No me arrepiento, en absoluto. Elizabeth se encontraba en uno de los balcones del castillo, fumando. Tan solo me hice a su lado y la observé, mientras ella seguía con el cigarro. Al terminarlo me volteo a ver. Esto es lo que recuerdo.- He mantenido relaciones con tu pareja -ella en realidad lo había soltado de inmediato cuando yo solo me límite a asentir.
- Sí, lo tengo en cuenta.
- Lo perderás, y seré su nueva mano derecha.
Realmente tan solo la observé con una molestia creciente.
- Él cada noche me ha dicho que me desea, generalmente no comenta sobre ti pero siempre dice tu nombre al cogerme... Que puto asco.
- Asco das tu al estar con un hombre tan mayor... Cuántos tienes ¿16? -ella asintió.
- ¿Importa? Lo único que deseo es tener un puesto más importante y dejar de servir a los Papa, como tú... Seré como tú y seré el remplazo tuyo.
- Él solo te quiere para dejar su deseo carnal, no te quiere para más. Después te desechara. Imagino que siquiera se corre dentro tuya ¿No es así?
Ella realmente se mantuvo en silencio, supuse que caí en lo correcto y di una risa.
- Fuiste engañada ¿Que no te importa?
- Claro que me importa, y claro que me afecta pero no dejare caer mi lugar por una adolescente tan inepta como usted.
- ¿Por ser bruja se cree mucho acaso? Los humanos siempre las han quemado, siempre las han liquidado y destruido... Ustedes son nada más que escoria en el mundo.
La furia en realidad me había dado a más, no soportaba su voz de jovencita mimada. En un arrebato la empuje, ella se sostuvo de mi brazo y por un momento la intente alzar. Después de ver su rostro asustado tan solo la solté. Cayó hacía el piso y dió un un golpe seco en el pasto. Un satisfactorio sonido de la presunta muerte.
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La dejé allí y desaparecí del lugar, no tendrían como acusarme. Yo, Ann Forge estaba deprimida. No salía de mi habitación siquiera para comer a excepción de algunos días ¿Cómo sospecharían de aquel suceso? Era ya tarde en la noche y Copia antes había salido por un trabajo en encargado por Sister Imperator. Él no llegaba aún y nadie me había visto en ese momento.
Fui a la habitación que compartía con Copia, recordé de un vino que había allí, de hace unos días cuando se lo habrían regalado en uno de sus tantos negocios. Lo abrí sin más y serví una copa para darme un baño relajante, entre a la tina y me sumergí en el agua fría mientras tomaba del vino. Al menos treinta minutos después cuando el licor ya se me había subido escuché como la puerta se abría, supuse que Copia había llegado y salí del baño aún desnuda. Allí, mi hombre cansado y quitándose algunas de sus vestiduras estaba frente a mi. Ya se había acostumbrado a verme desnuda pues no tuvo reacción alguna. Deje la copa vacía y tome directamente del vino para abalanzarme hacía él. Iba a celebrar que sería para mí, y solo para mí. No me importaba lo que había hecho, sabía que realmente estaría conmigo por siempre porque ese sería el destino. Así aún fuera obligado.
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Pasaron 2 días desde el homicidio, enterraron a Elizabeth sin sospechas pues realmente tan solo supusieron que se había caído del balcón. Nadie comento nada pues era alguien adicional, alguien sin importancia a la que nadie le prestaría atención si desaparecía algún día. Ella no le importaba a nadie en el clero.
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Sister Imperator
me llamo a su oficina.
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A la Cima del Poder - Papa Emeritus IV FanFic - LIBRO 2
FanfictionLIBRO 2 Desde abajo, en sombras despreciado, un alma audaz en busca de su voz, asciende sin cesar, decidido y honrado, a la cima del poder, donde hallará su voz. Cargos menores no frenaron su pasión, sueños ardientes lo llevaron a crecer, hasta que...