenenamiento o intoxicación alimentaria.

- Special Ghoul, algo no encaja aquí - dijo Ann con seriedad.

Él, abrumado por la tristeza y la confusión, asintió con pesar.

- Necesito tiempo a solas con el cuerpo de Vanessa, por última vez... para despedirme.

Ann y Copia asintieron comprensivamente, reconociendo la importancia de ese momento para Special Ghoul.

- Claro, Special Ghoul - dijo Ann con voz suave - Tómate el tiempo que necesites. Estaremos afuera si nos necesitas.

Con mucho cuidado, Special Ghoul se levantó de la cama y se dirigió hacia donde descansaba el cuerpo de Vanessa. Ann y Copia salieron de la habitación, dejándolo a solas para su despedida íntima.

En el pasillo, Ann y Copia compartieron una mirada de profunda preocupación. La muerte de Vanessa y las circunstancias misteriosas que la rodeaban los habían dejado con más preguntas que respuestas. El sol, testigo silencioso de sus pensamientos y emociones, continuaba su lento descenso en el cielo ahora nocturno mientras ellos se preparaban para enfrentar el enigma que se cernía sobre el castillo.


Special Ghoul se encontraba solo en la habitación, junto al cuerpo sin vida de Vanessa. La luz de las velas parpadeaba suavemente, arrojando sombras danzantes sobre la escena. Se arrodilló junto a la cama y miró a Vanessa con ojos llenos de tristeza, sintiendo un nudo en la garganta mientras comenzaba a hablar, como si esperara que ella pudiera escucharlo.

- Vanessa... - susurró Special Ghoul con voz quebrada - No puedo creer que ya no estés aquí. Tantos momentos que compartimos, tantos recuerdos... Parece que fue ayer cuando nos conocimos en ese rincón oscuro del castillo. Me diste esperanza cuando más la necesitaba. Me enseñaste a amar de nuevo, a sentir de nuevo.

Sus manos temblaban mientras acariciaba suavemente el rostro de Vanessa, como si esperara despertarla de su sueño eterno. Los recuerdos de sus momentos juntos inundaron su mente: las risas compartidas, las miradas cómplices y los dulces momentos de cariño.

- Recuerdo cada sonrisa tuya, cada gesto cariñoso - continuó Special Ghoul, su voz quebrándose aún más - Me hiciste sentir completo de nuevo, como si hubiera encontrado mi lugar en este mundo. Y ahora... ahora te has ido, y no sé cómo seguir adelante sin ti.

Las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Special Ghoul mientras abrazaba el cuerpo inerte de Vanessa con desesperación. Gritó en un arrebato de dolor y tristeza, un grito que resonó en toda la habitación y que hizo que Ann y Copia, afuera, se estremecieran ante su desgarradora expresión de dolor.

Dentro de la habitación, Special Ghoul se mantuvo en silencio, con su tristeza como única compañía. Sabía que no importaba cuánto llorara o gritara, Vanessa no volvería a la vida. La pérdida era abrumadora, y su corazón estaba roto en mil pedazos.

Mientras tanto, afuera de la habitación, Ann y Copia se miraron con los ojos enrojecidos por las lágrimas, compartiendo el pesar de su amigo. Sabían que Special Ghoul necesitaba este tiempo para despedirse de Vanessa, y estaban dispuestos a estar allí para él cuando estuviera listo para enfrentar el mundo nuevamente. Aunque eso no pasaría.


Un silencio sepulcral envolvió la habitación durante al menos diez minutos, un silencio cargado de tristeza y duelo profundo. Mientras Special Ghoul se sumía en sus pensamientos y recuerdos de Vanessa, los minutos parecían eternos.

Dentro de la habitación, Special Ghoul acarició suavemente el rostro de Vanessa por última vez, plantando un beso en su frente. Sabía que era el momento de despedirse, un adiós desgarrador que lo dejaba con el corazón destrozado.

Y entonces, un sonido rompió la quietud. Un disparo resonó en la habitación, seguido de un fuerte golpe en el suelo. El sonido metálico del arma cayendo al suelo resonó en el aire. Ann y Copia, afuera de la habitación, se miraron a los ojos con expresiones de asombro y pánico.

Sin perder un segundo, intentaron abrir la puerta, pero se dieron cuenta de que estaba asegurada desde adentro. Gritaron el nombre de Special Ghoul, llenos de preocupación, pero el silencio que les respondió fue aterrador. Sabían que algo terrible había ocurrido en esa habitación, algo que les hacía temer lo peor.

Con desesperación, buscaron una forma de abrir la puerta, tratando de forzarla o encontrar una llave, pero cada segundo que pasaba les parecía una eternidad. La luna, que había sido testigo silencioso de toda la tragedia que había envuelto al castillo, continuaba su lento ascenso en el cielo, arrojando su luz sobre un misterio cada vez más oscuro.En el castillo, la oscuridad se cernía,Un enigma se tejía en silencio,Dos almas, con temor en la vista,Enfrentaban un misterio sin resplandor.

La tristeza envolvía el sombrío lugar,Uno de ellos, abrumado por el dolor,En el lecho, su voz quebrar,Misteriosas sombras se alzaban en su alrededor.

Las lágrimas eran testigos del pesar,De un amor perdido, de un último adiós,Pero en ese silencio, algo en el aire,Un disparo, un golpe, un grito sin voz.

La puerta cerrada, el misterio sin fin,Los dos, con corazones ansiosos,Buscaban respuestas, desesperados por saber,Lo que había ocurrido en ese rincón sombrío.

La luna testigo de un drama imprevisto,El castillo, con secretos que escondía,En la habitación, un destino sin previsto,Un enigma que el tiempo descifraría.

Así quedaron, en suspenso y temor,El misterio del castillo, un oscuro velo,Esperando respuestas, ansiando saber,El desenlace de esta historia, en duelo.

En el castillo, en sombras y secretos velados,El misterio aguardaba, como en tiempos pasados,Dos almas, como las de Romeo y Julieta,Mueren por su amor en agonía.

A la Cima del Poder - Papa Emeritus IV FanFic - LIBRO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora